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Parte 3: Castigo

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 Aoba lloraba desconsoladamente y fuerte, abrazando a Ren, que no despertaba ni se movía nada, es como si estuviera apagado....Para siempre...temblaba fuertemente llorando por su Allmate, Clear se arrodilló a su lado y lo abrazó, el joven solo siguió llorando y sollozando, diciendo cuando podía el nombre de su amigo... no. No solo era un amigo...Ren, era parte de él, parte de su YO. No podía dejarlo ir, no....No así...Clear intentaba consolarlo acariciando su hombro, su mano la tenía en la de Aoba, con la que sostenía la espalda del Allmate. Koujaku y Noiz se intercambiaron miradas algo nerviosas, sin saber si ir con ellos, aunque los dos seguían teniendo ese mal presentimiento, como si la mala suerte no se había acabado. 
  - Lo siento mucho, Aoba-san....No sabes cuanto lo siento....Entendía tu amor por Ren....Lo siento mucho... - Decía Clear abrazando a Aoba, que abrazaba a Ren. 
  - *Sniff* No.....Ren no....porque....Esto tenía que pasar....porque todo tiene que salir mal! - Dice entre sus llantos.  - No es justo....No es justo!
Clear mira a Noiz, que miraba abajo con los ojos cerrados, le extrañó eso, pero vuelve con Aoba a consolarlo. Entonces Noiz abrió los ojos y musita.
  - Tenemos que irnos de aquí - 
Pero como el joven líder y Koujaku suponieron, la torre volvió a temblar, pero más violentamente que la vez anterior. Se escucha una explosión en los pisos inferiores, que los hace saltar a todos del piso por el impulso de la explosión. Koujaku se sostiene de un pedazo de cristal negro que conformaba el exterior de la torre y por la abertura entre ellos ve que se estaban cayendo, además de que el humo le hiciera arder los ojos y apartarse.
  - Joder, ya podemos parar con el rollo de torres cayendo?! - Se sostiene fuertemente del pedazo para no caerse mientras iba cayendo la torre, aunque para que sostenerse si iba a morir de todas formas. Los demás también se sostienen de los cristales, Aoba aun derramando lágrimas, además de triste, muy enojado. 
  - Hay algo más que puede salir mal?! - Grita abrazando con  un brazo a Ren, que desde que se desmayó no había despertado. Noiz frunce el ceño y con algo de esfuerzo se pone el rifle en el hombro y con una mano apunta a una pared en la que ninguno estaba cerca y aprieta el gatillo, configurando antes el disparo a fuerza de arrojo 9, algo muy potente, que incluso los mechas de su equipo tenían. El disparo consigue abrir un agujero en la pared con humo y con esfuerzo salta hacia allí. Voltea a ver a los demás. 
  - Salgamos por aquí! - Se sostiene de un cristal roto y con la otra agarra la mano de Koujaku cuando saltó para alcanzarlo. Este salta por el agujero, a decenas metros de altura, aunque si fuera alguien normal se rompería los huesos o moriría, pero gracias por sus orbes, los activa y los rayos le rodean el cuerpo entero, y con esa fuerza suaviza su caída y cae con algo de estruendo, pero todo bien. Así haría con los otros cuando salten por el agujero, solo podía mirarlos desde esa colina, algo lejos de donde estaba cayendo la torre. Noiz espera a Clear y Aoba, aunque estaban prácticamente al otro lado del agujero. Aoba avanzaba como podía con un solo brazo, el otro sosteniendo a Ren, que seguía inerte, como un Allmate que no funcionaba bien, como si estuviera muerto. Clear estaba cerca suyo por si necesitaba ayuda, hasta que se le ocurre algo y pone su mano en el hombro de Aoba, que voltea la cabeza para mirarlo.
  - Aoba-san, déjame cargar a Ren para que puedas llegar al agujero! - Su pelo igual que el de Aoba se sacudía violentamente hacia arriba, ya que estaban cayendo. Aoba mira a otro lado  vacilante, aun tenía las mejillas mojadas en lágrimas por su Allmate, no lo quería dejar, pero así no avanzaría nunca al agujero donde los esperaba Noiz, impaciente. - Aoba-san! - Al final el joven lo mira con los ojos aun cristalizados. - Porfavor, cree en mi! - Clear lo mira con ojos suplicantes, quería más la seguridad de Aoba que la suya. Aoba suspira y lo mira a los ojos.
  - Yo.....si creo, Clear... - Le da a Ren a Clear y ahora si avanza más rápido hacia el agujero. Clear lo hacía como podía, con un solo brazo ahora, pero tenía mucho cuidado como Aoba. Este salta desde la pared de donde estaba, cerca del agujero y con éxito agarra la mano de Noiz, lo ayuda a levantarse y se miran a los ojos un momento sin hacer nada ni decir nada. El grito de Clear saca de su burbuja a los dos y lo miran. El joven estaba en la mitad de la pared para llegar al agujero, Koujaku desde abajo los miraba preocupado y con los orbes activados aún para que cuando salten suavice su caída como él lo hizo consigo mismo. Aoba agarrado de la mano de Noiz para sostenerse alarga otra mano para alcanzar en vano a Clear, él sabía que no podía alcanzarlo, así que lo mira decisivo y lanza a Ren hacia Aoba y éste lo atrapa con el brazo libre. Mira a Clear asustado y éste salta hacia el agujero desde su lugar. Aoba sostiene a Ren entre su bíceps y antebrazo y alarga la mano hacia Clear para agarrar su mano, pero pedazos de cristal caen del techo y después sobre Clear que cae a la pared más alejada del agujero, Aoba grita su nombre horrorizado. Koujaku, ya alarmado, faltaban una decena de metros para que alcance al piso cada vez más rápido y los señala con los orbes para sacarlos de aquí, los rayos rodean a Noiz y Aoba y tira el brazo hacia atrás como estuviera jalando una cuerda y los dos salen disparados fuera del agujero cayendo, viendo como la torre chocaba contra el piso con gran estruendo y se destruía, Aoba cae con una mano apoyada en el suelo y Noiz de espaldas en el pasto, pero al menos no fue tan grave la caída gracias a los orbes. Estos se apagan, extinguiendo su luz azul y Koujaku suspira cansado. Pero todo eso se esfumó de su mente cuando no vio a Clear con ellos.
  - y....Y Clear? - Todos miran la torre destrozada en el suelo con mucho humo alrededor. Aoba camina unos pasos débilmente y se desploma de rodillas empezando a llorar gritando el nombre de Clear fuertemente y después bajar la mirada llorando fuerte y temblando de la misma manera. No podía aguantar más, primero y todo en un mismo día a Ren, después Clear salvando a su Allmate lanzándolo hacia él. Negaba todo el tiempo con la cabeza diciendo cosas lamentables, en serio...Ese día no podía empeorar más....Perder dos seres queridos que lucharon por él era demasiado. Sentía un vacío muy grande en su corazón, como si le acabaran de amputar una parte de su cuerpo. Solloza tratando de recuperar el aire y seguir llorando, Noiz y Koujaku tenían la mirada baja con los ojos cerrados apenados. Aunque todo eso se detiene, cuando oyen el grito de Clear pidiendo por ayuda, su voz suena como si estuviera en un agujero y en efecto, lo estaba. Los tres corrieron hacia él y lo vieron, con su cuerpo colgando en el vacío de un enorme agujero sin fondo, sus manos agarraban fuertemente un cristal que todavía estaba adherido a los demás, aunque se movía entrecortado esa parte de la torre que quedó con la mitad en el agujero y la otra en la tierra. Nadie sabe que pasó, pero de la nada apareció de repente un agujero? Quizá estaba camuflado con el pasto, dedujo Noiz en su mente. 
  - Clear! Resiste, te subiremos! - Deja a Ren acostado en el pasto y se agarra fuertemente de las raíces para inclinarse y alargar la mano hacia él. Noiz, para que no se cayera, se arrodilla y le sostiene con ambos brazos la cintura a Aoba, pero a éste no le importa y se sigue inclinando. Clear muy débil alarga la mano también y en unos intentos más se cogen la mano justo cuando ese pedazo cayó por completo al agujero y se perdía en el infinito de éste. Aoba y Noiz suben de vuelta a Clear y él se sienta jadeando al lado del joven, que estaba igual. Aoba lo mira y lo abraza fuertemente temblando.
  - J-jamás me vuelvas a asustar así, Clear....Jamás... - Decía con voz quebrada. Como todos, Clear tenía la ropa sucia,su brazo se había roto un poco, aunque trataba de disimularlo para no preocupar más a Aoba.
  - Claro, Aoba-san....Nunca te dejaría - Corresponde al abrazo. Koujaku y Noiz mirándolos, un poco alejados para darles espacio, el joven líder se apoya en el hombro de Koujaku y éste le rodea la espalda con un brazo sonriendo levemente.
  - Al menos algo salió bien hoy... - Musita.
  - Si... - Dice algo cansado Noiz. Aoba mira a Clear y lo besa en los labios, ambos se mantienen en el beso suavemente por unos segundos para separarse después y el joven vuelve a cargar a Ren. 
  - Tenemos que hallar una forma de traerlo de vuelta -  
  - iré a ver que puedo hacer cuando volvamos a la ciudad. - Dice Noiz. Aoba lo mira agradecido con lágrimas en los ojos.
  - Gracias.... - Mira a Clear sonriendo. - Bueno, al menos no pasará nada malo. - 
Pero.....Justo ahí se oyen gigantes explosiones que se ven a lo lejos, en la ciudad. Todos voltean la cabeza hacia allá sorprendidos y Aoba golpea el piso fuertemente.
  - NO JODAS!! - Grita furioso, iba a explotar de furia en cualquier momento, aunque se supone que ese sería el caso de Koujaku, jejejejejeje......Bueno, retomando. Noiz siente un vuelco en el corazón al pensar en Metallius, su Asylum y Horus...Su equipo, ardiendo en llamas. Negó con la cabeza y los mira.
  - Tenemos que ir allá AHORA. Pueden caminar bien? - Aoba y Clear se levantan y asiente, igual que Koujaku, que solo hizo la segunda acción. El joven líder asiente y echa a correr como alma llevaba el demonio, siendo seguidos por los demás, que después se pondrían a su lado corriendo hacia la ciudad. Noiz no podía permitir que atacaran su primer hogar, y mucho menos todo lo que representaba su YO ahora. Quien quiera que hizo ese desastre, lo pagará caro, lo mataría con sus propias manos. Era otro momento para demostrar que todos ellos, eran auténticos guerreros.


Caminando entre las llamas y el caos que había causado, y planeado hace mucho tiempo, por fin daba sus frutos. Sosteniendo una metralleta Neik sonreía malicioso a todos lados, le encantaba ese panorama, muerte, sangre, matanza, liderazgo. Sus cientos de hombres mataban a los que peleaban contra ellos, los soldados de la ciudad tratando de protegerla, los ciudadanos en sí, no importaba si eran mujeres o niños u hombres, caían muertos al suelo. El fuego se expandía, llenando los pequeños edificios de explotando en las calles con un ruido ensordecedor. En sus ojos se veían reflejados las llamas de la guerra contra su mayor e ingenuo enemigo. Y lanzó al grito que se escuchó por todos lados. 
  - Donde está Noiz?! Que venga aquí y pelee conmigo si no es tan gallina! - Vociferó levantando el arma, que dramáticamente estaba encima de una nave. Giró la cabeza a un lado y vio a Metallius pelear furioso contra sus hombres, aunque lo superaban obvio en número, él les superaba en fuerza. Frunce el ceño. Ya más tarde llegarían las armas gordas. Se baja de la nave destrozada, que en su interior empezó a arder en llamas y miró alrededor. A lo lejos empezó a divisar a Noiz y a su estúpido grupo de amiguitos. Disimulando su verdadero ser, levantó una mano hacia él. Noiz logró divisarlo también y corrió hacia él, Aoba siente un vuelco al corazón e intentó detenerlo, pero su mano llegó muy tarde a la suya y todos excepto Noiz fueron encerrados por hombres rebeldes apuntándoles con sus armas, Noiz siguió corriendo hacia Neik. Aoba miró desesperadamente alrededor, pero los tenían rodeados. 
  - Tenemos que detener a Noiz ahora, antes de que llegue con Neik! - Koujaku lo mira recordando lo que le dijo sobre él.
  -Tienes toda la razón. - Activó de nuevo sus orbes y señaló al frente y rápidamente, antes de que cualquier hombre pudiera disparar, fueron rodeados por sus rayos, el joven levantó las manos y los hombres fueron levantados también, gritando desconcertados. Con toda la furia que tenía en ese momento, los arrojó fuerte y violentamente hacia un edificio, tan fuerte, que hasta atravesaron la pared y la estructura les cayó encima. Koujaku soltó un resoplido, cada vez se cansaba menos al usar los orbes. Aoba corrió a la cabeza del trío cuando al fin atraves del humo lograron divisarlos, pero frenó en seco poniendo los ojos como platos horrorizado cuando, de un momento a otro, Neik le tenía enterrada la hoja de una espada de un soldado caído en el pecho de Noiz, lo miraba sonriendo ansioso, pero también con ojos asesinos. Koujaku ahogó un grito y lo soltó gritando. 
  - TRAIDOOOOR!!!! - 
Pero Noiz solo se limitó a reír levemente, mientras hilos de sangre bajaban por sus labios, cabizbajo. Eso desconcertó a Neik y de una patada éste retrocede unos pasos. Noiz aun riendo, coge el mango de la espada y se la va retirando tranquilamente de su pecho, los cuatro lo miraban pasmados, sin palabras. Se la saca toda y la lanza lejos, que termina rompiendo la ventana de una casa. Levanta la mirada, sus ojos brillaban con alma guerrera y determinada sonriendo leve. 
  - Lo sabía. - 
  - P-pero como...? - Dijo Neik, cogiendo su arma con ambas manos. 
  - Siempre sospeché de ti, Neik. Desde el primer día que te vi. - Mientras decía eso, la herida se iba regenerando con un aura verde y levanta una mano, cuando la baja rápidamente, como de la nada apareció su arma en su mano. La hoja brillaba gracias a la luz de las llamas. - Pero no quise creerlo por un largo momento, hasta ahora, cuando sé que eres un sucio traidor.... - su voz se torna llena de odio. - Que juega con la confianza de los demás para después la apuñalada en la espalda! - Va hacia él, y Neik sonriendo de nuevo, hace lo mismo y empieza la pelea. Koujaku voltea la cabeza para ver a Aoba, pero no estaba ahí, lo ve por el humo corriendo, matando a cualquiera que se le cruce en el camino, sus ojos ardían de furia, no podía soportar todo esto. De un salto cruza la valla y corre hacia Anubis...
Todos estaban muy ocupados peleando, Koujaku y Clear tenían cada uno su grupo de atacantes aparte, pero les vencían fácilmente. Más tarde, se les unieron todo el equipo de Ruff Rabbit, siendo liderados por Mink y Theo, que también eran buenos peleando. Se acaricia la barbilla, ver desde lo alto a esos humanos pelear entre ellos hasta morir, le traía curiosidad y diversión. Hallyfax volteó la cabeza para ver que Noiz y Neik seguían peleando arduamente, saliendo del caos de la ciudad a un lado del palacio. Entorna los ojos, ese hombre si no era tan llevado por la codicia, podría tener lo que quiera, pero los humanos son así. Si fracasara en su misión, no le quedaría otra que matarlo, ya que le sería inútil después de esto. Los sigue mirando como seguían peleando, combinado con la oscuridad de la noche, excepto por sus intensos ojos morados, que podían penetrar cualquier alma si se lo propusiera. Neik con la metralleta le da un brusco golpe en el estómago a Noiz, que cae al suelo, ambos sangraban bastante, pero no le tenían importancia. Neik aun sonriendo como maniático le apunta con el arma a Noiz justo en la cabeza.
  - Hasta nunca, líder. Saluda al otro por mi, en el infierno. - Pero justo de ni siquiera tener tiempo para apretar el gatillo, un hocico gigante lo golpea y manda lejos de ellos formando su caída en la tierra rodando más encima. Apoya la mano en la tierra débil por ese golpe y alza la cabeza para ver un rugido de un mecha gigante con forma de lobo azul. Aoba era el lobo en ese momento, sentía la ira y adrenalina correr por sus venas, igual que en los circuitos de Anubis, que gruñía fuerte y amenazante a Neik. Estaba encima de Noiz, protegiéndolo, moviendo la cola levemente, los ojos de la bestia brillaban intensa y furiosamente de dorado como los del joven y su voz resonó en el exterior como si estuviera hablando por un micrófono. 
  - Ya tuve suficiente con esta mierda! - Vociferó. - Da un puto paso más y serás TU quien irá al infierno, traidor de mierda!! - 
(ya cálmate, Aoba) Piensa Noiz mirándolo para arriba. El lobo baja la cabeza y lo mira. 
  - Vamos Noiz, dale a ese traidor lo que merece! Termina con esto de una vez por todas, mátalo! - Alza las patas delanteras y las vuelve a posar en la tierra haciendo un estruendo y temblor. Más apoyos como ese salieron de más bocas, de la de Koujaku, Clear, Theo, Mink, sus hombres hasta la alta y grave voz de su padre Metallius. Neik se levanta arduamente y los mira con ojos asesinos, tenía el pelo despelucado, algo encorvado, levantando los hombros temblando de furia, la metralleta se le fue de las manos ante el golpe de Anubis, osea Aoba. Noiz mira a su antiguo lugarteniente y se levanta con ayuda de su arma. Todos le gritaban traidor, que lo mate; daba los pasos hacia él, mientras que Neik no hacía nada, solo se acercaba a él también. Ambos se sentían como en la Edad Media en el Coliseo de Roma en un espectáculo de tirar a matar mientras el público les gritaba, ansioso por ver quien era el ganador. Noiz enderezó su espalda y frunciendo el ceño, hace girar su arma en sus dedos lentamente mientras se acercaba. Neik no quería perder ante él e hizo su último intento de vencerlo, abalanzándose hacia él con un cuchillo para cortarle el cuello, pero el joven líder solo se limitó a darle un puñetazo en la cara y hacerle caer al suelo boca arriba con la nariz sangrando abundante y aturdido. Noiz lo mira a los ojos antes de girar una vez más su arma y murmurar.  
  - Chus... - La pone que la hoja le esté apuntando al corazón del hombre y se la entierra del todo en ese lugar. Pero antes de que hiciera eso, Neik fue arrastrado hacia delante, y la hoja se entierra en la tierra formando profundas grietas y leves temblores. Neik es levantado por esa fuerza, pero ahora es visible que alguien lo sostenía de la camiseta levantándolo un poco del piso, Ahí con la luz, la silueta de Hallyfax es visible sosteniendo al antiguo lugarteniente. Noiz lo mira gruñe profundamente desde su pecho.  - Hallyfax - Saca la hoja de su arma de la tierra y lo mira. - Pensé que nunca vendrías, pero al fin aquí estás. - Le apunta con la hoja reluciente, apenas se había ensuciado con la tierra. - Exijo  una revancha, desde la torre he querido volver a pelear contigo. No aceptaré un NO como respuesta. - Dice severamente, manteniéndole la mirada al ser pandimensional. Hallyfax como Neik no dijeron nada, Noiz repara en que los pies del ser tampoco tocaban el suelo y lentamente retroceden levitando mirándolo, hasta desaparecer en la oscuridad. Noiz iba a por ellos, pero en el lugar donde justo estaban ellos, ahora era reemplazado por unos guardias de la industria de Toue y le disparan un potente tranquilizador en el cuello que la aguja se entierra del todo e inmediatamente, cae al suelo inconsciente. Los demás se alarmaron ante eso, pero les dispararon lo mismo y Koujaku, Mink, Clear y Aoba, que el suyo atravesó el vidrio de la cabina y se le enterró perfectamente en el cuello, cayeron inconscientes. Los demás guardias le apuntaban a los demás hombres de Ruff Rabbit y Zero, pero entre las luces aparece Toue lentamente mirando fijamente a Noiz con una leve sonrisa maliciosa. Un guardia se le acerca. 
  - Solo a ellos, señor? Dejamos libres a los demás? - 
  - Si, solo a ellos. A TI, maldito infeliz. - Esa última parte la susurró a Noiz. El guardia asiente y da la orden de dejar a los demás libres y los demás guardias cargan a Koujaku, Clear, Mink y Aoba, que lo tuvieron que sacar del mecha, y a Noiz. Los guardias se van retirando a sus camionetas y helicópteros, Toue se sube al suyo y dejan a los chicos en el suyo. Las fuerzas de su imperio se retiran de las Tierras Altas y se van de ahí rápidamente, pero Toue les tenía una sorpresa para todos, en especial al joven líder. No irían a Platinium Jail, irían a su otra base secreta, una que literalmente, estaba en las nubes. 


Bullet; Black Bullet; Black Bullet; Black 


Noiz despertó lentamente, aturdido y con la vista algo borrosa y oyendo algo distante, sacude la cabeza y repara en que estaban en una gran cámara, donde Aoba le gritaba que despertara, pero un soldado le hace callar. En frente de él estaba Toue con los brazos detrás de la espalda, mirándolo severo, pero con una sonrisa en su rostro. Vuelve a sacudir la cabeza y ahora veía y oía bien, no tenía muchas fuerzas, apenas para moverse, pero unos hombres con traje blanco y máscaras de gas le inmovilizan para ponerle las máquinas en su cuerpo, agujas en sus venas, que conectaban a tubos, que conectaban a más tubos negros que finalmente forman una selva de cables y tubos, la mayoría negros, mira abajo y estaba de rodillas, con los brazos levantados a cada lado por las máquinas y que....estaba sin camiseta, dejando su torso desnudo. Mira al frente con ojos severos. 
  - Que....Que este lugar. Que pasa. Y que es todo esto... - Apenas consigue decir. Toue sin quitarle la sonrisa, mira a un lado, donde estaban los demás, aunque solo estaban esposados con su ropa y de pie, siendo vigilados por varios soldados. 
  - Mink, podrías decirle la respuesta, cierto? - Los demás voltean su cabeza hacia él y baja la cabeza suspirando, se tardó un poco en responder, pero al fin dijo.
  - Es.....una cámara de extracción... - 
Eso a Aoba y a los demás le dieron un vuelco en el corazón, acaso sabían de que Noiz tiene esos extraños poderes, que ni él sabía de donde los sacaba? Toue asiente y vuelve a ver a Noiz.
  - Es correcto, verás Noiz....Sabemos que no eres una persona normal, no como nosotros. Sé que tienes algo que te diferencia de los otros. Y con esta máquina lo vamos a averiguar, bueno no. Porque ya lo sabemos, jeje. El caso, es que vamos a extraer de ti, toda fuerza y poder posible, para mi provecho. Aunque temo que podrías entrar en un permanente estado de coma por esto. Tu poder será utilizado por mi industria, para seguir expandiéndome y no solo podré lavar el cerebro de la gente, sino hacer muchas cosas más, Dios sabe que gracias a ti! -
Aoba se remueve, tratando de liberarse en vano - Eres un monstruo! - 
  - No, yo creo que ustedes son los monstruos por destruir mi amada torre Oval, pero sé que Noiz tiene toda la culpa de todo lo que ha pasado, a que si? - 
Noiz se sintió como si estuviera en el juicio final de su vida y le sentenciaran la pena de muerte. Bajó la cabeza y asintió.
  - No! No es cierto! Todos estamos involucrados! Déjelo ir! - Insistió Aoba. 
  - Pero apuesto a que los insitó a venir aqui, a unirse a su sucia plaga de ratas rebeldes. - Dijo con desprecio Toue. Sigue mirando a Noiz. - Alguna palabra que les quieras dedicar antes de empezar? - 
Noiz los mira, Aoba y Koujaku con los ojos aguados. - Bueno....Les dije que algún día sería atrapado por ellos y aquí está....Lo siento...Yo los hice venir aquí, yo les hice meterse en este embrollo del que son completamente inocentes....Todo esto...lo empecé yo....y lo terminaré yo. Solo quiero que....Nunca se rindan, sigan luchando por lo que aman, he visto en todos un gran potencial, el que si se lo proponen....podrán conseguir todo...Sigan luchando contra Hallyfax, no sabemos bien sus propósitos, pero sé que no son nada buenos, lo sé.... - 
Koujaku no pudo reprimir un sollozo. - N-noiz.... -
El joven líder lo mira y sonríe leve. - Tengo mucho que decirles, pero no tengo mucho tiempo así que....Lo resumiré en una palabra: Gracias. - Baja la mirada terminando de hablar. Toue les hace una señal con la cabeza a sus hombres y estos terminan de ponerle cables y tubos en el cuerpo, uno muy grueso con una base para su ojo izquierdo, tapándolo del todo y la mitad de lo que parece ser una máscara de gas, que solo cubre hasta la nariz y se lo ponen en la boca, eso tenía pinchos, con varias aberturas no solo para respirar, sino para lo que pasa a continuación....
  - Inicien la extracción. - Ordenó Toue. Los hombres movían rápidamente sus dedos sobre los comandos.
10%
.....
30%
.....
Los demás solo miraban horrorizados a Noiz, que no intentaba nada por escapar, como siempre lo hacía. Koujaku y Aoba lagrimeaban mientras lo miraban, a veces se intentaban liberar, pero los soldados estaban ahí para impedirlo. 
50%
.....
70%
......
80%
  - Por cierto Koujaku..... - Dice Noiz sin moverse de donde estaba, el pelinegro lo mira con lágrimas en los ojos, con el corazón a 1000 - Mi verdadero nombre....Es Willhelm.... - Dice con esfuerzo a través de esa máscara. 100% y luces empiezan a encenderse en algunos tubos y cables, los tubos transparentes se van llenando y transportando un liquido rojo, de donde la aguja y tubos estaban conectados, aunque ese no era el único color. También de vez en cuando verde fosforescente y las aberturas de la máscara se iluminan de ese mismo color, Noiz apretaba las manos y cerraba fuertemente el ojo. 
  - Ya basta! Porfavor...no le hagas sufrir más!! - Lloraba Aoba mirando a Toue, que miraba a Noiz sin que esa sonrisa se le borrara de su cara. Koujaku empieza a llorar cuando su corazón se para por un momento, en ese momento Noiz dejó de forzarse y dejó caer las manos y cabeza, cerrando los ojos, esas maquinas seguían funcionando y trabajando. Aoba gritó llorando fuerte, bajando la cabeza temblando fuerte. Toue los mira y les hace un ademán con la cabeza a sus hombres y ellos se los llevan de la cámara, él se quedaría un poco más admirando como uno de sus enemigos, al fin había caído ante sus pies.
Ellos caminaban por un pasillo blanco, Aoba no podía soportar más cosas malas durante el día, Koujaku, ni nadie tampoco. Se corta el oxígeno y el 85% del mundo muere, van a las Tierras Altas por ayuda y reciben más daño por el traidor de Neik y Hallyfax, que hizo que Ren jamás despertara. Y ahora Toue los tenía presos y bajo una extracción a Noiz.....Solloza, no lo podía evitar, al final.....Esta guerra está perdida....Pero Koujaku no pensaba de esa forma, pensaba de una vez los planes para ir a rescatar a Noiz de ahí y escapar todos juntos. Willhelm....que lindo nombre....No se rendiría ahí, claro que no. No moriría en las manos de uno de los hombres que más odiaba en el mundo. Saldría de ahí de alguna forma, mirando de un lado a otro, aun con lágrimas en las mejillas, obvio, esto no era un Adiós. Sería un....Un estallido interrumpió los pensamientos de Koujaku y de todos, cerca de ellos, el vidrio de una ventana que daba al exterior estaba rota y la pared también, vieron ahí y lo que nadie esperaba, quizá Koujaku si, el imponente Asylum con uno de sus enormes cañones a sus costados, justo a lado de esa prisión gigante entre las nubes. La voz de Theo y Beni resonó como si estuvieran hablando por micrófono. 
  - Venimos a por ustedes! Súbanse, que nos piramos de aqui! - Dijeron al unísono, y mientras ellos cuatro peleaban contra los soldados que los custodiaban, una compuerta de la base se va abriendo y del suelo empezando a salir una barra para que pasen de donde están, hasta adentro de la nave. Con las armas de los soldados Clear consigue quitarse las esposas y las de los demás. 
  - Rápido, es ahora o nunca! - Y corre por la barra para entrar a la base, seguido de los demás. Cuando ya están todos, la barra vuelve a unirse a la nave y la compuerta se cierra, Theo y Beni dirigían el Asylum, llevándolo lejos de esa prisión y activando los propulsores máximos que tenía, se alejan de ahí a una velocidad increíble. Por ahora no tenían a donde ir, ponen el piloto automático y van con ellos. Hablan un buen rato entre ellos, pero Aoba no dejaba de sollozar por Noiz, que se había quedado en la prisión, en esa horrible máquina, Theo al enterarse de eso, baja la cabeza y lagrimea, Beni le da unas palmaditas en la espalda. 
  - Ahora quien será el líder del Asylum? - 
  - Lo seremos tú, Theo y yo. - Dice Koujaku, mirando a la ventana, con aire frío, seguro y decisivo, cruzado de brazos. Sus ojos ardían con una llama roja danzante en su interior, llena de determinación y amor. No se quedarían ahí cruzado de brazos, mientras ese maldito de Toue mataba a Noiz, la persona más importante en su vida, lo rescataría y llevaría a la cima de la montaña de la guerra, para que gane junto a ellos, para que vea la pelea con ellos, todos cumplen un papel muy importante en el Asylum y Noiz, obvio no es la excepción. Salvaría a Willhelm, que reposaba en coma bajo el dominio de Toue....Pero todos nosotros, lo veremos arder en su perdición y le daremos su merecido.....Castigo.

Fin. Tercera parte
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Parte 3: Castigo

53 min read
Esta es la tercera parte de mi AU de Mechas de Dramatical Murder. 
Me está encantando escribir esta historia para ustedes, y espero que la estén disfrutando como yo.



No era dolor, pero se parecía bastante. Destacaba en sus pocos sentidos activos, era uno nuevo, pero no sintió ninguna gracia de ello. La derrota. Recorría su cuerpo, sintiendo un enorme vuelco en el corazón, casi como si se le iba a parar. Le hacía apretar los puños fuertemente y soltar resoplidos para calmarse. No era furia, mas se sentía horrible. Sentía el 85% de la vida muerta en la tierra sobre sus hombros, incapaz de moverse, sobre una inmensa montaña de cadáveres, que sufrieron sin merecerlo. El plan fue una estupidez grandísima, no debió subestimar a ese ser, porque sabía muy bien que todo esto fue obra suya. No había salido de su cuarto por mucho tiempo, no se atrevía a ver a nadie, ni siquiera a Koujaku. Sabe que él no lo culparía por lo que pasó ni su hermano, pero que hay del resto de la tripulación....
Ve por la ventana, las luces de los pueblos y las ciudades subterráneas habían vuelto, pero con que población la gastaría? Su cabeza empezó a hacer tics, debía controlarse, calmarse, no era un bonito momento para dejar salir la falla, así que solo bajó la cabeza y respiró hondo varias veces, no sabía que hacer ahora. Jamás se le ocurrió que algo así pasaría y no tenía planes por si pasara. Entrelazó sus manos mirando al frente pensativo. Una cosa era segura, no podrían conseguirlo solos. Pero una parte de él no quería pedir más ayuda, no solo por lo que se llama "dignidad", sino porque no quería involucrar a más gente inocente en esto; ya era demasiado con el apoyo de Theo y Luna Sanguinaria, pero sabía que no podían pelear contra Hallyfax cuerpo a cuerpo, lo sabía por experiencia. Cuando peleó contra él en la torre Oval, con apenas el rozo de sus dedos le ocasionó varias heridas profundas y una gran angustia a Koujaku. Además, si fuera realmente necesario más ayuda...¿A quién? Casi todo el desierto del norte de Japón lo buscan y desean su cabeza en una pica. Todavía deseaba la información que le pudiera dar Toue con respecto a Hallyfax, que por cierto, escapó del desastre de la torre en Platinium Jail a otro lugar, no sabe si fuera del desierto, pero seguiría buscando a ese hombre. También se preguntaba quienes fueron los que sobrevivieron al corte de oxígeno. La supercomputadora de la base estaba en eso, la mayoría son de la isla, pero aun así.....El toque de la puerta interrumpió sus pensamientos. Giró la cabeza a ella, sin deducirlo sabía bien quién era. Su voz traspasaba la puerta hasta llegar al cuarto.
  - ....Noiz? - Preguntó vacilante Koujaku. - Mira, nadie aquí te culpa por lo que pasó, creeme....Solo hiciste lo mejor que pudiste, como el gran líder que eres. - 
Noiz abre la puerta viendo al pelinegro sonriéndole levemente. - En serio....eso es cierto? - 
  - Claro, todos están contigo en esto, más yo. No solo hago esto por la misión en si, lo hago por ti. Después de tantos años....no te abandonaré. - Le pone sus manos en sus hombros. 
  - ...Como están los demás? - 
  - Bien, en general. Están esperando una respuesta a donde ir ahora, que la torre está destruida y eso. Aoba y Clear se están calmando por la impactante noticia, Theo está con Beni y Neik hablando en la sala de comando. - 
  - Y yo haciendo nada....que gran líder soy.... - 
  - Ya se te ocurrirá algo que podamos hacer, tengo fe en ello. - 
  - ....Je, gracias. - Noiz lo atrae adentro agarrando su kimono. Entrando de nuevo al cuarto, Koujaku cierra la puerta y lo besa. Noiz corresponde y siguen así más apasionadamente. Se mantuvieron de pie por un momento, para luego tumbarse en la cama aún besándose, sus manos recorren sus cuerpos mientras se van quitando la ropa....

Bullet; Black Bullet; Black Bullet; Black 

Aoba caminaba solo por los pasillos y grandes salas del Asylum. Clear había querido acompañarlo, pero quería estar un tiempo solo. Empezaba a amanecer y todavía sin nada que hacer, a decir verdad, no se sentía bien útil, en especial para Noiz y la misión, solo un soldado más....entre muchos más, que si mueren, no aportan nada. Quería ayudar, pero no sabía como y se sentía impotente, a pesar de tener buenas habilidades de combate tanto cuerpo a cuerpo como con Anubis. Otra cosa que pasaba por su mente casi todo el tiempo, es que en la pelea de la torre Oval contra Toue, esos símbolos....le ocasionaron unos Flashbacks de su pasado que la verdad no recuerda nada, pero no tenía sentido...había vivido con su abuela Tae y sus padres Haruka y Naine, pero esas visiones eran muy diferentes. Al tratar de recordarlas le dolía la cabeza, pero aun así veía imágenes. Suponía que era cuando era bebé y es entregado por una mujer, muy diferente a Haruka y con más edad que ella, detrás de un gran incendio y lo recibe por otra mujer, pero no le logra ver la cara. ¿Que demonios significaba eso? Pronto lo descubriría, con las palabras de la boca de Toue, eso ya es una misión personal. Llega a un angosto pasillo lleno de cables, comandos y luces de varios colores que pasaban la energía a toda la base. No había nadie más ahí, le dio una idea de llamar a un antiguo "amigo" suyo que sobrevivió al ataque principal de Midorijima, no es un traidor, sabía bien que todos odian a Morphine, pero sabía que le debía una al salvarlos de la pelea de la torre. Proyecta una pantalla y llama a Trip. 
Este contesta al instante, escondido en una base de una ciudad subterránea, Morphine no lo ayudaría a salvar a Virus de ese anillo gigante. Sentado, en frente de varias pantallas que vomitaban información y algunas con cámaras, Hersha vino y se acomodó en su regazo. 
  - Aoba? je, tiempo sin verte. - 
El joven suspiró de alivio. 
  - Si, yo digo lo mismo. Iré directo al grano. Trip, gracias por ayudarnos ahí en la torre. Utilizaste a Hersha para abrir las esposas. - 
  - Así es. No hay de que. Ustedes pueden hacer mucho más que yo con este asunto. Sé que...podrán hacer algo con las personas encerradas en ese anillo... - 
  - No te preocupes, te ayudaré a salvar a Virus de ahí. Pero no voy a traicionar a Noiz y los otros por ti. - 
  - Tranquilo, te entiendo. Ser líder de Morphine no ayuda mucho ahora....pero los ayudaré en lo que necesiten. - 
  - Muy bien, gracias Trip. Con su ayuda podremos. - 
  - Je...aunque no olvides del incidente de hace unas horas. Tae está bien? - 
  - Si, la salvamos con Noiz y Koujaku. Les debo tanto a esos dos por eso.... - 
  - Ya veo. Hagamos un cambio de información cuando la tengamos, yo lo que podría sacar de los archivos de Toue y tú de ese anillo. - 
  - Me parece bien. Si hay batalla... - 
  - Los ayudaremos. - 
Aoba sonríe. - Gracias. Bueno, nos volvemos a hablar. - 
  - Claro. - 
Y ambos cuelgan. El joven se apoya en una pared, mirando a la nada. No es un traidor, solo ayudaba y ellos le devolverían el favor cuando sea necesario, ya contaban con el apoyo de Morphine. Así podría ser algo útil para la tripulación, aunque una parte de él le decía que no sabría bien como hacer todo eso, y más a escondidas de Noiz y los demás. Eso le hacía sentirse horrible, pero si les dice, ellos le considerarían un traidor. Suspira cansado, a decir verdad no había dormido desde el ataque a la torre Oval y estira los brazos. Cuando ya se disponía a irse de ahí, oye pasos, de no sabe quién pero se estaba acercando. Siente un vuelco en el corazón, entrando en pánico. Se sentía como un niño que hizo algo mal a espaldas de sus padres y al fin ellos le pillaron. Mira alrededor nervioso,ve una muy pequeña y angosta abertura entre los cables y corre a esconderse ahí. Al fin cabe por ahí entre cables y comandos, solo sus luces iluminaban el lugar, se pone la mano en la boca para que se note menos su respiración y abre bien los ojos al ver a Neik deteniéndose en ese lugar. Lo mira con atención, algo asustado y con curiosidad. Se supone que mientras Nois está mal él debería hacerse cargo de la base, ¿Porque estaría ahí? Neik mira alrededor, como si confirmara que no hay nadie ahí y de su coil proyecta varias pantallas con rostros de varias personas completamente desconocidas para Aoba. Este frunce el ceño, ¿Que estaba haciendo? sigue en su escondite mirándolo. Esos tipos lo miran sonriendo seguros, otros severamente. 
  - A donde van? - 
  - Todavía a nada. Noiz no ha dicho la orden de ir a ningún lado.... - Responde Neik. 
  - No esperaremos todos los días por tu respuesta, Neik! - Dice otro de otra pantalla.
  - Lo sé, lo sé. Más tarde seguro Noiz dirá la orden de ir a un lado, para conseguir ayuda o algo así contra Toue y Hallyfax... - 
  - El nos ofreció algo muy grande! No lo defraudaremos y conseguiremos la inmortalidad! - Dice otro.
El joven lugarteniente baja la mirada, una parte de él no quería traicionar a Noiz para conseguir su parte del trato con el ser pandimensional, pero recuerda muy bien su conversación. Pero también recuerda que siempre quiso ser líder, siempre inferior a Noiz....
  - Oh vamos, no te pongas así. Tu mismo nos organizaste para cuando lleguen a su respectivo lugar le prendamos una emboscada, matarlo y que Hallyfax nos de la parte del trato. - Dice uno
Neik asiente sonriendo, embriagado por la avaricia del poder. - Si cierto, cuando de la orden, les contactaré al rato. - Ellos asienten y apaga las pantallas, su mente en realidad no era así, Hallyfax le revolvió el cerebro del todo, pero no lo sabía. Mira alrededor de nuevo, y sonriendo se retira de ese lugar. Aoba lo miraba con los ojos como platos, incrédulo, asustado y a la vez furioso. ¿Como podía ser posible? Es un verdadero traidor! Sale de su escondite cauteloso, viendo el lugar por donde Neik se había ido....representaba una amenaza a la tripulación y a Noiz en especial, planeaban matarlo! Tenía que decirle lo que acaba de presenciar, pero necesitaba más pruebas, porque si se lo decía así como así a Noiz no le creería y además, Neik estaría a la defensiva. Que tonto, pudo haber grabado el audio de la conversación con su coil, pero bueno. Al menos, se lo diría a Koujaku, que era el más cercano a Noiz y que tuviera cuidado y vigilar que no pasara nada. Vuelve a subir a los pisos superiores de la base, aunque todavía no sabía a quien decirle, quizá Clear. Al subir, ya era de día, la luz iluminaba los pasillos y cuartos a través de sus grandes ventanas. Por ahora, Hallyfax no es la única amenaza, también sería el lugarteniente del Asylum, aunque una parte de él pedía estar equivocado sobre todo esto. 


Bullet; Black Bullet; Black Bullet; Black 


Noiz tenía su cabeza apoyada en el pecho de Koujaku, después de tener unos momentos de "acción", sus jadeos ya se habían calmado y habían caído dormidos, al menos Koujaku, el joven líder seguía teniendo esos pensamientos que tenía desde el corte de oxígeno. Pero aun así lo reconfortaba estar con él, que le rodeaba con el brazo la espalda, sus cuerpos juntos y en un ambiente caluroso. Un escalofrío le recorrió la espalda al escuchar voces susurrándole, muy leves e inentendibles. Levanta la cabeza para ver el cuarto, se creía que se estaba volviendo loco con el tiempo o algo así, pero cuando la vuelve a acostar en su pecho, las vuelve a oír, más claras, aunque hablaban en Nórdico antiguo, por alguna razón las entendía perfectamente. Con cuidado se separa de Koujaku dejando su brazo sobre su pecho, éste se remueve un poco, pero sigue dormido tranquilo. Noiz se levanta de la cama, le importaba nada que no tuviera ropa, pero un así coje una larga gabardina del interior cubierta de pelos esponjosos para el frío y la usa como una túnica. Se agacha y quita el tapete del suelo, donde yacía una larga compuerta; la abre y saca de ahí una caja de metal, no tan pesada, como una maleta de la misma figura de la compuerta, abre los seguros y la caja, al verla sintió una punzada de recuerdos mordiéndose la lengua. Su antigua arma que le dió su padrastro Metallius, la hoja seguía siendo reluciente y reflejando todo como un espejo a través de esa plata inoxidable. La saca de la caja y se levanta apoyándola sobre el suelo. Podía ver el reflejo detrás suyo por la hoja. Sin sorprenderse ve a Koujaku mirándolo con interés sentado en la cama.
  - Que es eso? - 
  - Un arma. - 
Koujaku pone una car sarcástica. - Noooo...en serio? Haber, que tipo de arma es? - 
Noiz se voltea para mirarlo, el pelinegro apartó la mirada evidentemente mostrando lo sonrojado que estaba. Noiz suelta una pequeña risa mirándolo. 
  - Te pones así incluso con solo verme como estoy? Tal y como años antes. ¿Crees que no te vi cuando te pasó lo mismo cuando era niño y estaba semidesnudo en el desierto? - 
  - E-en serio? Gh...igualmente cállate! - Dice mirando a otro lado. (Ugh...que cuerpo....)
  - Jejeje, respondiendo tu anterior pregunta, no sé la verdad que es exactamente. La empuñadura larga como lanza, pero la hoja grande como la de una espada. - 
  - Ya veo. Está bonita, ese verde combina contigo. - 
Noiz no respondió ante eso, solo mira la hoja serio, como si tratara de descubrir algo. Koujaku lo mira extrañado ladeando la cabeza a un lado.
  - Noiz, estás bien? -  Este lo mira seguro y decisivo.
  - Ya sé a donde iremos. De vuelta a las Tierras Altas. - 
  - Eh? Tierras Altas, de donde es eso? - 
  - Están al otro lado de Japón. Ahí, fui a parar después de que nos separamos. Además allá es donde vive mi padrastro, lo considero mi padre, Metallius - 
(que nombre más raro) Pensó Koujaku para sí. - Tu padre dices? - 
  - Biológicamente, no lo es. Pero para mi es mi verdadero padre. Gracias a él es que tengo toda la fuerza de pelea. Y es que él es que gobierna todas esas montañas, y creeme que tienen un poderoso arsenal de combate, no les he visto mechas, pero si naves mucho más grandes que el Asylum. Sabes tan bien como yo que no podremos solos contra Hallyfax, aun con la ayuda de Theo. Ellos se unirán, lo sé. - 
  - Hmmm...si eso dices. Vas a dar la orden ahora? - 
  - Así es. - Deja el arma en la mesa y se va poniendo la ropa. - No sé si quieras ir. - 
  - Sabes más que bien que no te dejaría solo. - Se levanta y se va vistiendo también. Cuando los dos ya están, Koujaku pensó que Noiz se llevaría su arma, pero solo la dejó en la mesa, no hizo preguntas para no incomodarlo. Caminaron en silencio por los pasillos hasta llegar a la gran sala de comandos, donde Neik se hallaba en su lugar cruzado de brazos mirando al frente severamente, como siempre. Noiz le tenía una gran confianza hacia él, desde jóvenes habían estado juntos, peleado juntos, cuando Noiz fue ascendido al líder, nombró de inmediato a Neik como lugarteniente y sigue teniendo ese puesto hasta ahora. Pero jamás hubiera tenido pensamientos de que él tendría la mente sanguinaria y ávida de destrucción y un macabro liderazgo. Ellos dos llegaron donde estaba el lugarteniente y los mira.
  - Ya has decidido a donde ir? - 
  - Si. A las Tierras Altas, al sur de Japón, en los mapas las encontrarán. - 
Los hombres que monitoreaban las pantallas, empiezan a teclear y en menos de 5 minutos ya dieron con la ubicación y dirigen la base hacia allá. Aoba, junto con Clear aparecieron en la sala por un pasillo, el joven miraba con ojos asesinos a Neik, sabía cual era su plan, pero no lo culparía en frente de todos, no le creerían igualmente. Tendría que hacerlo con estrategia, aunque no quería por nada del mundo que Neik se revelara e hiciera daño a Noiz o peor, matarlo. Se ponen junto a ellos, Aoba aun mirándolo así disimuladamente, de repente posa sus ojos en un joven que tecleaba en sus pantallas holográficas, veía que sus manos temblaban un poco y estaba cabizbajo. No le podía ver la cara, pero tenía el pelo rojizo oscuro. Lo curioso es que su mesa o lugar de trabajo estaba muy alejada de los demás y era la única que estaba así. 
  - Oye Noiz, ¿quién es ese? ¿porque está ahí solo? - Pregunta.
  - Hm? Oh, él. - Mira al joven tecleando. - Es Mizuki. Un antiguo miembro, aunque se unió cuando era lugarteniente. Bueno, no es un miembro auténtico de Ruff Rabbit, porque su grupo, Dry Juice se unió a nosotros, porque según él serían más fuertes después de sufrir tantos ataques de Morphine. - 
  - Hmmm....pero no luce tan líder. - Comenta Koujaku en voz baja.
  - Lo sé, antes tenía el carácter de uno, pero después de una misión con Neik y el antiguo líder no volvió a ser el mismo y como que le tiene "miedo" a Neik, aunque no sé porque, nadie lo sabe. - 
Aoba entorna los ojos. Se fue con Neik.....quizá él tenga algo que probaba que Neik era un traidor, otro argumento, otra prueba! Tenía que hablar con Mizuki, pero en privado y con cuidado en sus palabras. Justo ahí el joven se levanta de su puesto, y se dirige hacia ellos. Evita mirar a Neik con un estremecimiento y encara a Noiz. 
  - Ya he hecho mi parte, Noiz. Puedo retirarme por el momento? - 
  - Muy bien. Solo por un par de horas, el viaje será muy largo. - 
Mizuki le agradece con una inclinación de cabeza y se va por el pasillo de la sala. Noiz mira a Aoba.
  - Que esperas? Querías hablar con él verdad? - 
  - Oh si. Con permiso, Clear necesito hablar con él a solas. - 
  - No pasa nada, respeto tus motivos. - 
Aoba le sonríe levemente y se retira del grupo a buscar a Mizuki, minutos después llega corriendo por la compuerta Theo seguido de Beni, que se posa en su cabeza. Jadeaba levemente mirándolos abatido. Ellos lo miran extrañados.
  - Theo, que pasa? - Pregunta el joven líder. 
  - Nii-san, en especial tu Koujaku, vengan conmigo, tenemos que hablar. - Esas tres palabras las dijo con severidad. 


Bullet; Black Bullet; Black Bullet; Black 

Mientras comía apoyando sus brazos en las barandas de la ventana, se preguntaba si era el único que sabría el verdadero secreto de Neik, al principio, cuando se alió con Ruff Rabbit, lo admiraba por ser "un miembro leal al grupo" y que pelearía por él, cuando en realidad solo quería sangre y destrucción y matar a cualquiera que se impusiera en su camino. Se estremecía al recordar como lo mira con ojos asesinos en el fondo de su océano oscuro llamado corazón. Quería advertirle a Noiz de la amenaza que tenía al lado, pero muy seguramente no le creería y no sabría como demostrarlo. Se sobresalta cuando alguien le toca el hombro por detrás.
  - Oh! perdón, Mizuki, verdad? - 
El se voltea y mira a un joven sonriéndole tranquilamente, con el pelo azul largo más allá de los hombros, pero le quedaba bien. Jamás lo había visto en el grupo. Lo mira algo desconfiado pegando su cintura a la baranda.
   - Calma, no te voy a atacar ni nada. Soy Aoba, no soy un miembro oficial, pero un gran amigo de Noiz, tu líder y de todos ellos. Quiero ayudar en esta situación, puedes confiar en mi. - 
   - No puedo confiar en nadie. - 
Aoba entrecierra los ojos extrañado por esa respuesta. Le vuelve a sonreír levemente. - En mi puedes, en serio. Porque sé que estás ocultando algo, no? - 
Mizuki pone ojos nerviosos. - C-como lo sabes? - 
El joven baja el tono de voz acercándose a él. - Es sobre Neik, verdad? - 
  - Hasta otra - Dice nervioso y se retira de ahí en camino a su cuarto. Aoba suspira y lo sigue. -D-deja de seguirme! - 
  - Espera! Tengo que decirte una cosa sobre él, porque sabes, estoy contigo de que es un traidor. - 
Mizuki frena en seco en el pasillo mirando al frente con ojos incrédulos. Sin voltearse dice:
  - Como sabes eso - 
  - Por eso quiero hablar contigo, Mizuki. Tengo un argumento más para probar que es un traidor, como tu piensas también. - 
  - No pienso. Sé que es un traidor. - 
Aoba asiente con algo de desespero - Entonces, yo te digo lo que vi, y tu a mi. - 
  - Porque debería confiar en ti? - Se voltea mirándolo serio. 
  - Porque quiero proteger a todos de la amenaza de Neik, en especial a Noiz, sabes que planea matarlo. - Le contesta con la misma seriedad en sus ojos dorados. 
Ellos dos se quedan así, sin moverse, solo mirándose. Después de unos segundos, Mizuki suspira bajando la cabeza y lo mira. 
  - Bien, te contaré. Pero en privado, en mi habitación, que es solo mía. - Le hace un ademán con la mano de que lo siga y reanuda la caminata. Aoba sonríe seguro y lo sigue hasta la habitación. Con la historia de Mizuki y la suya será sin duda que Neik es un traidor y siempre quizá lo haya sido. Cuando llegaron el joven abrió la puerta con el escáner táctil y con un movimiento de cabeza le pidió a Aoba que entrara y éste lo hizo. Cerró la puerta con seguro, el cuarto no era del otro mundo pero sería bastante cómodo estar ahí. Mizuki se sienta en la silla del escritorio mirándolo, Aoba en el borde de la cama. Se miran por unos minutos antes de empezar a hablar. 
  - Bueno, ya estamos aquí, empieza tu porfavor. - Dice Aoba
  - No. Quiero escucharte primero. - Contesta severamente Mizuki, aun desconfiaba un poco de Aoba. Este suelta un suspiro y le empieza a contar lo que vio hace unas horas. Le incomodaba un poco hablar de eso, aunque podía confiar en que el joven no era cómplice de Neik. Suena ridículo, Mizuki lo ve con ojos incómodos, hasta miedosos. Sería una ridiculez que estuviera de su lado, aun así le sigue contando, con Mizuki prestándole atención. Al terminar, éste se inclina más en el espaldar de la silla suspirando.
  - Eso no lo sabía. A quienes estará contactando? - 
  - No lo sé, pero ahora que Noiz dio la orden de ir a esas Tierras Altas, Neik les dará la ubicación para muy probablemente prepararnos una emboscada! - 
  - Tienes razón, esto se pone peor cada vez... - 
  - Bueno, ahora que conté mi parte, es tu turno. - Dice con desespero en su voz Aoba. 
Mizuki suspira largo antes de responder. - Ten en cuenta que jamás le he contado esto a nadie, solo a ti. Bueno, fue hace unas semanas cuando apenas mi grupo y yo nos unimos a ellos, en ese momento, Noiz era el lugarteniente, el líder era otro, ya tenía sus años, pero era fuerte, seguro, intimidante y con excelentes habilidades de combate. Neik era uno de sus mejores hombres en ese momento, y un día, el líder me ofreció ir con él y Neik para investigar un helicóptero que cayó cerca de la base en el valle. Fui con ellos para demostrar que a pesar de ser nuevo podría ser fuerte como ellos. El helicóptero estaba vacío, pero los que estaban ahí nos empezaron a atacar. Después de una ardua pelea, Neik me envió de vuelta a la base, que ellos dos se ocuparían de los que quedaban y que me curaran, que estaba gravemente herido. A la mitad del camino de vuelta me detuve a pensar, Neik pensaba que era un débil por estar así de herido en una "pequeña" pelea, así que para demostrar que no lo era regresé con más determinación y por ello más fuerza, antes de volver con ellos decidí ver escondido por unos arbustos. Quedaban pocos hombres de los del helicóptero, el líder peleaba con dos y Neik con uno fuerte. Me iba a dentrar para pelear con ellos, cuando vi algo que hizo que mi corazón se parara por un momento y abrir mis ojos bien con terror. El líder había matado a los dos que tenía y los miraba jadeando, pero jamás pensó que Neik con su arma, un cuchillo, se acercaba lentamente por detrás, sin hacer ningún ruido y.....  - Negó con la cabeza, no contaría más. 
Aoba intentó contener la sorpresa, incredulidad, el miedo que reflejaban sos ojos al oír todo eso. Esa historia era mucho peor que la suya u la prueba definitiva de que ellos dos estaban en lo correcto. Lo miró con la mejor seriedad posible.
  - Y te vio cuando hizo eso? - 
  - N-no lo creo. Pero desde entonces me ha estado mirando mal y tratado de la misma manera. - 
Aoba bajó la cabeza pasando sus dedos por su mentón, pensativo. Podría contarle con Mizuki a Noiz, pero estaba seguro que no le creería, el líder le tiene una gran confianza a Neik, no se creería fácilmente que es un traidor. Habría que contarle cuidadosamente y en el momento adecuado. Por ahora, solo podían estar alerta a cualquier movimiento del lugarteniente. Su mirada se encontró con la de Mizuki.
  - Noiz no se creerá nada de lo de mi historia y la tuya, Aoba. - 
  - Lo sé. Por ahora, tenemos que estar atentos a cualquier cosa sospechosa que haga. - 
  - Pero no vuelvas a espiarlo así.... - 
Aoba le interrumpe. - Fue sin querer - 
  - Si, pero con más cautela. - Y éste asiente. 
Ellos se miran severamente y Aoba se levanta. - En serio, muchas gracias por confiar en mi para contarme esta historia. Me ha sido muy útil. - Se dirige a la puerta.
  - No hay de que. Esto queda entre nosotros, o al menos cuéntaselo a alguien confiable, amigo tuyo. - El joven asiente sonriendo seguro. 
  - De nuevo, gracias Mizuki. - Abre la puerta y sale del cuarto. Camina a por algo de comer en el gran comedor de la base, antes de ir donde Clear o Ren, para contarles la amenaza que se oculta bajo el mismo techo. 


Bullet; Black Bullet; Black Bullet; Black 


Después de varias horas de viaje, recorriendo por las montañas, de vez en cuando ellos sacaban sus mechas para volar y correr por las empinadas montañas hacia las Tierras Altas. Eso ayudaba a refrescar los oscuros pensamientos, tanto de Noiz como los de Aoba y Koujaku. Esa conversación con Theo le heló la sangre y al recordarla se estremecía....No quiso engañar a nadie, y mucho menos a Noiz, pero ese secreto suyo no era tan fácil como para gritárselo a todo el mundo, como un tipo que corre gritando por las calles emocionado "Me dijo que si!! Tengo novia!". Todo gracias a esa sucia computadora SUI....Pronto se tendría que hacer algo con ese tema. Pero no quería nada de eso. Estuvieron discutiendo de que, como él era hijo de ya un difunto líder de una de las grandes ciudades subterráneas y mejor, peor para Koujaku, tener el derecho de GOBERNAR toda la isla de Japón. Eso quiere decir que él si quería le podía arrebatar el poder a Toue de las manos y ser él el que gobierne Japón. Aunque a los demás les agradaba la idea, a él no le hacía ninguna gracia, no quería eso, no quería tener el peso de toda una isla sobre sus hombros y no hacer nada al respecto. Era una enorme responsabilidad que no podía asumir así como así. Theo y Noiz planearon  volver a atacar a Toue y que Koujaku se hiciera con el poder de la isla, pero se refutó de inmediato y se descartó el plan. El ya sabía eso y le dolía recordarlo, pero les dijo que todo eso se quedara entre ellos y accedieron. Solo, esperaba con toda su alma que no llegaran a eso, porque tendría que hacer esa horrible decisión de gobernar o no. Solo quería estar, vivir con Noiz, no volver a separarse de él como pasó hace años, pero una parte de él le decía que eso cambiaría a tener una vida llena de poder y política, más que nada y sinceramente a Koujaku, le interesa nada de esos temas. Lo único que podía hacer era esperar a que el destino le diera la sorpresa. Pudieron haber abierto un agujero de gusano, pero gastaría demasiada y necesaria energía de la base, ya que a veces otros grupos con sus naves y mechas los atacaban, pero ellos siempre salían victoriosos y seguían avanzando. Con respecto a Neik, cuando tuvo la chance, contactó a sus otros líderes de la enorme pandilla de proscritos en Japón que vayan a las Tierras Altas y ahí planear la emboscada. Una parte de él sentía cierta lástima por Noiz, el muy inocente se creyó todas esas mentiras desde que llegó a Ruff Rabbit. Lo odia, con toda su alma y lo mataría con sus propias manos. 
Mientras, surcando por los aires y las montañas, Noiz y Koujaku jugaban al "corre que te pillo" por ahí, para relajarse de la tensa misión que les venía. Sabían que no solo sería a pedirle ayuda a Metallius, habría una que otra pelea, lo presentían. Retomando, Horus controlado por Noiz iba corriendo por los árboles, Red Toxic por Koujaku volaba detrás de él para atraparlo.
  - A que no me atrapas, pajarraco. - Dice resonante como si estuviera hablando por un micrófono Noiz. Koujaku sonaba igual y sonríe.
  - Te vas a enterar  -  Dice retador y acelera para alcanzarlo, pero en un par de segundos, horus desaparece por los muchos árboles que habían. Noiz podía sentir la velocidad del mecha y la agilidad al esquivar los árboles y perder de vista a Koujaku. Por esos momentos se olvidó de todos sus asuntos como líder de Ruff Rabbit y la base, disfrutaba estar con él, le hacía sentir.....como si todo estuviera bien y que todo tenía una solución. Después de mucho tiempo corriendo, hizo a Horus detenerse en la cima curva de la montaña que bajaba no tan empinado hacia un conjunto de colinas con varias rocas de diferentes tamaños aquí y allá. El Asylum se podía ver desde allí por atrás llegando lentamente; entrecerró los ojos frunciendo el ceño al ver ese "valle", se le hacía muy familiar, como un Deja vú que te deja confundido en tu mar de pensamientos, intentando armar ese rompecabezas, la pieza que falta se perdió en las profundidades de las memorias. Pero todo eso se vio interrumpido muy repentinamente cuando Red Toxic se lanzó a por él por detrás "Te atrapé!" Noiz oyó decir a Koujaku cuando lo derriba y bajando por la cuesta rodando con el mecha águila encima de él. Rodaron y rodaron interminables veces bajando y sin chocar con ninguna roca, hasta que pararon aun quedando Red Toxic encima de Horus lanzándole un grito de su animal extendiendo las alas. Noiz después de eso, logró divisar a Koujaku mirándolo sonriendo triunfante. El ríe levemente y el pelinegro se sorprende un poco.
  - Hace tiempo no te había escuchado reír. - 
  - Si, hace mucho que no lo hago. Pero me encanta. - Le sonríe levemente y Koujaku le devuelve la sonrisa. 
  - Te atrapé. - Repite.
  - Je, si ya me di cuenta. Ahora quítate de encima. - 
Koujaku suspira. - Bien, bien. - Y hace que Red Toxic se aparte de encima de Horus. Noiz vuelve a agarrar los mandos y se levanta. Ellos dos se quedan mirando el valle. 
  - Noiz, cuanto falta para llegar? - 
  - Ummm....poco, creo. - 
  - No pareces muy seguro. Es que no te sabes el camino cuando llegaste aquí? - 
  - Es......difícil de explicar. No llegué cruzando todo esto.... - Masculla Noiz, a Koujaku le había contado mucho de su pasado ni como había llegado a las Tierras Altas.
  - Entonces? - Dice más curioso todavía volteando la cabeza del mecha para verlo. En realidad, sus mechas no tenían la cabina como una ventana, era metal de color y todo, para ver a través de él, unas pantallas salían por toda la cabina para poder ver como si estuvieran mirando una ventana, pero exteriormente, solo había metal. 
Noiz no contestó, solo se limitó a bajar la cabeza. - Eso no sabría como respondertelo, Koujaku. Solo recuerdo que me caí por algo cuando estaba contigo de jóvenes y después desperté en una cama de la ciudad de las Tierras Altas. - 
Koujaku mira a otro lado pensativo. Eso empezaba a encajar. Por esos años se había preguntado a donde Noiz había ido después de caer a ese túnel de cristales. Como no hizo ningún contacto con ellos ni con esos cubos que por cierto se parecían bastante a los de Hallyfax......Todo tiene sentido ahora! Quizá ese misterioso mundo esté relacionado con ese ser, tenía que estarlo, retomando, Noiz pudo haber parado ahí en las Tierras Altas después de haber caído. Pero algo no entendía bien....acaso Noiz perdió su memoria de ese momento? Tenía que averiguarlo más a fondo para ayudarlo. Noiz seguía mirando al frente tratando de recordar y ahogó un leve y tembloroso grito estremeciéndose. 
  - Koujaku, yo recuerdo esta parte! Estamos cerca, lo sé. - Dice de repente, haciendo que el pelinegro salga de su nube de pensamientos.
  - Lo dices en serio? - 
  - Claro, sígueme. - Iba preparando los funcionamientos aéreos de su mecha.
  - Y el Asylum? - 
  - Ellos seguirán el trayecto del mapa. Además, no los dejaremos atrás. Solo cruzando este valle y unas montañas más y ya está. -  Horus echó a volar con Red Toxic al lado y a toda velocidad no por mucho tiempo, a lo lejos lograron divisar la ciudad Zero. 

Años, pasaron desde ese entonces. Una enorme ciudad con gigantescas montañas, lo había considerado su hogar hace muchos años. Los fuegos artificiales de su memoria empezaron a explotar. Muchos recuerdos felices, tristes, de pelea, discusión con su padre, más pelea...hasta ese momento...Ahora se reescribiría una nueva historia en ese lugar, en este nuevo presente. Con Koujaku, Aoba, Theo y los demás; y su padre Metallius. Con cada segundo se aproximaban más a la ciudad y más rápido latía su corazón. Le dijo a Neik que aterrizaran en el valle cuando ellos iban a la ciudad a convencer al rey de que no los atacaran, aunque se la tenían fácil, él amaba a Noiz como su propio hijo y obvio accedería a dejar estacionar el Asylum con las demás naves. Pusieron sus mechas en un conjunto de grandes y altos árboles algo cerca de la ciudad y se bajan. Noiz también y obvio baja consigo su arma en la mano, además de su rifle cargado al hombro. Aoba lo mira.
  - Traes esa arma de la que me contaste el otro dia? - 
  - Ellos saben muy bien, mejor que yo qué es esta arma. Cuando la vean, seguro la reconocerán y nos dejarán pasar. - 
El joven asiente y ellos empiezan a caminar hacia la ciudad, los demás miraban a todos lados impresionados, quien imaginaría que en Japón existiría tal lugar. Al empezar a caminar sobre el cemento blanco, entrando a la enorme Metrópolis, los guardias y las personas que caminaban los miraban extrañados, pero cuando Noiz enseña el arma, todos se sorprenden y se arrodillan ante él mientras caminaban. Algunos murmuran entre sí "ha regresado! después de tanto tiempo!" Theo se acerca a su hermano. 
  - Noiz, porque hacen todo eso? - 
  - Desde que llegué a vivir aquí me consideran el "Elegido de los Antiguos". No tengo idea de que significa, por si preguntas, pero por alguna razón puedo desatar el poder de esta arma como ningún otro, al menos sin contar a Metallius.... - Mira la hoja, que se reflejaba a si mismo. 
  - Ya veo. Nos será muy útil todo eso tuyo. - Le sonríe, Noiz le devuelve la sonrisa levemente. Caminaron por todo el trayecto de la ciudad para llegar al palacio, mientras, Clear vio que no había mucha gente y que eran muchísimo más grandes que un humano normal, no sabía que eran, pero no eran humanos, retomando por lo que habían muy pocos, seguro fue por el corte de Oxígeno y miró abajo con pesar en los ojos. Antes de subir por las escaleras, las puertas gigantes del edificio se abrieron de par en par y salió de ellas un hombre, un poco más grande que los demás, con una brillante y dorada armadura y una mirada penetrante que volteaba a los lados y su voz se escuchó por todo el lugar. 
  - Haber, haber! que está pasando aquí! - Vociferó severo. Se provocó un inquietante silencio cuando vio al grupo, frunciendo el ceño baja las escaleras lentamente. - No queremos más humanos aquí! Podrán volver a hacer turismo cuando yo de la orden, pero por ahora estamos viviendo momentos difíciles y no tenemos tiempo para ocuparnos de visitantes! - 
Noiz se acerca a él lentamente, con los demás detrás de él, su padre siguió protestando, pero paró todo eso al verlo con los ojos bien abiertos. Se quedaron viendo por un largo rato, Noiz serio con el arma en la mano, el mango contra el piso. Metallius mira la hoja y después a Noiz y tartamudea.
  - N-noiz....? E-eres tu? - Con los ojos como platos. 
  - Padre. Tiempo sin vernos, te extrañé. - Le sonríe levemente. El rey Titán esboza una sonrisa hasta cada oreja radiante y sus ojos brillando. Carga a Noiz abrazándolo fuertemente yendo de un lugar a otro con su torso. 
  - OOHH Noiz mi hijo! Ha pasado TAAAANTO desde la última vez que nos vimos! Pensé que no nos veríamos nunca más! - 
El grupo los miraba algo desconcertados, Aoba se puso una mano en la boca soltando una pequeña risa. Koujaku intercambió una mirada confundida con Theo, aunque Noiz les había contado de su padrastro Metallius, no se habían esperado eso. Después de que éste se calmara, hicieron una rápida introducción de todos, Metallius les dejó estacionar la base y sus mechas con las otras naves y caminaron poniéndose al día de los diferentes acontecimientos hasta el plan que tenían para derrotar a Hallyfax.
  - Y entonces, pensamos que podrías ayudarnos con esto. - Terminó Noiz.
  - Oh, pero claro! Todo por ayudar a mi hijo y su enorme grupo. - Le contesta Metallius. - Puedan ir a donde quieran, son nuestros invitados. - Les hace una reverencia. - Ahora, si me permiten. - Se da media vuelta y camina por un pasillo, dejándolos solos.  Aoba se cruza de brazos. 
  - Que bienvenida. - 
  - Entiéndelo, debe de tener muchas cosas por hacer. Nosotros también, pero por ahora nos podemos dar un descanso. Vayan por donde quieran, - Le agarra la muñeca a Koujaku - te quiero mostrar algo. - Y lo jala caminando por otro pasillo, el pelinegro sonríe levemente, no teniendo otra opción que seguirlo. Clear junta sus manos emocionado. 
  - Vamos, Aoba! tengo mucha curiosidad en este lugar - 
  - Jeje, si Clear. -  Y va con él saliendo del palacio a curiosear toda la ciudad, o lo que pudieran. Ren les seguía detrás, se alegraba por ellos, pero seguía sintiendo esa horrible sensación de ocultar un gran secreto a Aoba, que muy seguramente, o dos opciones. 1) O le odiarían para siempre 2) O sería una gran ayuda para ellos su información. Sea lo que sea, sabía que Aoba lo aceptaría como es, no es así de cruel. En el momento adecuado le contaría, Ren no era una simple entidad vinculada con Aoba, era un ser pandimensional tal como Hallyfax. 


En esas zonas hacía calor, y con esas aguas frías, era una perfecta combinación. La suave corriente se oía junto con los sonidos de las diferentes cascadas que había en la gran zona. El agua era transparente cristalina, se podían ver los diferentes peces que nadaban a favor de la corriente y las plantas debajo del agua. Ahí de joven Noiz siempre iba a tirarse al agua y lavarse, a pesar de tener todo el palacio a su servicio, siempre le gustó más estar ahí y años después trajo a Koujaku a casi hacer lo mismo. El pelinegro ve el lugar girando la cabeza.
  - Que lindo. - 
  - Si, yo solía venir aquí varias veces, la mayoría del tiempo, de hecho. Así podría recordar el tema que me enseñaste. - 
Koujaku lo mira algo sorprendido y se rasca la cabeza mirando a otro lado, sonriendo levemente. - S-si te acuerdas? - 
  - Je, como olvidarlo.  - Se acerca al borde de la roca en el lugar que lo llevó específicamente, algo parecido como a una piscina circular bordeada por la roca y a un lado una pequeña cascada, obvio el agua se iba por una abertura de la roca al enorme río principal. Ahí era profundo, ese lugar era una pequeña gruta que llevaba a quién sabe donde al subterráneo. Noiz se dirige a una roca cercana y se quita el rifle y la bufanda, el coil de cada mano y prácticamente su ropa. Koujaku lo mira frunciendo el ceño un poco. 
  - Se puede saber que haces? - 
  - Voy a meterme obvio, anda, tu también. - 
Koujaku vacila un momento mirando a otro lado, procurando no ver a Noiz poner su ropa sobre la roca y meterse. Dice un asentimiento y se va quitando la capa y el kimono. Mientras hace eso dice: 
  - Seguro que nadie viene aquí? - 
  - En esos años enteros los que estuve aquí no he visto a nadie. - Ya en el agua. 
Algo sonrojado se mete con él ya con toda su ropa sobre la roca con la de Noiz. Al meterse da un fuerte respingo estremeciéndose. El joven líder lo mira.
  - Jeje, te es muy fría? - Dice burlón. 
  - E-estoy acostumbrado a la caliente, así que calla! - 
  - Si, si como digas. - Noiz mira a otro lado aun sonriendo burlón. Koujaku da otro respingo de frustración, mirando abajo, al túnel de la gruta. 
  - Sabes que hay allá abajo? - 
  - La verdad no. Jamás se me había ocurrido bucear hasta allá. - Noiz levanta la cabeza. - Como crees que resultará todo este embrollo? - 
  - Je, no lo sé. - Se acerca a él y pasa su mano por su mejilla. - Pero lo resolveremos, como siempre lo hacemos, como cuando éramos jóvenes. -
Noiz sonríe levemente. - Siempre nos metíamos en problemas. No se diferencia de ahora. - 
  - Cierto. Ambos saldremos de esta....- 
  - Y podremos vivir una vida normal. - Termina el joven mirándolo. Sus ojos se miran por un largo momento y Noiz le levanta el meñique; Koujaku repara en que sería una promesa, sonríe y lo entrelaza con el suyo. Noiz lo aprieta un poco y lo suelta. El pelinegro le pone las manos en sus mejillas acercándose a sus labios, el joven líder sonríe pícaro y se besan. Mueven sus labios mutuamente, Koujaku pone sus manos en su cintura, Noiz le rodea la nuca con sus brazos. El se acuesta en una roca lisa que había cerca de la cascada con el pelinegro encima. Se separan unos centímetros, toman aire y vuelven a besarse, con sus labios abiertos apasionando el beso más. Aunque el agua estaba fría, ellos iban entrando en calor, mientras avanzaban en el momento....


 Bullet; Black Bullet; Black Bullet; Black 


Era un soleado día, estaban algo alejados de la ciudad, en un enorme campo de colinas y el césped verde brillante, algunas manadas de los animales que habitaban ahí corrían por ahí. Pero no se entrometían con el suave beso de Aoba y Clear. Este estaba encima sin incomodar a Aoba, mientras se besan entre suave y apasionado. Clear acaricia suavemente el pelo del joven, que tenía su mano en su mejilla. Había una suave brisa en el campo, se sentía bien con el sol. Ellos se separan y se miran sonriendo levemente.
  - Te quiero mucho, Aoba - 
  - Yo también, Clear. - Se besan cortamente y se sientan uno a lado del otro mirando el paisaje. El sonido del viento contra el pasto era bastante agradable. Su pelo se movía al ritmo del suave viento. A lo lejos se podía ver una parte de la gran ciudad de Zero. Clear sonríe levemente.
  - Esto...es hermoso. Jamás había visto algo así. -
  - Je, cierto. Yo tampoco. - Aoba, hizo una pequeña pausa. - Siempre estuve acostumbrado a la ciudad de Midorijima, y al desierto del Norte en general. Nunca pensé que algún día viera esto. - Baja la mirada sonriendo levemente. - Todo gracias a Koujaku....Noiz....y obvio, a ti. - Le acaricia suavemente la mejilla. Clear sonríe.
  - Yo antes de vivir en el templo estuve contigo. Pero por graves circunstancias tuve que irme, pero al fin volvemos a estar juntos. - 
Aoba al oír eso se sintió algo mal, porque no recordaba nada de eso y le encantaría hacerlo. Lo mira. - Siempre has estado solo, antes de conocerme? - 
  - La verdad no, estaba con mis hermanos por varios años pero..... - Baja la cabeza. - Si no te molesta, no me gusta hablar de eso. - 
  - Tranquilo. Es mi culpa por haberte preguntado eso. - 
Ambos se quedan mirando el paisaje, el pasto ahí era claro, con varios conjuntos de flores de los típicos colores blancos, morados, amarillos y rosa. El viento hacía ondular los cabellos de ambos y el sol los hacía brillar. Aoba se mira por un momento, la manga de su camiseta rasgada, su chaqueta atada a su cintura, sus pequeñas cápsulas, y el cañón que le dieron Noiz y Koujaku.....Al final el joven líder tenía razón, esto es una guerra. Pero con estos hermosos mundos, se sentía muy diferente. Pero lo que más le inquietaba, era Neik, pero por ahora no podía hacer nada con él. Para ser sincero....extrañaba su antigua vida con su abuela y el trabajo....Pero por otra parte, no se arrepentía de haber acompañado a Koujaku primero que todo a su viaje, donde más tarde conocerían a Noiz salvando sus culos en una ciudad subterránea, ir al desierto, encontrar el templo y supuesta mente reencontrarse con Clear, conocer durante el ataque a la torre Oval Theo y a Mink. Y tener su propio mecha Anubis! Le encantó la primera vez que lo probó. Mientras estaba sumido en sus pensamientos, Ren le da un leve cabezazo en el brazo. Aoba lo mira sonriendo.
  - Si? Que pasa Ren? - 
El Allmate mira abajo vacilante, pero segundos después lo vuelve a mirar seguro. 
  - Aoba, hay algo.....que tengo que decirte. - 
El joven lo mira algo extrañado, Clear se unió a la conversación. Ren siguió hablando.
  - Seré directo. Yo.......conozco a Hallyfax. Soy un ser pandimensional como él, nos conocemos uno al otro por muchísimos años. - Aoba y Clear pusieron los ojos como platos dejando caer su mandíbula.  
  - QUE?!?! - Ambos gritaron al unísono. Después Aoba dijo. 
  - P-p-porque nos lo dices hasta ahora, Ren?! - El Allmate baja la cabeza y las orejas.
  - Y-yo.....me daba miedo de que me rechazaras por ser eso....pero te juro que estoy de tu lado! - Insiste el perro. Aoba no estaba furioso, estaba impresionado. 
  - R-ren, eso quieres decir que nos puedes contar más sobre Hallyfax y saber como derrotarlo! - Esboza una gran sonrisa. - Tienes información muy valiosa, Ren! Llamaré de inmediato a Noiz. - Dice emocionado, proyecta una pantalla de su coil e iba a presionar la opción para llamarlo, pero Ren dijo alto antes. 
  - N-no! Todavía no lo llames... - Alza la cabeza para verlos - Para serles sincero, no sé mucho de Hallyfax, pero conozco una forma de hacerlo....(muy peligrosa) - Pensó para si - 
  - Que es, Ren? - Preguntó curioso Clear. Lo que dijo a continuación, le inquietó bastante a Aoba. 
  - Voy a atacar personalmente a Hallyfax. - 


Noiz hablaba con Neik en un edificio del palacio de Metallius, en un balcón hecho de mármol blanco y dorado, las barandas del mismo material al borde de éste. El joven líder miraba a la enorme ciudad, con sus naves viajando de aquí y allá como si fueran los autos. Las más grandes, muchísimas más grandes que el propio Asylum, solo eran para el combate, aunque no tenían mechas como ellos. Dentro de él, extrañaba volver a ver ese panorama, se sentía como si tuviera 14 de nuevo, entrenando y luchando al servicio de los ejércitos de Zero y ser considerado el hijo del rey....muy presumido, pero así eran las cosas. A veces en momentos tan tranquilos como estos se le olvida completamente que estaban en guerra con Toue y Hallyfax, que una gran batalla se avecinaba y que ÉL tenía que dirigir esas tropas, seguramente a sus muertes. Quien diría que un solo equipo rebelde ubicados en los principios de todo en un pacífico valle terminarían así...Deja caer la cabeza soltando un suspiro. Neik lo mira con si fría mirada de siempre.
  - Pasa algo? - 
  - No, nada en especial....solo que....sé que todos me miran como un líder fuerte, seguro e imponente pero....no todo el tiempo soy así....la mayoría de veces me siento muy cansado, Neik... - 
Este le pone una mano en su espalda. - Calma, Noiz. Lo que dicen es cierto del buen líder de Ruff Rabbit que eres, y entiendo que te sientas así a veces. Pero cuando todo esto termine, podrás descansar....(para siempre) -
  - .....Supongo que tienes razón....Pero para nada seré tan bueno como nuestro antiguo líder. Ese sí que era el ejemplo que quiero dar.... - 
Al lugarteniente le dió una punzada de incomodidad al empezar otro tema con su antiguo líder, pero trató de disimularlo. - Te apuesto, a que vas a ser mucho mejor que él. - Lo mira sonriendo seguro. Noiz mira al frente sin decir nada, el viento hacía mover su bufanda verde hacia delante. Justo ahí, entran los demás Aoba en la cabeza del grupo cargando a Ren.
  - Noiz! Hemos descubierto una manera de atacar y posiblemente derrotar a Hallyfax! - Dice entusiasmado y le explica lo que su Allmate le había dicho. Noiz muestra cierto interés al escuchar, el lugarteniente apretaba el puño escondido en el bolsillo de su pantalón e intentando disimular su rostro enfadado. Cuando Aoba termina de explicar, el joven líder mira abajo pensativo cruzado de brazos. 
  - Hmm.....Podría funcionar. - 
  - Es que lo hará, Noiz! Es una buena idea, hay que intentarlo! - Insistió el joven. Noiz suspira.
  - Bueno, sería una opción....Vamos - 
Todos asienten, menos Neik, que se quedaría ahí. Los demás se van de ese cuarto fuera de ese edificio. Al salir, Aoba mira algo nervioso alrededor cargando a Ren, que no estaba muy seguro de que esto funcione. El joven mira a Noiz. 
  - A donde vamos ahora? - 
  - Con eso que me dicen que Ren va atacar a Hallyfax.....Es algo telepático o por el estilo? - Se voltea a encararlos. 
  - Si, algo así. - Contesta Ren, mirándolo alzando la cabeza para ello. 
  - Entonces, conozco el lugar adecuado para eso. - Se voltea y señala una no muy alta torre de cristal negro que terminaban en puntas afiladas y esmeraldas que con la luz del sol brillaban y se podían ver a la distancia que estaban ellos. Aoba ladea la cabeza algo extrañado.
  - Y para que servirá ir allá? - 
  - Hace años a veces iba ahí, no entendí nunca como funciona pero, sé que es un buen lugar para establecer conexiones telepáticas, aunque no seas bueno en ello. Metallius me dijo que ya casi nadie iba y además que la mayoría de la población obvio se perdió por el corte de oxígeno. - 
  - Ya, entonces es un buen lugar para ir y que Ren se concentre más. - Dice Clear acariciando la cabeza del perro. Noiz se encoge de hombros y asiente. 
  - Supongo que si.... - Aunque tenía un mal presentimiento de todo esto. No solo de este nuevo plan que hizo Aoba de repente, sino de estar de vuelta en Zero....Ya discutió de eso con Koujaku en las piscinas naturales pero, aunque éste le dijo que no se preocupara por nada, que todo iba a salir bien, seguía teniendo ese mal rollo....Ese sentimiento de que iba a salir algo o todo mal y que habría una gran pelea dentro de poco, le quemaba los demás pensamientos, odiaba eso. Se supone que debía estar tranquilo de volver a su antiguo hogar y que contaban con la ayuda de Zero para combatir a Hallyfax pero.....Siempre tenía ese presentimiento. Sumido en sus pensamientos, los conduce hacia la torre, Aoba la mira y siente algo de incomodidad, era como sacada de una de las torres del infierno, solo que le faltaba fuego y listo. Además repara en que la torre era lo más oscuro que había visto en la ciudad, bueno, por lo que había visto de ella. Abraza y acaricia a su Allmate, con algo de miedo a que fracase, le recorrió un estremecimiento al joven al pensar en eso. Lo perdería para siempre? Ren era irreemplazable, sé que muchos dirán "Es solo un Allmate. Si se te daña el que tienes te puedes comprar otro, no tienes porque preocuparte por ellos." Pero él pensaba diferente, después de que Ren le haya contado su historia, sentía que él era parte de Aoba en si. Desde que nació siempre había estado con él, le tenía un gran afecto y la verdad....No quería perderlo por nada del mundo, como a todos sus amigos, en especial Noiz, Koujaku y Clear, ellos tres son los que iniciaron todo esto y le dieron la mano para unirse a ellos.
Cuando llegan, Noiz y Koujaku abren las gigantescas puertas de la torre, como toda que es, eran negras y el interior también lo era, aunque se podía ver bien por la luz que entraba en las aberturas entre los cristales que conformaban la torre. Nadie habló mientras subían las escaleras hacia el único cuarto que había. Cuando llegaron, Aoba y Clear se sorprendieron un poco al ver que solo en ese cuarto había una cama en el centro y que la luz del día le caía encima. 
  - Esto....Es todo lo que tiene el cuarto? - Pregunta Aoba, girando su cabeza hacia Noiz, quien sin mirarlo le contesta.
  - Si. Hagamos esto. - Se dirige a ella, los demás le siguen, Ren tenía las orejas bajas, asustado. Aunque todos sabían que no había vuelta atrás al plan. Aoba lo baja y se transforma en su forma humana, como era en Rhyme y con ayuda del joven se acuesta en la cama. Relajó los brazos a cada lado de la cintura y mira a los ojos a Aoba, ahora ellos dos se empezarán a hablar mentalmente, aunque los demás al menos podían percibirlo. 
"Vas a empezar a buscar a Hallyfax?"
"Si"
"Bien, vamos a estar aquí contigo."
"Aoba...."
"Si?"
"Perdona por haberte escondido esto...Pero es que-- "
"No lo menciones, te entiendo, Ren. Yo siempre te querré"
"Gracias" Ren cerró los ojos y empezó a concentrarse en silencio. El movimiento de su pecho se empezaba a hacer más lento, sus parpados temblaban, Aoba y los demás lo miraban con atención, todos sintiendo como la mente de Ren se iba rápidamente, más allá de lo que sus vistas podían alcanzar viendo el horizonte.
No se oía absolutamente nada durante los minutos más largos de la historia, Aoba ahí en el silencio se vio con la capacidad de escuchar incluso como el viento golpeaba contra los cristales de la torre, su propia sangre corriendo en sus venas, rápida y caliente, aunque Ren no era exactamente un humano, podía oír los latidos de su corazón también, los pasos lejanos de Metallius en el palacio e incluso sonidos que le recordaron a su infancia en Midorijima, la ciudad que ahora muy seguramente se volvería una zona de guerra, ellos, contra Hallyfax y Toue...Que había escapado del ataque de la torre en Platinium Jail y todos sabían que no se quedaría cruzado de brazos, los atacaría y con mucha ira y rencor....
Ren abrió los ojos de golpe. "Lo encontré"
"Se ha percatado de que estas ahí?"
"No, pero lo va a hacer. Voy a establecer un nexo, y luego, arrojaré el arponazo...."
Pasó un largo rato, sin que nadie hablara....
"Es...."
"Ren...?"
"...."

"Hello, Ren"

"Ya estoy enlazado a él"
"Es psíquico?"
"No, pero sabe que "hay algo" en el aire. Me acaba de saludar" Ren volvió a cerrar los ojos, la voz de su pensamiento se hacía más rápida. 
"Oh, aprende rápido....Sabe que puede comunicarse conmigo simplemente pensando, yo....Lo siento, Aoba, no funciona, no puedo hacerle daño,  no daña su mente, no daña su presencia, es como si yo golpeara un hoyo. No logro definir en que plano está su consciencia, pero aun si lo hiciera, o está "demasiado lejos" o simplemente no hay ningún tipo de compatibilidad..."
Hubo un largo rato de silencio, Aoba arqueó la espalda, viendo más de cerca a Ren, empezando a tener impaciencia. "Has visto alguna otra cosa?"
"He llamado su atención. Se está comunicando conmigo. Tiene curiosidad. Dios...Por lo menos eso, por lo menos un sentimiento en común con nosotros, al menos siente curiosidad"
"Ren, esto no me gusta nada."
"Aoba no, espera"
"Vuelve por favor"
"No, espera..."
"Ren, creo que puedo ver algo que tu no y no es nada bueno, vuelve por favor"
"Le acabo de preguntar porqué esta haciendo esto. El...oh...oh....No"
"Ren, BASTA"
"Aoba, él me quiere contar, espera....Dios"
"Que diablos está pasando? Que te está contando?"
"Dios...santo. Se está comunicando, me lo está diciendo en un lenguaje muy complejo...Demasiado. Lo traduce matemática y verbalmente, pero es muy rápido, muy vasto,me está enseñando muchas cosas, es....Dios. DIOS!" 
Aoba se puso de pie, eso alarmó a los demás que no estaban al tanto de la situación, pero sabían que algo malo estaba pasando. Aoba tomó a Ren por los hombros. 
"VUELVE YA"
"Eres terriblemente egoísta, no puedes hacer eso. No tiene importancia, no puedes hacer eso! No por ese motivo! NO! NO PUEDES HACER ESO, LO SABES! TIENES QUE SABERLO! NO PUEDES SER TAN DISTINTO COMO PARA NO ENTENDERLO! BASTA! NO TIENES IDEA!"
Aoba empezó a sacudir a Ren, pero no podía cortar el lazo, no sin abrir más su mente, Ren no era cualquier persona. Los demás se empezaban a preocupar y asustar.
  - Q-que está pasando, Aoba-san? - Pregunta asustado Clear. Noiz cruzado de brazos sin cambiar mucho su expresión de siempre repara en que estaba pasando. 
  - Ren no puede escapar del lazo de Hallyfax, lo esta matando. - 
"ESCÚCHAME!"
  - Ren, suficiente! Ven ahora! Déjalo ya! - Gritó Aoba. 
"HALLYFAX, ESCÚCHAME. SOLO ESCÚCHAME"
Aoba rodeó sus hombros y lo inclinó en la cama. "REN, VEN ACÁ AHORA. NO VOY A ACEPTARLO"
"NO, NO....BASTA...NO! AAAAHHHH! AOBA! DIOS MIO, DIOS MIO! QUIEN SEA! AYUDA! AYUDA!"
  - Ren, porfavor vuelve ya! - Aulló Aoba.
Ren abrió los ojos de golpe y lo tomó por los hombros, tan fuerte, que hasta lo hubiera podido levantar. Se apoyó en él e intentó incorporarse, tenía los ojos bien abiertos hasta donde podía. "AOBA, CUIDADO. CUÍDATE MUCHO. CUIDADO AOBA. POR FAVOR, CUIDADO, CUIDADO!"
Los dos cayeron al suelo aparatosamente. Los demás estaban demasiado impactados como para hacer algo. 
  - Ren! Basta! - Aoba intentó inmovilizarlo en vano, todo lo que logró fue mantenerse abrazado a él, Ren gemía, intentando vocalizar alguna palabra sin éxito. - Ren vuelve! Porfavor, te lo ruego! Ya basta, ya basta! - 
"CUÍDATE AOBA. CUIDADO PORFAVOR. CUIDADO, CUIDADO. TE QUIERO BASTANTE. CUÍDATE MUCHO" 
La torre empezó a temblar violentamente por unos segundos, ellos se tambalearon de un lado a otro cuando al fin se detuvo. Pero también Ren dejó de moverse y volvió a su forma Allmate cayendo al suelo, inerte. Aoba cargándolo en sus brazos, lo abraza fuerte, empezando a llorar.
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En el comedor del Asylum, estaba el grupo de la destrucción de la torre y la mayoría de los hombres de Theo, que por cierto le dejaron tener a Set dentro de la base y estar con su hermano comiendo plácidamente como los demás. Noiz comía lentamente por las heridas ya vendadas por Koujaku que estaba a su lado. Nadie sabía que decir sobre la misión, la verdad, nadie se esperaba que saldría así, pero fue otra "misión cumplida".  Aoba rompe el silencio.
  - Ahora que hacemos? - 
  - No lo sé la verdad. Supongo que descansar un rato después de todo esto. Todos tenemos nuevas heridas y cicatrices que estarán siempre ahí. - Responde Noiz mirando la ventana, se lograba divisar grandes pueblos a lo lejos, todo ese tiempo se había hecho de noche y sus luces resplandecían a lo lejos. El joven asiente de acuerdo con la decisión del líder y siguen comiendo en silencio. Ren tenía una expresión asustada en su interior, sabía que tarde o temprano, algo muy malo iba a pasar, no con Toue, sino con Hallyfax, sabía que estaría más que furioso con ellos. Los quería proteger, pero no sabía como y eso le hacía sentirse impotente....al final, cada uno se fue por su lado en la base por unas horas, Beni estando con Theo para platicar más, Aoba y Clear juntos como siempre, Mink hablando con unos hombres y Noiz y Koujaku, tomados de la mano mirando por la gran ventana que se extendía por el costado de la nave, los pueblos y las estrellas de la noche. 
  - Menos mal salimos de ahí con vida, especialmente tú. No sé que haría si te hubieras muerto... - Dice Koujaku.
  - Je, es tan típico de ti ser así de sentimental... - Apoya su cabeza en su hombro. El pelinegro sonríe mirando por la ventana acariciando su pelo, unos minutos después, los demás se les unen y en una fila horizontal miran la hermosa noche de hoy, al fin sintiendo que todo está bien.



Bullet; Black Bullet; Black Bullet; Black


Las leyes físicas ni nada de eso existe en ese lugar, todos dicen. En esa oscuridad infinita hay sus propias leyes. Un árbol. Que cruzaba por millones de galaxias del todo tipo, hasta en el mortal, incluso para él, el universo negativo, donde se mostraban réplicas de la Tierra y los otros sistemas solares.  Del tamaño del infinito del edificio más alto en la Tierra. Plantado en la base de una pirámide morada oscura el triple de grande que el árbol. Por sus gigantescas y larguísimas ramas con hojas inmóviles, pasaban como rayos de luz blanca y morada, por todas y cada una de ellas. Pero pasaban esos rayos con un ritmo peculiar, como si el latido de un corazón los impulsaran a ir desde el centro del árbol hasta la punta de la más pequeña rama. Casi saliendo del laberinto de ramas, estaba él. Apenas por las luces de los rayos de las ramas, se podía ver su silueta, del todo oscura que se podía combinar con el mundo negro que lo rodea. Solo sus ojos morados, igual que los rayos se podían ver con la más mínima claridad. Esas personas le habían hecho enojar, no por la caída de la torre Oval de ese estúpido con el que estaba aliado, sino por destruir su trabajo. Emite un gruñido que pudo haber hecho temblar un planeta entero, y extendió un brazo lentamente hacia una rama. La agarró fuertemente y la arrancó del árbol. Los rayos de luz morada que pasaban por ella dejaron de brillar hasta extinguirse. Esos merecían pagar, no saben nada de él, y en serio no quisieran haberlo sabido....
Átomos: desacelerados.
Escogiendo electrones. Electrones: desfasados.
Disminuyendo electrones. Electrones disminuidos.
Escogiendo estructura molecular. Debilitando estructura molecular.
Estructura molecular debilitada.

ELECTRICIDAD CANCELADA. 

Bullet; Black Bullet; Black Bullet; Black 


Todas las luces de todos los pueblos visibles e invisibles se empezaron a apagar lentamente, cada lámpara, por más pequeña que fuera se extinguió, las de las calles, los edificios, las casas de las centenares de familias, incluso ocurrió en las ciudades subterráneas, que se sumieron en una oscuridad infinita, igual la mismísima Platinium Jail quedó a oscuras. Midorijima, las pocas que quedaban también, mientras los cubos obreros seguían trabajando emitiendo solo su leve luz natural. La Asylum fue lo único que tenía luz en todo el desierto. Incluso los rayos de tormenta próxima cesaron. No solo pasó en todo Japón. Sino en todo el mundo, China, Estados Unidos, España, Rusia, África, Australia, hasta la más pequeña isla de Oceanía. Noiz y los demás se miraron desconcertados y a todo el panorama a oscuras del desierto. 
  - Que está pasando? - Pregunta el líder, caminando a la sala de control, donde sus hombres seguían tecleando en sus pantallas y Neik mirando a la ventana del frente extrañado. 
  - No lo sabemos todavía Noiz. - Dice cruzado de brazos.
  - Al parecer la electricidad de Japón ha sido cortada....Oh dios mío... - Dice el hombre más cercano a ellos mirando a su pantalla. Koujaku y los demás habían seguido a Noiz. 
  - QUE pasa? - Vuelve a preguntar.
  - N-no es solamente en Japón, señor. Es...en todo el mundo. No hay una pizca de electricidad.
A todos les dio un vuelco en el corazón al oír eso. Aoba baja la mirada empezando a tener miedo. - Que diablos está pasando aquí...? - 

Bullet; Black Bullet; Black Bullet; Black 

Hallyfax tiró de otra rama cercana a la que había arrancado. La luz de ésa era muy potente, más que las demás. Se empezó a apagar, hasta extinguirse, como la otra...
Debilitando: Ozono. Ozono debilitado.
Masa molecular: dividida. Química: interrumpida. 
Ciclo: desfasado.
O2: interrumpido.

OXÍGENO CANCELADO.

Bullet; Black Bullet; Black Bullet; Black 

Noiz sintió algo en su interior, algo que se iba rápidamente conforme respiraba. Empezaba a ver borroso, pero lograba divisar que a sus hombres les pasaban lo mismo y cayó de rodillas conteniendo la respiración. Koujaku y los demás lo miran asustado y éste lo ayuda a mantenerse.
  - Noiz! Que pasa? - 
  - Me siento....asfixiado.... - 
De repente, el pelinegro empezó a sentir lo mismo y se cogió el cuello intentando atrapar aire, pero no había. Era como estar en un lago atado de pies y manos en lo más profundo, sin poder respirar. Aoba y los demás estuvieron en lo mismo poco después. Se tapaban la boca para no dejar el aire que tenían en sus pulmones. El líder que algunos de sus hombres se desmayaba o caía sobre su teclado muerto. Miró rápidamente a Beni. 
  - Beni...! Ve a la sala de conexiones y.....activa....las reservas de... - 
  - No digas más.  - Y salió corriendo en su forma humana hacia tal sala, mientras la tripulación de la Asylum iba muriendo lentamente.....


Bullet; Black Bullet; Black Bullet; Black 


La pequeña miraba aterrorizada como sus amigos en su fiesta de cumpleaños caían al piso cogiéndose el cuello, convulsionando, echando espuma por la boca con los ojos en blanco y al final quedaban inmóviles. Lágrimas caían por su rostro sin cesar. Miró alrededor, quedándose sin aire también.
  - PADRE! - lloró. - PAD-- De repente lo vio, y el hombre iba corriendo hacia ella para abrazarla, pero se cogió el pecho y cayó al suelo muerto. La pequeña lloró más fuerte, gastando su último aliento y cayó de rodillas para desplomarse al lado de su padre.
Madre e hija saliendo de la peluquería, con su pelo recién arreglado, se estropearía cuando ambas cayeron asfixiadas sobre un gran charco de agua, cada ser humano caía al piso sin vida después de desperdiciar su último aliento gritando aterrorizado. El pequeño de dos meses con vida, se iría sin hacer ningún movimiento, todavía en la cuna mientras su madre caía abriendo la puerta para ir a por él. 
El joven jugando videojuegos con su grupo de amigos se había quedado muerto mirando la televisión apagada aun con el control de la Play Station 4 en las manos. En todo el mundo se oían gritos. En los gobiernos, ni tenían tiempo de ponerse la máscara de oxígeno. Todos iban cayendo como peso muerto, dondequiera que estaban, los carros se estrellaban en vano con sus conductores muertos mucho antes. Las bases militares buscaban como locos las máscaras de oxígeno, estaban tan horrorizados que no se podían mover bien y temblaban violentamente hasta caer sin lo que estaban buscando en esas cajas. Algunos sobrevivientes del ataque de Midorijima iba en las mismas. Pero gracias a la base militar de Japón, ellos mantenían la calma y les daban las máscaras de oxigeno a las personas y se ponían para ellos mismos. No solamente era una situación humana. Las plantas morían y marchitaban a una velocidad increíble, dejando al olvido su hermoso color verde a uno mucho más oscuro. Los animales caían como recién cazados por el cazador del bosque. Las migraciones de pájaros caían como si fuera lluvia, los insectos también, hasta la recién nacida mariposa. El leopardo que acaba de cazar su presa del día cae a lado de ella. La familia de osos que caza sus peces en el río caen al agua y son arrastrados por ella. Los peces flotaban en el agua con la panza arriba, igual que los tiburones y las ballenas se iban al fondo del mar por su gran peso hasta acabar en dios sabe donde....

Bullet; Black Bullet; Black Bullet; Black 

Las luces del planeta, las que significaban la vida de cada ser vivo se iban apagando rápidamente. La atmósfera se iba tornando de su color azul a uno amarillento. 
Hallyfax no podía permitir eso, si la masa del planeta auténtico moría,se modificaba también en el universo negativo y perdería lo que ha estado buscando todo este tiempo para siempre. No podía, no quería dejar que MAGNO muriera.
Supuso que ya fue suficiente castigo para ellos y cada vez se interesaba mucho más en esos seres, quería jugar un poco más con ellos antes de destruirlos a todos y el planeta. Así que volvió a conectar ambas ramas como si fueran enchufes y la luz volvió a aparecer lentamente. 
Rehabilitando: Ozono.
Ozono: volviendo a su función normal.
Masa molecular: completa.
Química: ¿0?
Química: ciclo restaurandose.
Ciclo: corre.
O2: corre.

OXÍGENO RESTAURADO. 

Bullet; Black Bullet; Black Bullet; Black 


Ya basta decir que los sobrevivientes de Japón (los únicos) se enteraron de que todo había vuelto a su curso normal. Las personas se quitaron las máscaras y volvieron a respirar tranquilamente, se abrazaron y lloraron, no de felicidad. Ellos no eran los únicos sobrevivientes, pero no tenían a nadie más. Aunque no se conocieran se abrazaban llorando la pérdida de sus seres queridos, así en varias ciudades alrededor de Japón. La base militar del país se puso manos a la obra, sacando varios recibos de información en las últimas horas sin oxígeno. Pero la Asylum, gracias a Beni, SUI y la computadora, supieron todo eso mucho antes, pero aun así habían perdido hombres y algunos lloraban su pérdida. El joven Allmate logró activar las reservas de oxígeno de la base y todos le deben la vida por ello. Aoba cayó de rodillas, llorando cubriéndose la cara, en frente de esa ventana en la que todos hace unos minutos, estaban tranquilos y felices. Koujaku no pudo reprimir unas cuantas lágrimas por esto. Clear abrazaba a Aoba para consolarlo, pero por ahora, no tenía nada de caso. Mink miraba abajo con ojos de lástima. Noiz, al saber que pasó todo, no quiso hablar con nadie por horas, encerrado en su cuarto. No lloraba, pero sentía una pena...no. Un sentimiento horrible en su pecho. El sentimiento de derrota absoluta. Sabía bien que eso lo hizo Hallyfax. Sentado en el borde de su cama, apoyando los codos en las rodillas y la cabeza baja en sus manos. Theo lloraba en silencio con el grupo, siendo acariciado por Beni. Koujaku quería hacerle lo mismo a Noiz, pero sabía que por ahora no. El único sentimiento, el más general sin duda en el Asylum era la derrota y vergüenza. 
Ese día la Tierra lo recordará por generaciones. 
Se había perdido el 85% de vida en el planeta. 


 Fin. Segunda parte
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El líder se acuesta en la cama cansado, no podía sacar de su cabeza esas palabras que Hallyfax, que era el creador de esos cubos, le dijo en la conversación. Lo último que dijo le hizo cerrar la conexión. Lo recuerda bien. 
" - Y es que no puedes tomar lo que quieres y te largas? - Le espetó Noiz.
  Hallyfax finds that very difficult.
  - 
Y porqué? - 
  Because I need to destroy this planet. "
Noiz se remueve sobre las sábanas, hasta casi quedar en un rollo. Por primera vez, no sabía que hacer ante ese Hallyfax. Aunque seguían rumbo a Platinium Jail para encontrarse con su hermano menor Theodore. La primera vez que se reencontraron, éste casi lo mataba en una pelea, pero al rato comprendió y de vez en cuando se comunican para estar al día con sus diferentes novedades. Aunque Theo, lo sabe por experiencia que es muy hostil con desconocidos, así que intentaría tranquilizarlo.Un ruido procedente de la puerta abriéndose interrumpió sus pensamientos y vio a Koujaku entrar y tumbarse a su lado.
  - No te preocupes, Noiz...todo estará bien, ya verás. - 
  - ......Esa amenaza me la estoy tomando demasiado en serio. Ese tal Hallyfax es quien creó esos poderosos cubos que construyeron una fortaleza en apenas días en una de las más grandes ciudades de Japón.... - 
  - Si, lo sé. Pero sabes que pase lo que pase, yo siempre te ayudaré - 
  - Je...gracias....Sigues siendo tan sentimentalista como siempre. - 
Koujaku sonríe. 
  - Lo sé. Y tu sigues siendo además de un niño, muy hermoso... - Se acerca a sus labios.
  - Quizá ahora puedas tranquilizarme. - 
  - Tenlo por seguro. - 
Y los dos se sumieron en un largo y apasionado beso, pasando sus manos por sus cuerpos, mientras les daba la noche. 
 
Koujaku seguía dormido con las sábanas puestas, la luz se filtraba por las cortinas de las ventanas, abre los ojos levemente y se sorprende a ver a Noiz, su cabeza durmiendo sobre su pecho tranquilamente. No podía creer que además de lo estaba presenciando, que otra vez lo....Sacudió la cabeza para quitarse esos pensamientos de la cabeza y acariciar la de Noiz, aun dormido. Minutos después, éste se despierta estirándose como un gato e incorporarse. Bosteza y lo mira con el pelo algo despeinado.
  - Buenos días, bello durmiente - Koujaku sonríe.
  - ....Buenas... - Se restriega los ojos y se levanta estirando los brazos, ellos solo tenían sus bóxer puestos; Noiz se pone su ropa, y por último su coil en cada muñeca. Mira a Koujaku.  - Al frente de nosotros está Platinium Jail, cámbiate, Aoba, Clear, tu y yo iremos a buscar a Theo, los demás... - 
El pelinegro lo interrumpió. 
  - Quien es Theo? El familiar que decías y que nos ayudará? - 
  - Así es. Mi hermano menor. Es bastante fuerte y hostil normalmente, así que no lo subestimes. - 
  - Bien. - Se levanta y se va poniendo su túnica y capa con los orbes y la funda. Al cabo de poco, ambos ya estaban listos y Beni se posa en el hombro de Koujaku. Salen del cuarto y caminan a la sala de comando, donde los esperaban Aoba, Clear y Neik. En la ventana, se veía el panorama de la gigante ciudad con sus deslumbrantes muros rodeandole. Traspasan los muros y oficialmente entran a Platinium Jail, en todas partes había luces figuras holográficas y fuegos artificiales, y en el centro la poderosa torre Oval. Noiz miró con desprecio la torre, haciendo referencia al señor Toue. Le da una señal al piloto principal de la base que aterrice en una zona despoblada al norte. Mientras recorrían la ciudad, Koujaku y Noiz miran con ojos furibundos la torre, que estaba a unos metros de ellos.
  - Cuando consigamos la ayuda de mi hermano, la misión será destruir la torre. - 
  - Porque? - 
  - Motivos personales, pero la mayoría querría eso también. - 
Todos contestaron con un grito al unísono. Llegaron allá y aterrizan en una zona vacía donde podía caber la nave. Noiz encargó a Neik de la base mientras sale con los demás afuera y se encaminan por las calles llenas de gente y luces. De pronto, se alejan demasiado hasta entrar en un callejón sin salida.
  - Noiz, porqué nos trajiste hasta acá? - Pregunta Aoba un poco nervioso.
Antes de que pudiera responder, una pandilla se les acercó, amenazándolos, equipados de armas. Koujaku pone su mano sobre el mango de la espada, Aoba va cargando su pequeño cañón y Clear su arco y flecha, sin embargo Noiz solo los miraba con las manos en los bolsillos, sin hacer nada, mirando indiferente. Los tipos atacan hacia ellos, pero antes de que alguien pudiera hacer algo, los que se acercaban demasiado caían muertos con flechas directamente al corazón. Miraron hacia arriba y del techo de un edificio que conformaba el callejón saltó alguien encapuchado cayendo en frente de ellos. Se levanta y con una gran ballesta, les dispara flechas a los atacantes, hasta acabar con todos. Todos menos Noiz lo miraban con ojos desorbitados, Beni, que seguía en el hombro de Koujaku lo mira también así. Antes de darse la vuelta, el sujeto se quita la capucha de su sudadera negra, con una gabardina negra, desde el cuello hasta el extremo botones de metal plateados, botas también de ese estilo y de los pantalones colgando una cadena de hierro que brillaba a la luz de la ciudad. Sus guantes sin cobertura en los dedos en los nudillos con pinchos, su pelo del mismo color que el de Noiz, solo que más largo. Se da la vuelta y los mira maliciosamente. Todos menos Noiz se lo quedan mirando pasmados, tenía un parche en el ojo derecho, pero el otro ojo brillaba como una llama verde, llena de violencia, pero a la vez lo contrario. Se cruza de brazos aun mirándolos con el ceño fruncido.
  - Te has tardado esta vez, hermano - 
Aoba y Clear miran a Noiz sorprendidos, él no les había dicho que era su hermano al que iban a ver, pero a Koujaku si.  
  - Después de tantos años, nos reunimos de nuevo, Willhelm. - 
  - No me llames así. - 
  - Willhelm? - Pregunta Aoba.
  - ....Ese es mi verdadero nombre. Casi nadie me llama así. - Contesta el líder. - Igualmente, ellos son Aoba, Clear y Koujaku. Vienen conmigo. - 
Theo los mira desconfiado apretando los puños con sus brazos cruzados. 
  - No me fío igualmente. Se supone que solo íbamos a vernos tu y yo. - 
  - Pues hoy no ha sido así. No los conoces todavía, si vienen conmigo es por algo y confío en ellos. - 
El hermano se acerca a él, sonriendo maliciosamente y retorcida. 
  - Y sabes cuanto me importa eso? - 
  - Ten respeto por tu hermano mayor, niño. - 
  - Oooh....el hermano que apenas un año que lo conozco? - 
  - Es que todo este tiempo que has estado intentado hacer, buscarme? Porque no lo creo. - Se acerca a Theo amenazador.
  - No he podido desde que tengo 5 años, porque sabes MUY bien que estuve en Arabia idiota! - Le espetó Theo. 
  - .....Arabia? - Dice de repente Koujaku.
  - Jamás les contaré nada de mi. - Dice frío. 
  - Ya se los contamos luego. Theo es bastante hostil con la gente normalmente. - Explica Noiz dándole a su hermano menor un codazo en el bíceps. 
  -  Grrr...igualmente... - La expresión de Theo cambia completamente a una feliz y tierna y abraza fuertemente a su hermano. - Te extrañé taaanto Nii-saaan!!! - 
Todos lo miran sorprendidos menos Noiz, que sonríe levemente y corresponde el abrazo con solo poner sus manos en su espalda. Aoba seguía impresionado por el cambio repentino en la personalidad de Theo, pero bueno. Ellos dos siguen hablando entre sí, mientras los tres los miran sin saber que hacer, Koujaku mira a Beni en su hombro y le pregunta algo, pero él tenía toda so concentración en el hermano menor de Noiz. El mundo se le empezó a ver de rosa y corazones. Theo se voltea a verlo con cara de ternura.
  - Pero que Allmate más hermoso tenemos aquí - Se acerca a él. De repente, está en su forma humana, al mirarse por un segundo, Theo ya estaba a centímetros de su cara. - Con tan solo este pequeño tiempo nos hemos visto, te quiero~ - Le dice con un leve rubor en las mejillas, Beni estaba sonrojado como un tomate, ero a la vez ansioso.
  - Yo también, Theo... Eres hermoso~ - Entrecierra los ojos, pone sus manos en las mejillas del joven y lo atrae hasta que rozan sus labios.....
De pronto, Koujaku lo sacude, despertándolo de su sueño despierto.
  - Beni!! - Le alza la voz un poco. El gorrión sacude la cabeza, volviendo a la realidad y muestra un sonrojo, junto con un estremecimiento al ver a todos mirándolo raro, a lo WTF. Noiz lo miraba con ojos extrañados cruzado de brazos, pero Theo no extrañado ni nada, fulminandolo con ese llameante ojo verde, con esas ropas del todo negras, parecía alguien realmente peligroso. Es porque lo era. Repara en que sus botas también tenían pinchos en la punta y cerca de la zona del tobillo. Theo tenía una mano en la empuñadura de su pistola. Koujaku se estremece al ver eso.
  - Theo, cálmate. No es nada grave, en serio. - 
El solo se limitaba a seguir viéndolo, atravesando su alma con la mirada. Después accede y aparta la mano de ahí. - Como sea. - Se da media vuelta hacia los cadáveres que mató con las flechas de su ballesta y las empieza a sacar de los cuerpos. Noiz frunce el ceño, mostrando repugnancia, los demás también, Beni, aunque se había asustado con su severa mirada lo seguía viendo sin espanto. Theo las va limpiando de la sangre con un pañuelo blanco, la última entrecierra los ojos sonriendo y lame la hoja manchada de rojo. Todos se impactaron más por eso. Theo se estremece al lamerla, pero después vuelve a sonreír y se levanta.
  - No hagas eso, Theo. Es asqueroso. - Le dice Noiz. 
  - Tu no me mandas. - Repone su hermano fríamente.
  - Y tu no tienes derecho a mandarme a mi. Apenas eres un joven mocoso de 17 años, porfavor. - 
Todos se alarman cuando Theo carga su ballesta con esa flecha y le apunta a Noiz penetrándo con su mirada y sonrisa retorcida.
  - Esta flecha tiene sangre. Al parecer va a tener más en unos segundos. - 
Koujaku instintivamente pone su mano en el mango de su espada y la desenfunda un poco.
  - Theodore!! - Le alza la voz Noiz. 
Theo sacude la cabeza y la llama de su severa mirada desaparece junto con su sonrisa para expresar terror en su rostro. Deja caer su arma al piso con las manos temblantes y su cuerpo también.
  - Y-yo....l-lo siento...mucho, hermano....e-en serio no quise.... - Tartamudea temblando mirando abajo con los ojos contraídos del terror. 
Ellos lo miraron con expresiones indescifrables. Noiz se le acerca y le pone una mano en su cabeza.
  - Calma. Al menos volviste en si. Eso es lo importante. - Empieza a hablar en Alemán para no revelarle el secreto de él y su hermano a los demás. - Controlas a rayas la falla. - 
  - Pero la mayoría de veces se me va....soy muy débil, Noiz...algún día no podré más y...y... - Theo le responde también así, ya su ojo estaba aguado y su hermano se lo seca y lo mira fijamente. El joven vio comprensión en sus ojos y le abraza pegando su cara en su pecho desnudo, ya que no tenía camisa, solo su chaqueta. Aoba mira con algo de curiosidad a Theo. Ese cambio de personalidad demasiado repentino le resultaba extraño, jamás había visto a alguien así, pero siente que, ese joven de actitud hostil y sanguinaria por dentro es todo lo contrario, cariñoso, como un niño. Los hermanos se separan y la sonrisa de Theo desaparece dejando ver su expresión indiferente como la de Noiz solo que con un poco más de hostilidad en ella. Vuelve a cargar su ballesta al hombro esta vez y los mira, su ojo refleja extrañeza al ver a Beni que lo veía como si fuera la belleza viva. 
  - Les debo una disculpa por lo que pasó anteriormente. Perdona, soy demasiado desconfiado con nueva gente y eso....pero conociéndome, sabrán que soy lo contrario a lo que aparento. - Trata de sonreír. 
  - No te molestes, Theo, lo entendemos (creo) - Se apresura a decir Clear. El joven asiente.
  - Bien, ahora síganme, los guiaré a mi base con el clan. Ahí estaremos seguros sin que nadie nos ataque. - 
  - Clan? - Pregunta Beni aun mirándolo, pero esta vez con curiosidad por la conversación. 
  - Por aquí nos solemos llamar Luna Sanguinaria. Las otras pandillas no se atreven a pelear con nosotros por lo que les podemos hacer. - Dice normal, como si fuera pan de todos los días. Eso estremeció un poco a Koujaku. Noiz lo mira.
  - Bien, llévanos ahí. - 

La base de Theo era subterránea, pero no una ciudad. Era como unos caminos de tren y vagones abandonados con luces en el techo y estaciones vacías y olvidadas. Toda esa zona estaba poblada por centenares de hombres que acompañaban a Theo, la mayoría estaba bebiendo en mesas, otros charlaban caminando por ahí y los demás creando armas y bombas de cualquier tipo. Pero todos tenían algo que Aoba, Clear, Koujaku y Noiz sabían perfectamente que eran.
  - Árabes?! - 
  - Si, ellos vienen conmigo de Arabia, valga la redundancia. - 
  - Que...que te pasó? - Pregunta preocupado Beni.
Theo suspira. 
  - Se los contaré cuando estemos en un lugar privado y a la vez me cuentan porque vinieron aquí. - 
  - Me parece justo. - Dice Noiz a su lado.
Todos los hombres voltean la mirada hacia él. Theo los saluda en Árabe y ellos le responden con un grito como si fuera de victoria. El camina por los hombres que se separan para darle paso, la mayoría veía con hostilidad a los demás. Noiz solo mira adelante, poniendo ni la más mínima atención en ellos. Aoba trataba de hacer lo mismo pero se siente nervioso con varios ojos encima suyo, igual se sentía Clear y Beni. Koujaku a veces devolvía la mirada hostil a los demás, agarrando la mano de Noiz. Al final llegan a un gran vagón en mejor estado que los otros, Theo entra y cierra la puerta cuando el grupo lo hace. Se apoya en la puerta cruzando los brazos mirándolos severamente.
  - Siéntense, sean bienvenidos a la base de Luna Sanguinaria. Ahora, para que vinieron aquí? Que he cancelado una misión importante para hoy por ti, hermano. - Dice sacando un cuchillo y jugando con la hoja. Noiz se sienta en el sofá, algo malgastado por los arañazos de los gatos que tenía Theo, y aparecen por los pasillos, la mayoría bufándoles. Koujaku y los demás se sientan no muy cómodos a lado del líder, no por el sofá, sino por la mal bienvenida tanto de los hombres de Theo, como los gatos. Noiz rompe el silencio.
  - Todavía tienes a SUI? - 
Su hermano menor lo mira con su mirada penetrante antes de responder.
  - Si, está desactivado por ahora, solo lo utilizo en investigaciones. - 
  - Pues lo necesito. Es para una misión que planeo hacer. - 
  - Porqué no nos dijiste nada de eso? - Pregunta de repente Clear.
  - Perdona. Pero no tenía tiempo, además se lo explicaré tanto a Theo como a ustedes así que tranquilos. - 
Theo chasqueó los dedos en un ritmo bastante particular y a lo lejos se iba acercando un hexágono 3D que se movía constantemente. Los bordes brillaban de amarillo y producía alrededor pantallas llenándose de información y en otras mostrando los rostros de las personas presentes. Aoba y Clear se sorprendieron al verlo apartando las piernas de él, Koujaku y Beni se sentían igual, solo que no lo demostraban. Ese hexágono se colocó a lado de Theo como un guardián, proyectando todo el tiempo pantallas. El joven los mira sonriendo levemente.
  - Este es SUI. La supercomputadora de nuestros difuntos padres, yo aunque sea el menor la heredé. Contiene toda la información de más allá de nuestra vía láctea.- 
El rostro de Noiz seguía siendo el mismo, los demás mostraron cierto interés. - Ahora, para que lo quieres? - 
  - Lo necesito para obtener información sobre Hallyfax. Todo lo que sé es que es un ser pandimensional, sumamente peligroso, si te has enterado atacó a Midorijima, construyendo una gigantesca fortaleza. - Dice Noiz.
  - Si, si. Ya me contaste la historia antes. - Su hermano resta importancia a esa información con un ademán de mano. - SUI, obedece las órdenes de Noiz. -
Si, Theo. 
El líder se acomoda sobre su sitio. - Bien. SUI, puedes buscar toda la información del ser pandimensional Hallyfax? - 
Puede que el procedimiento tarde unos minutos, quizá máximo una hora.
  -
Haz el procedimiento igualmente. Esa información es muy necesaria. - 
Muy bien, Noiz. 
SUI se pone a buscar en sus pantallas más información, sin dejar de proyectar algunas con los rostros de los demás que estaban ahí presentes. 
  - Es impresionante.... - Consigue decir Aoba.
  - Si, yo también dije lo mismo al tenerla por primera vez. - Theo sonríe levemente.
  - Y bueno, de qué hablamos ahora? - Pregunta Clear. 
  - Quizá de la prometida historia tuya, Theo. - Propone el gorrión rojo aun mirando todo el tiempo al joven.
Theo entorna los ojos antes de contestar, incluso Noiz reflejaba cierto interés porque aunque sean hermanos, Theo jamás le había contado su pasado, como Noiz a él. Después resopla y los mira. 
  - Muy bien, les contaré como terminé así. Al menos Noiz sabe como es que crecimos separados, al nacer. - Ve que su hermano asiente serio. - Pues mientras él se quedó en ese tal pueblo con madre, padre me llevó con él de vuelta a Alemania, aunque hayamos nacido aquí en Japón, somos Alemanes. La vida allá fue normal y tranquila supongo, cuando tenía 5 años, la ciudad en donde vivíamos fue atacada por una especie de mechas con forma animal. Caos y destrucción a todos lados donde vieras. - Bajó la mirada un momento. - Padre me salvó gastando al máximo su vida. Escapé escondido de carro en carro por las calles para escapar de ahí, pero me atraparon unos tipos que muy seguramente venían con esos mechas. - Sus manos tiemblan igual que su voz. - M-me llevaron....a...Arabia c-como.... 
  - Theo, no te presiones tanto - Dice Beni.
El joven se levanta y se va al siguiente vagón a por algo de tomar, se sentía mareado con tan solo contar esa historia. Había pasado por tantas cosas en ese país, que desde siempre le había costado contarlo. Se sirve agua con varios cubos de hielo y vuelve. Aoba lo mira preocupado.
  - Estás bien? - 
  - S-si....solo que jamás había contado esto a alguien. Ni siquiera a Noiz.... -  
  - Si quieres no lo cuentes. - 
  - No, ya estoy bien. - Se vuelve a sentar tomando de su vaso, respira hondo antes de continuar. - Me llevaron y esclavizaron en Arabia, con muchos más, los que son mis compañeros actualmente. Trabajábamos para un poderoso emperador del lugar, yo siempre estaba a su lado, esperando a que me mandara la siguiente orden.....Si
lo hacía mal o desobedecía....torturas...horrendas...ni tuvieron piedad con un niño de 5 años como era en aquel entonces..... - Volvió a tomar agua y se secó el ojo aguado. - Así duré por toda mi vida, hasta que a los 15 decidí hacer una revolución con los 100.000 Árabes más que estaban conmigo. Al final lo conseguimos, la mayoría se fue conmigo de vuelta a Japón y los otros se fueron a vivir su vida libres. Aunque otros, que no estaban en la revolución se unieron a mi. Nos volvimos bastante populares por nuestros ataques a las potencias de Arabia y todo eso, expertos en lo típico, crear y hacer explotar bombas. Al poco rato le puse el nombre de nuestro grupo actualmente, Luna Sanguinaria y nos fuimos aquí, logramos encontrar esta estación de tren abandonada mientras no teníamos a donde ir, m-matando a nuestro paso cualquier cosa de la ley de Toue. Y bueno, nos establecimos aquí, esta parte de Platinium Jail la consideramos nuestra. Aun varias pandillas vienen aquí a molestarnos, pero la mayoría sale corriendo u otros no salen. - Al terminar, mira a los otros, Aoba y Clear presentaban expresiones de asombro puro, Koujaku más o menos, Beni...no disimulando su interés romántico y Noiz con su típica expresión indiferente.
  - Hala....que cosas más horribles pasaste, Theo - Dice comprensivo Beni. 
  - Bueno, lo importante es que estoy aquí siendo el líder que soy ahora. - Mira a SUI, que seguía buscando información de Hallyfax. 
  - Y porqué le pusiste Luna Sanguinaria? -Pregunta Koujaku.
  - Ellos son ávidos de la sangre y destrucción, como yo. Y siempre, muy pocas veces aparecemos de día, mejor en la noche, cuando la luna esté en lo más alto. - Sonríe cruzado de brazos. - Más tarde tendremos una misión. -
  - Qué será? - 
  - Explotar la torre Oval. - 
Todos, incluso Noiz, que solo abrió los ojos un poco más, pusieron cara sorprendida. Ahí al líder se le ocurrió una idea. El también quería aplastar el imperio de Toue, que mejor haciéndolo con la ayuda de su hermano, experto en bombas? Y además, estaba seguro que ese hombre tenía que ver con Hallyfax, más tarde SUI le diría la verdad, pero por ahora, si eso era cierto, podría interrogarlo para obtener más información. Pero, una parte de él le decía que habrían más personas involucradas en esto, además de ellos y Luna Sanguinaria.
  - Theo, hay alguien más involucrado en nuestro plan? - 
  - Hmmm....Ah si, si lo hay. No nos dijeron mucho, pero cuando se enteraron de lo que íbamos a hacer, el mismo líder de esa pandilla se contactó conmigo. - 
  - Como se llama? -
  - La pandilla, una formada de varios prisioneros tanto de Platinium Jail como Old Resident District, Scratch. Su líder, Mink. - 
Koujaku frunció el ceño. - Esa pandilla ya me la había encontrado hace mucho. No son de confiar. Como sabes que no te traicionarán primero cuando consigamos explotar la torre? - 
  - Porque yo los mataré primero si hacen eso. - Dice frío el joven, un gato negro, como su ropa se acomoda en su regazo. Lo acaricia mirando a los demás. Pasaron el tiempo hablando de varias cosas, la expresión de Theo cambia a una mejor, menos hostil de la que pone siempre, su cambio de personalidad se debe a su falla, él normalmente es muy simpático y amigable con todos, pero la falla era todo lo contrario, y casi todo el tiempo lo controlaba. En ese momento, llega SUI hacia el centro de ellos. 
He encontrado varios archivos de otros sistemas solares con información de Hallyfax, Noiz. 
  -
Así que no es solamente aquí....bien, reprodúcela. - 

 Orígenes
Hallyfax viene de un agujero negro, se calcula que hay más como él, pero los demás están muy lejos. Dentro de los agujeros negros existe una dimensión alternativa, otra realidad, donde todas las reglas y las leyes físicas se rompen, y nada que se conciba tanto en el universo como en sus planos (altos o bajos) ni en su infinita cantidad de versiones (paralelas) ni en sus realidades excepcionales se le parece.
Más allá, dentro de la devastadora fuerza gravitacional del agujero negro existe un "no lugar", una "no existencia". Como viene desde fuera del universo, puede decirse que Hallyfax es un visitante en el universo, igualmente que las otras criaturas pandimensionales. Hoy día puede viajar por propia voluntad. 
Gran parte de la información que obtiene Hallyfax viene de los agujeros negros. A menudo recolecta los fragmentos que quedan flotando en el Horizonte de Sucesos, porque a partir de esos fragmentos, con su tecnología, puede reconstruir todo. Incluso planetas. Igual tiene la misma capacidad de destruirlos, para conseguir lo que quiere. La razón por la cual se han podido descubrir más seres como él es por su misma presencia en varios planetas. Su tecnología crece  en una cifra increíble. La razón por la cual destruye varios planetas, no es por placer, sino porque está buscando algo muy preciado para él, que se encuentra en el centro del planeta tierra, se llama MAGNO. 
Nadie sabe con exactitud qué es MAGNO, solo Hallyfax. Pero haría lo que sea para recuperarlo, se tiene teorizado que un solo fragmento de MAGNO está aquí, y que los otros están en otros planetas, aunque él ya tiene uno. 
  
  -
Sabes que es MAGNO, SUI? - Pregunta Noiz. 
No, lo siento Noiz. No hay nada de información sobre eso. Solamente Hallyfax lo sabe. 
Koujaku se pone los dedos sobre el mentón, pensativo con las piernas cruzadas. - Entonces, lo que sea que sea MAGNO, lo conseguirá solamente destruyendo el planeta.... - 
En efecto. 
  -
 Y sabes de casualidad si las personas capturadas en Midorijima están bien? - Pregunta de repente Aoba inclinándose hacia delante.
Si Aoba. Ese anillo sigue estando en el polo sur del planeta, ahí detecto varios signos de vida, ellos no están muertos, solo duermen.
El joven se extrañó con esa respuesta, pero la entendió y suspiró de alivio, si había una forma de rescatar a todas esas personas, la encontraría. Noiz vuelve a preguntar.
  - Y sabes si Hallyfax de algún modo está involucrado o "aliado" con Toue? - 
Según los recientes informes, si Noiz. Ellos tienen un trato, Toue no sabe los verdaderos propósitos de Hallyfax, por lo que le dejó hacer lo que quiera. Pero recientemente, por el ataque de Midorijima, se encuentra muy disgustado. Aun así, son aliados. 
  -
lo suponía. Entonces, esto se unirá al plan de la explosión de la torre...


Bullet; Black Bullet; Black Bullet; Black 


Caminando imponente, junto con su pandilla detrás, Mink no sentía nada de nervios ni mucho menos miedo, porque sabía que lo lograría, y más con la alianza de ese grupo Árabe liderado por ese mocoso. Desde siempre había querido venganza contra Toue por todo lo que le hizo pasar, pero eso quedaría sellado cuando obtuviera su victoria ante él. Casi llegando a la base subterránea, se encontró con su aliado, Theo acompañado de otras personas que no eran de su grupo, pero parecía que estaban con él, sus ojos se posaron en Aoba, quien a su vez lo miraba algo nervioso. Era cosa suya o alguna vez había visto ese joven en algún lugar? Ese pelo le parece familiar en un recuerdo demasiado lejano, sumergido en los demás y que no sale a la luz. Se quita ese pensamiento de la cabeza y se reúne con ellos, los demás en especial Koujaku lo miraba desconfiado, pero le restó importancia.
  - Bueno, ya estoy aquí. Llevaremos a cabo el plan dentro de poco. - Dice fríamente.
Theo asiente. - Bien. Pero se han puesto un par de cambios. Ven te explico... - Le dice todo lo que en realidad se iba a hacer, juntando a Noiz y los demás en el plan. Mink se cruza de brazos.
  - Me parece estúpido. Pero así es mejor para no llamar tanto la atención y no atacar directamente. - 
  - Así es. Tú irás con ellos. Noiz me enviará una señal para activar las bombas que mis hombre y los tuyos pondrán alrededor y si mejor, dentro del edificio. - 
  - Y si el plan fracasa y la torre se cae con nosotros adentro? - Pregunta Aoba.
  - .....Yo iré a por ustedes, si pasa eso, dejenmelo a mi. - 
Noiz asiente cruzado de brazos. 
  - Pues así será. - 

Bullet; Black Bullet; Black Bullet; Black 


La enorme sala resplandecía por las luces y las pantallas de los monitores y holográficas, dispersadas simétricamente de lado a lado de la sala, en frente una muchísima más grande que las de los trabajadores. A varios lados de la enorme pantalla había más con los rostros de determinadas personas, que iban sigilosamente por los edificios, dejando inconscientes guardias o matándolos, iban directo hacia donde estaba él, la torre. Le dio un vuelco en el corazón cuando ve que quien los lideraba era.....dio un manotazo a la mesa apoyando ambas mirando con ojos asesinos a la pantalla.
  - Noiz?! Ese delincuente, líder de las ratas rebeldes?! - Bramó, se oyó por toda la sala y la mayoría se volteó a verlo. Un hombre le puso una mano en el hombro. 
  - Calma señor. Si entra a la torre es un suicidio para él, está vigilada por centenares de patrullas, les será imposible entrar. - 
Toue le quita la mano de su hombro. - No puede ni debe entrar!! Como lo haga, lo mato yo mismo. - Dice conteniendo su furia. - Aunque también es culpa tuya, Hallyfax por destruir la preciada Midorijima! - 
I'm just doing what I need to get what I want from this planet. You told me that I can do it. He is destroying what I built, you're not the only one who's angry with him.
Hallyfax tenía una silueta humana, rodeada de humo completamente negro, igual que el cuerpo. Lo único que tenía de color eran sus ojos, total morado. Realmente no estaba ahí, esa era como un "holograma" de él, Hallyfax estaba en otro lugar, mucho más lejano. 
  - Debemos impedir que entren a toda costa, Hallyfax haz algo! - 
I'll do it when they do something that makes me furious, your tower doesn't matter to me.  
Toue gruñe, pero no repone nada, solo sigue mirando al frente. - Por ahora no pasa nada, tienes razón. Pero sigan patrullando, y que todos estén atentos. Esos canallas si entran encontrarán su muerte. - 


Bullet; Black Bullet; Black Bullet; Black 


Por los conductos subterráneos, logran llegar a otra parte de la gran estación de tren abandonada, así no se enteraran de que han entrado al edificio de esa forma. No había vagones en buen estado, excepto unos que estaban conectados sin techo ya en los carriles. Theo no ve otro camino.
  - A esos, quizá puedo hacer volver a funcionar el motor de eso. - Se dirige y los demás le siguen, se montan sentándose en las sillas, el joven va al primero y abre una pequeña puerta que daba acceso al mecanismo y cables del motor. Frunce el ceño, era un mecanismo antiguo y la verdad no sabía mucho de ello, pero le da un intento conectando cables y cortando algunos, haciendo crear leves chispas. Beni lo mira, se le ocurrió una idea. Si podía ayudarlo y hacer que funcione el motor, Theo se quedaría sorprendido ante él y con suerte, le sonreiría. Le animó la idea y se transforma en su forma humana. Se acerca a Theo y se agacha con él.
  - Te ayudo? Creo que sé de esos mecanismos. - 
El joven lo mira. - Bien, si es que puedes. - Se aparta, dejando paso a Beni. Este se pone en frente de los cables y como si fuera su trabajo, en unos minutos logra prender el motor. Theo lo mira con el ojo sorprendido.
  - Hala! Bien hecho, eeh.... -
  - Beni, ese es mi nombre. - 
  - Bien hecho Beni, parece que sabes más de esto que yo. - Le sonríe y le pone una mano en su hombro. El joven Allmate se estremece de felicidad sonrojándose. Theo toma el control y hace arrancar la máquina. Beni se sienta, sin poder disimular su sonrisa. El joven acelera la velocidad cuando puede y en unos momentos, ya iban a más de 80km/h. El viento le hacía ondular el pelo de cada uno, Noiz se mantenía en la parte más atrás vigilando si algo los perseguía, aunque eran rutas abandonadas, uno nunca sabe. Clear mira alrededor, no era el simple túnel de tren, era muchísimo más enorme en lugar, con una que otra tienda y caminos para las personas, obvio todo abandonado, casi todo estaba cubierto con grafitis y se estremeció al ver grandes manchas rojas, se decía que era pintura, pero era la otra cosa... Nadie dijo nada durante el trayecto, las luces del lugar de vez en cuando parpadeaban por su mala estabilidad. 
De pronto, un rayo a una increíble velocidad chocó contra una pared que se hizo añicos, todos se sobresaltaron y miraron alrededor. 
  - De..de donde vino eso? - Musitó Aoba. 
De la oscuridad que dejaban atrás mientras avanzaban se logró divisar varios robots, parecidos a los mechas, pero éstos siempre andaban volando a unos centímetros del suelo, los alcanzaban a una gran velocidad. Aoba y Koujaku iban preparando sus armas, pero el joven líder fue más rápido. Se levantó y con su rifle de francotirador les empezaba a disparar a los robots con un rayo de electricidad tan potente como disponía el arma, cada disparo despedía un destello de luz blanco y azul. Logra derribar muchos, pero de la oscuridad seguían saliendo más. Noiz frunce el ceño recargando su arma, cuando una sombra pasó por delante de él y se posó en el centro de ambos vagones, que eran dos, sin contar el del motor. Esa cosa dejó verse y era otro, pero con forma humanoide, su metal relucía con la luz y sus ojos rojos miraban a un punto fijo. De su antebrazo aparece un cañón, algo parecido al de Aoba y apunta a Theo, éste se voltea para encararlo con el ojo aterrorizado. Pero antes de que Beni o el robot pudieran hacer algo, una cadena se enredó en el cuello de éste, lo hizo girar al otro lado y Noiz le patea tan fuerte que su cabeza sale volando a estrellarse contra una pared, y tira el cuerpo fuera del vagón. Todos menos Mink, que se mantenía donde estaba con expresión neutral lo miran pasmados. El joven líder le da a Clear el rifle para tenerlo un momento mientras saca del todo una larga cadena de hierro, con algunas esquirlas, pero lo demás estaba perfecto. Los robots que los perseguían seguían así, ya estando a unos metros de ellos. Noiz los mira desafiante. 
  - Muy bien, chatarras. A bailar - 
Cuando uno se acerca lo suficiente, le da un tajo que lo hace bajar su medio cuerpo, y él le propina otro quitándole la cabeza. El siguiente, simplemente, con sus nudillos de metal le golpeó en el pecho, su fuente de poder y cayó rodando al suelo, mientras más iban agrupándose alrededor de él y lo atacaban, igual que Noiz a ellos, con solo su cadena y nudillos de metal. Las luces propinaban la sombra de todos los cuerpos luchando contra el joven líder, que les daba tajos, patadas y golpes, y poco a poco algunos iban cayendo. Los demás estaban demasiado sorprendidos como para moverse de sus asientos, el pelo les seguía ondulando a causa del viento de la velocidad. Ni siquiera Koujaku podía moverse de la impresión, Theo había vuelto a ver adelante por si le tocaba cambiar de ruta. Aoba carraspea.
  - Uuummmm....deberíamos ayudarle? - 
  - Al parecer...no lo creo...? - Dice dubitativo Koujaku, aunque estaba impresionado por la fuerza de Noiz al combatir todos esos robots solo y con solo un par de armas. Noiz salta del vagón con la cadena enrollada en el cuello del robot de al frente, salta sobre su cabeza y de una patada hace caer al que estaba atrás y vuelve al vagón mirando a sus compañeros. Y de un fuerte tirón le quita la cabeza al robot que tenía la cadena y cae perdiéndose en la oscuridad mientras ellos seguían avanzando por los carriles. Ese era el último que los seguía, ni parecía cansado, no como la otra vez, después del ataque de Midorijima. Los demás lo miran sorprendidos con los ojos bien abiertos, menos Mink.
  - Quiero casarme con él. - Murmura Koujaku.  
Theo logró entenderlo, más o menos y voltea su cabeza por encima del hombro para mirarlo. 
  - Que dices? - 
  - Nada - Se apresura a decir con un leve sonrojo mirando a otro lado. 
Noiz se sienta en el suelo de espaldas contra el metal del vagón, jadeando levemente, conecta la cadena a su cinturón a la dirección contraria a la de su cadena de pseudos conejos. Clear le da el rifle y lo usa como apoyo de su brazo. Aoba lo seguía mirando sorprendido.
  - Como...hiciste...eso?! - 
  - Gracias a varios entrenamientos y peleas que tuve por toda mi vida. - Dice jadeando, se seca el sudor que bajaba por su sien. Koujaku se levanta y se sienta a su lado, sonriéndole levemente y rodeándole la espalda con una mano para ponerla sobre sobre su otro hombro. Noiz apoya su cabeza en su hombro, el pelinegro vigila esta vez, pero en todo el trayecto después de esa pelea no pasó nada. Cuando iban llegando a la estación que subía directamente a la torre, Theo frena los vagones y después se baja con los demás siguiéndole. El joven se detiene en un ascensor que llevaba a la torre, el primer sótano. Se voltea para encararlos.
  - Bueno, hasta aquí los acompaño. Tengo que ir afuera para estar atento con mi grupo a recibir tu señal, Noiz. Hay varios atajos a los que puedo recurrir para estar en mi posición. Les deseo la mejor de las suertes, te quiero hermano. - Los mira agradecido en especial a Noiz y Beni, después corre por otra dirección y se pierde en la oscuridad del lugar, la leve luz no alcanzó a iluminar a donde iba. Mink se acerca a un teclado a lado del ascensor y presiona una serie de números, las puertas se abren y él entra seguido de los demás. Empiezan a ascender hacia la torre. Aoba mira incómodo al piso.
  - Y entonces...Eres el líder de una pandilla aliada con Luna Sanguinaria? - 
  - Así es. Normalmente no me alio con nadie para realizar mis misiones, pero con la ayuda de más personas que están dispuestas a destruir la torre Oval, mejor. - 
  - Jeje, si cierto... - Se sumieron en un incómodo silencio, nadie dijo nada excepto Clear que tarareaba una canción. Al fin llegan al sótano y salen del ascensor. Noiz se cubre sobre unas pilas de energía azul y naranja, habían guardias revisando esa zona y los demás lo hacen. Eran demasiados, la única salida para seguir avanzando era o dejarlos inconscientes o matarlos. Recarga su rifle, Aoba su cañón, Koujaku pone una mano al mango de la espada y Clear prepara su arco y flecha. Pero Koujaku les dice con una seña que bajen sus armas, que él se encargaría. Le pide a Beni que active los orbes y éste lo hace al instante. Los orbes van teniendo su resplandeciente luz con los pequeños rayos alrededor. El pelinegro divisa a la patrulla y señalandolos con la mano, éstos quedan completamente inmóviles, alzando la voz de incertidumbre. Koujaku sonríe levemente mientras va apretando el puño, como hace años cuando combatía contra los tipos en la tienda de ropa mientras Noiz se estaba cambiando. Los soldados se cogían los cuellos, quedando asfixiados, hasta que él lo aprieta lo más fuerte posible y moviendo rápidamente el brazo en dirección a una pared, los soldados además de quedar sin aire, se estrellaron contra ella, inconscientes o muertos, pero no había tiempo de averiguarlo. Después de que Aoba y Clear le dieran ciertos halagos, continuaron con el camino sigilosamente, dejando inconsciente o matando a los soldados que se aproximaban a ellos, hasta llegar a los pisos más altos, donde estaba más lleno de patrullas. Para que no los atraparan más fácilmente, tuvieron que separarse e ir por diferentes caminos que llevaban a la gran sala. 
Aoba, con ayuda de Ren desbloqueaba puertas y otros pasadizos secretos para llegar, el Allmate estaba muy inquieto con la idea de atacar a Hallyfax, sentía su presencia ahí y con toda la certeza del mundo, que él estaría bastante enojado por lo del ataque a Midorijima. Conocía demasiado bien al ser como para saber que haría a continuación, confiaba en Aoba desde el principio, pero esta misión le produce un mal presentimiento. El joven tenía cierta llama de determinación en sus ojos dorados, aunque hacía esto por Noiz y los demás, en lo más profundo del mar de su subconsciente, sabía que Toue tenía que saber algo de su pasado, no es por dudar de su familia, es por un simple presentimiento. Noiz, Theo, Koujaku y Mink tenían sus propias razones por destruir el imperio de Toue, el primero, por la destrucción de su primera base de Ruff Rabbit en el valle, y por la muerte de su madre a causa de esos mechas, el segundo por la muerte del padre y su secuestro a Arabia, el tercero, el trauma cerebral de su madre a causa de su padre, que en ese entonces era el líder de Morphine aliado con Toue y su obligación por hacerse los tatuajes, y el último, por la destrucción de su pueblo y básicamente su pacífica vida. Clear también tiene sus propios motivos, pero no tan necesarios como los de los demás. 
Pero desafortunadamente, Toue no era tan estúpido y sus patrullas los lograron capturar a todos, rodeandolos sin salida. Ellos tenían sus armas listas, cuando Noiz le murmura a Aoba:
  - Espero que tengas un plan, porque lo necesitamos. - 
  - No te preocupes, tengo uno que sin duda nos sacará de esta. - Apagó su cañón y levantó los brazos hacia arriba, los demás lo miraban incrédulos y él gritó. - Nos rendimos!! - 
Les quitaron sus armas, encerraron en unas pequeñas jaulas a los dos Allmates, que Beni ya se había vuelto a su forma de gorrión. A los demás les pusieron las manos sobre la espalda y con fuertes esposas, que cada vez que te movías dolía más, pero obvio, ese no era el caso de Noiz. El miró furibundo a Aoba, exigiendo una explicación. Mientras los empujaban para que caminaran hacia donde estaba Toue, Aoba se le acercó.
  - Es para que nos lleven directamente donde está Toue sin que nos anden disparando, ahí en frente de él, se nos ocurrirá algo para salir de esta. - 
  - Eres un idiota. - 
Al joven no le importó ese comentario del líder, solo miró adelante mientras iban subiendo hasta el último piso.

Bullet; Black Bullet; Black Bullet; Black 

Ella iba deslizándose por el suelo, en las partes más oscuras de la pared y techo especialmente para no ser descubierta, ya que su piel era negra y estando en las partes negras no la verían fácilmente, menos mal él sabía los comandos de la gran serpiente, de como controlarla y sus habilidades, porque si no, estaría perdido, pero le debe las gracias a su antiguo......ni sabía como llamarle...pero bueno, con los ojos del animal podía ver, como si fuera una cámara, en una esquina se escondió, pero encontró lo que estaba buscando, las personas que estaba buscando. Él sabía que no podía hacer nada para rescatarlo, pero ellos sí. El Allmate los siguió sigilosamente por las partes negras del pasillo, hasta acabar en la "gran" sala. Aunque todos ellos menos Aoba lo odiaban, confiaba en que pudieran hacer algo. 

Bullet; Black Bullet; Black Bullet; Black 

Se abrieron las puertas que daban acceso a la "gran" sala, porque de gran no tenía nada, si era grande, pero tampoco para exagerar. En el centro estaba algo parecido a un enorme cañón con pedazos de metal de todo tipo. Al frente de él estaba Toue con las manos agarradas detrás de la espalda. Los miraba con una sonrisa maliciosa, los ojos penetrando en sus almas de la furia escondida en su interior. El cuarto era de rojo escarlata, con pilas decoradas de dorado sosteniendo el techo, detrás un pequeño balcón. En otro lado, apoyado a una pila, estaba Hallyfax con los brazos cruzados mirándolos. No se podía ver la expresión de su rostro, pero simplemente los miraba. A casi todos les dio un escalofrío al verlo, la serpiente entró sigilosa antes de que se cerrara la puerta y se escondió detrás de una pila mirando. El grupo miraba fijamente a Toue, como él a ellos. Rompió el silencio con un aplauso lento. 
  - Vaya, vaya. No pensé que iban a caer tan bajo. Jajaja! Noiz, el "increíble" líder rebelde con más cómplices. - 
  - No del todo. - Musita Mink. 
  - Silencio! Fue muy estúpido de su parte al venir aquí como si nada. Pero no se preocupen ustedes, que solamente Noiz pagará las consecuencias, seguramente los obligó a venir aquí en contra de su voluntad. - 
  - No! No es cierto! Nosotros vinimos aquí para estar con él por voluntad propia! - Le alza la voz Koujaku. 
  - Mmmm...bien, entonces, será un gran honor para ustedes, ser los objetos de prueba de mi gran y nueva arma. - Se aparta a un lado, chasquea los dedos y los soldados corren al cañón y les apuntan a ellos. La serpiente intentaba abrir los seguros de las esposas con su cola, los demás la ocultaban de la vista de los soldados y Toue. Este sonríe.
  - Fuego. - Pero no pasó nada durante esos minutos donde supuestamente debería disparar el cañón. El grupo intercambió miradas, Toue puso una expresión desconcertada. - Oigan, dije fuego! - 
  - Eso hacemos, señor! - Dice uno, pero cada vez que prendía la llama, se apagaba al instante, lo volvió a intentar varias veces pero nada. A una gran velocidad, Beni mató al soldado con una navaja suya y le quitó la vara de fuego justo al tiempo que tornaba en su forma humana. Toue abrió los ojos bien igual que los demás. Pero si estaba encerrado con ese....Ren también estaba fuera de la jaula. Al mismo tiempo, la serpiente abrió los seguros de todas las esposas, el grupo atacó a los soldados que tenían sus armas y las recuperaron. 
  - QUE?! - Bramó Toue dando unos pasos hacia atrás.
  - Eso se llama estrategia. - Dice Aoba apuntándole con su cañón. Toue gritó la orden a los soldados y éstos atacaron, igual que el grupo. Pero Noiz, se fue directo a Hallyfax, que se incorporó para encararlo.
you. El joven líder le dispara de su rifle, pero Hallyfax se esfuma casi al instante y aparece detrás suyo a una velocidad increíble. Aunque sea solo un "holograma" del verdadero, era fuerte. Con tan solo pasar su dedo por el brazo de Noiz le marcó una profunda herida que empezó a brotar sangre. Se apartó rápidamente de él, la sangre mojaba su chaqueta de rojo. Pero aun así le siguió atacando. Koujaku con los orbes lanza el cañón al aire y después con un puñetazo lo manda para el suelo rompiéndolo y el arma cae al vacío hasta encontrarse en un gran estruendo con el piso, destrozándose. Toue iba retrocediendo hacia el balcón, pero sintió la fuerte potencia de un cañón apuntándole. Giró la cabeza y se encontró con Aoba tirándose encima de él. Ambos cayeron al suelo, pero Toue también era fuerte y se lo quitó de encima después de recibir un puñetazo en la cara. Los dos se levantan y antes de que Aoba volviera a contraatacar proyectó alrededor suyo una serie del mismo símbolo, que hizo al chico frenar en seco y abrir bien los ojos. Le empezó a doler la cabeza, dándole flashbacks.... Su madre dándolo a Tae, Toue dirigiendo varios hombres a destruir el pueblo. Vuelve en la realidad con un leve mareo, mira a Toue con ojos aterrorizados.
  - Tu....estuviste ahí.... - 
  - Oh si. Yo estuve ahí. - Dice sonriendo. - Hallyfax, nos vamos! - 
El ser voltea a ver el hombre y va hacia él. Se esfuma en humo y Toue salta sobre él para salir por el balcón y alejarse. Aoba los mira horrorizado jadeando, después mira abajo. Clear va hacia él.
  - Aoba! Lo dejaste escapar! - Ellos van al balcón y lo miran alejarse. Noiz no podía moverse demasiado, por Hallyfax tenía varios cortes profundos en los brazos y uno en la pierna, se apoya en su rifle para levantarse, pero Koujaku le hace el favor. Lo hace apoyarse en él.
  - Ahora si no puedes apartarme, tienes heridas profundas. - Dice preocupado.
Noiz lo mira, pero no repone nada, solo asiente cabizbajo. Incluso él mismo, no podía creer lo fuerte que era Hallyfax. Todos esos cortes profundos se los había hecho con tan solo rozar su dedo en su piel. La amenaza anterior no era ningún chiste, lo había subestimado. Si quería pelear con él tendría que ser más fuerte de lo que es, pero para eso solo tenía un camino....pero no quería abandonarlos todavía. Solo lo hará cuando ya no haya salida alguna. Dead End. Ellos dos fueron al balcón con los otros a ver Toue alejarse. Clear ladea la cabeza.
  - Al menos destruimos el arma. - 
Al llegar a un edificio alejado de la torre, Hallyfax vuelve a su forma normal dejando a Toue parado en la azotea del edificio mirando con ojos asesinos a la torre con más cañones como el anterior apuntando ahí. Todos abrieron bien los ojos de incredulidad.
  - Oh obvio, tiene muchas más. - Retracta Clear. Toue no podía disimular su furia con una sonrisa maniática.
  - FUEGO!!  - Y millones de bolas de fuego salieron disparadas dejando una cola de luz hacia la torre y chocan con un estruendo contra la torre, haciendo que el grupo salga hacia atrás por un salto, pero se incorporan al instante. 
  - La torre....le está disparando Toue mismo....pronto se va a derrumbar toda! - Exclamó Aoba. Ya sentía el suelo temblar debajo de sus pies. A Noiz se le ocurre una idea y recarga su rifle, apuntando al balcón.
Cruzado de brazos, dando pequeñas pisadas sobre su mismo puesto, Theo miraba nervioso a la torre, su hermano mayor debió de darle la señal hace mucho tiempo. ¿y si los atraparon? ¿no pudieron llegar donde Toue o....? Sacudió la cabeza para quitarse esos pensamientos. Era imposible que murieran, Noiz no. Mira alrededor buscando por la señal, pero nada. Tenía el control remoto en la mano para activar las bombas que estaban en la torre, al mirar a un lado a lo lejos, ve muchas bolas de fuego salir disparadas hacia la torre y explotan contra ella. La mira sorprendido, tenía que hacer algo, su hermano y los demás estaban ahí. Mira a todos lados sin saber que hacer, nervioso. Pero de pronto ve un rayo blanca y azul que viene de lo más alto de la torre. Su señal! Pero sería una locura, Toue ya estaba tirando abajo la torre....Pero confiaba plenamente en su hermano. Llamó un grupo de sus hombres y se montan en algo parecido a unas motocicletas, pero sin ruedas, sino con turbinas, alas y demás. Iría a atacar esos cañones, e ir a por su hermano y los demás. Se monta en la suya, del todo negra como su ropa y arranca con los que le seguían hacia donde estaba Toue y los cañones, mira el control y respirando hondo, aprieta el botón.
La torre se balancea más fuerte de un lado a otro mientras las millones de bombas tanto de Theo como de Toue la destruían. Se caían las paredes y el techo. El grupo logra bajar hasta el último piso gracias a unas cadenas conectadas desde el techo de ese piso hasta el final del primer piso. Noiz al llegar cae al piso, pero Koujaku lo sostiene antes de que pase. 
  - Ten cuidado. En tu estado no podrás hacer mucho, y no es para ofenderte. - Le dice preocupado y le besa la cabeza.
  - K-koujaku... - Murmura mirando a otro lado avergonzado.
  - Oigan ustedes dos! No estamos en una película de Disney, si?! Tenemos que salir de aquí!! - Gruñe Mink buscando una salida, pero todo estaba obstruido con pedazos de metal. Noiz mira alrededor y lo único que encuentra ileso, es una ventana, podría gastar algo de sus extraños "poderes" que todavía no entendía, para poder salir de ahí, así que lo hace. Las heridas no se regeneran pero tampoco le presentan problema y se levanta. 
  - Por ahí - Se carga su rifle al hombro y va a la cabeza del grupo hacia la ventana. Koujaku se extrañó muchísimo al verlo bien. Pero era imposible! Con esas heridas profundas con suerte alguien podría moverse y seguían sangrando. Apenas lograran salir de ahí, lo tendría que curar, se preocupaba por Noiz, como siempre. Al salir por la ventana, ve a una línea de soldados a lo lejos sobre edificios disparandoles a ellos y se cubren detrás de las pilas, Noiz se pone sus nudillos de metal y cada disparo que le daban ahí se los devolvía a la fila. Koujaku hace casi lo mismo con sus orbes, los otros tres les disparan con sus armas. El joven líder llega a una esquina del edificio, volteandose y mira más allá sintiendo un vuelco. Theo con su ballesta y sus hombres peleaban contra los soldados que estaban con Toue y los cañones seguían disparando. Su hermano tenía heridas en los brazos, pero luchaba como todo líder que es. Sus miradas se encuentran un momento, Theo señala con los ojos las motocicletas que estaban cerca de ellos y Noiz asiente de acuerdo, La torre se inclinaba hacia la izquierda, donde estaba la pelea con los cañones. Con el puño extendido, se cubre de un disparo que venía a su cara con sus nudillos de metal y regresa con los demás. Agarra a Koujaku de los hombros y lo mira serio. 
  - La única forma es subir. -  Koujaku lo mira extrañado, pero antes de que diga algo, Noiz lo hace subir por el exterior del edificio.
  - Que?! - Gritan los tres al unísono. 
  - Confíen en mi! - Les responde. Ellos se miran desconcertados, pero no dicen nada y suben con él rápidamente. Toue logra divisarlos y los mira frunciendo el ceño.
  - Que están haciendo. - 
  - A la cima! - Grita Aoba, entendiendo a que iba Noiz con subir la torre. Conforme se iba cayendo era menos empinado y podían subir más rápido a la zona de las antenas. Aoba sostenía a Ren fuertemente, ya veía a las personas correr para salvarse. Siguen corriendo como alma que lleva el diablo y saltan en la punta de las antenas. Todos ellos sienten un vértigo enorme, menos Noiz, aunque no lo recordaba, sabía que había caído por algo realmente profundo, hace muchos años. Escuchaba los gritos de Aoba y Clear detrás suyo, mientras apenas reparándolo agarraba fuertemente la mano de Koujaku igual detrás. Cierra los ojos un segundo, solo escuchando sus propios latidos y jadeos, pensando que todo eso fue una muy estúpida idea. Pero de repente, abre los ojos de golpe cuando siente una mano agarrando la suya y siente una punzada de felicidad al ver a su hermano Theo agarrándola sonriéndole seguro volando en la "motocicleta" a su altura.
  - Te dije que lo dejaras en mis manos, Nii-san! - Lo jala hacia él y con Noiz a Koujaku hacia dentro del vehículo a salvo. Noiz se agarra de su hermano para no caerse con una mano, mirando adelante. Koujaku mira atrás y ve que otros hombres de Theo recogen a los otros tres. Aoba y Clear se abrazaban temblando como dos amigos en una película de terror. El pelinegro sonríe levemente y vuelve la mirada hacia delante. Beni en su forma Allmate se posa en el hombro de Theo y éste lo mira. Después sonríe y el gorrión le devuelve la sonrisa. Noiz mira serio adelante. 
  - Theo, tenemos que irnos de aquí lo más pronto posible si no queremos tener más problemas de los que ya tenemos. - 
  - Bien, entonces nos vemos en otra ocasión. Creo que sé dónde está tu base espacial. - 
  - Disculpa? tu te vas con nosotros. - 
  - No puedo dejar a mi clan, Noiz. -
  - Entonces, que se vayan con nosotros en el Asylum, hay espacio.
Theo lo mira desconcertado un momento, después gira de dirección de vuelta a su base y con un audífono le manda una orden a todos sus hombres en Árabe. Estos empiezan a empacar sus armas, provisiones y bombas en cajas y maletas para irse de ahí, solo por un tiempo, mientras las cosas se calmaban. Los que iban en sus motocicletas con él le siguieron hasta llegar a la base. Pararon cerca de ahí y se bajaron, Noiz ya ocupó el poco poder que necesitaba en ese entonces y volvió la debilidad a su cuerpo por las heridas y cayó al suelo. Koujaku lo carga en brazos preocupado.
  - En serio. Que te pasa? - 
  - Gh....ahora te lo explico. - Trataba de tapar sus heridas lo mejor posible con sus manos, pero seguían sangrando y ya estaba pálido. (a la mierda la capa) Pensó Koujaku y se empezó a arrancar pedazos de su capa para usarlos de vendas improvisadas mientras llegaban a la base. Theo les mandó a sus hombres una orden de seguir al grupo a la base mientras él se quedaba ahí para sacar sus cosas. Aoba los guió por la ciudad hasta la base, que Noiz le dio una orden a Neik de ir activandola toda para despegar e irse de Platinium Jail. Algunos iban en esas motocicletas como en una iban Aoba, Koujaku y Noiz cargado de espalda, mientras los demás les seguían. 
  -  Tranquilo, Noiz. Apenas lleguemos te curaré esas heridas. - 
  - Sabes bien que me importan un culo porque no siento su dolor...pero sé que en ese sentido no podré pararte. - Apoya su mentón en el hombro del pelinegro.
Theo corre hacia la entrad de la base y llega. Al ver alrededor, todo estaba desierto, tal como la primera vez que lo encontró, pero volverán. Corre por la estación hacia una gigantesca puerta, que el metal no se había oxidado. La abre con dificultad y entra, aunque no veía nada, sabía bien donde estaba cada cosa en esa gran habitación. Incluso podía oír las explosiones de allá arriba que iban disparados hacia sus hombres y su hermano. Eso le da más ánimos de seguir trepando por los enormes pedazos de metal, hasta que al fin llega a la cabina y la abre. Entra y tira sus cosas por allá y cierra el vidrio (cabina) para encender su propio mecha. Set. Vapor salían de algunos lugares y luces se iban prendiendo conforme se activaba del todo. Toma los comandos por primera vez sintiendo toda la fuerza del robot correr por sus venas y lo hace incorporarse. Cuando sucede eso, era tan grande que rompió el techo y se interrumpió en las calles del exterior. Las luces hacían brillar su enorme metal negro, plateado y morado. Extiende sus enormes alas de par en par y lanza un rugido que hace quebrar todas las ventanas de los edificios. El mecha de Theo era un enorme dragón de más de 120m de largo y 40 de alto.  La sonrisa de Theo no podía ser más radiante.
  - Oooh si!!! Esto es asombroso! - Dice mirando por la ventana el panorama. 
Noiz, que estaba siendo cargado por Koujaku, esperando a que todos entraran en la base, ve el enorme animal y saca de su bolsillo una pistola. Apunta al cielo y dispara una bengala de color para que su hermano la pudiera ver e ir para allá y en efecto, eso pasó. La voz de su hermano menor resonaba fuera del mecha como en un micrófono. 
  - Noiz! ya estoy aquí, nos tenemos que ir! - 
  - Si lo sé. Solo síguenos y todo irá bien! - Koujaku y él entran de últimos y las compuertas se cierran, la base se va elevando en el aire mientras aumentaba la potencia de las turbinas dejando una cola de luz mientras se iba alejando de Platinium Jail con Set a la zaga. Se alejaron rápidamente de ahí y dentro de poco volvieron a estar sobre el mar de arena del desierto del Norte. 

 
 
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Esta es la segunda parte de la historia original: Un capítulo de mi vida jamás contado. 
La parte anterior decidí llamarle, La separación. (here)
OMG MOAR POEMS! OMG MOAR POEMS! OMG MOAR POEMS! 
Bueno, empecemos... 


Las montañas se veían majestuosas en sus grandes cordilleras, que se extendían hasta que las nubes las cubrieran. Eran llamadas las Tierras Altas. 
Se rumorea por ahí que nadie vive en esas montañas, a pesar de tener pequeños valles entre colinas y grandes rocas esparcidas aquí y allá. 
Pero déjenme decirles que eso que dicen es falso. Gracias a las runas del Palacio del Sol, pude recordar todo lo que pasó en esos lugares, este sigue siendo... un capítulo de mi vida jamás contado. 
A decir verdad, anteriormente les conté de los cristales, verdad? Esa vez no fue la única, la segunda y última (de momento) fue en el desierto, cerca del palacio. Como no recordaba que eran, me acerqué a ver, pero esa ocasión no fui solo, me acompañaba Aoba, y nos aventuramos a ver que había dentro del agujero, y por suerte no era el túnel y sus corrientes de aire. Surgieron los problemas más tarde, pero una vez más, fui salvado por Koujaku, que se está volviendo viejo con los años, jejeje...
Igualmente, no vine a contarles eso precisamente. Asumo que les dejó bastante intriga el final de donde lo dejé, y ahora tengo tiempo de volver a reanudar la historia. 
Bien, ¿Por donde me quedé? Ah si. Iba por aquí....


Bullet; Black Bullet; Black Bullet; Black 

En realidad, entre las montañas, había un ciudad grandísima. Tenía edificios de metal que se reflejaban con el sol a mediodía, combinaba lo tradicional con lo tecnológico y natural, ya que mantenían los gigantescos árboles que estaban posados a los lados de los edificios. Volaban por éstos, corrientes de luz, la mayoría verdes y paseaban por todos los lugares. En la parte más alta de las montañas de la ciudad había un colosal palacio negro metal y verde cristalino. Alrededor de él habían 4 esferas gigantes de puro blanco y debajo de ellas unas pirámides moradas donde su punta caía en dirección a los rascacielos.
Ese día estaba lloviendo fuerte, aunque las luces del lugar seguían funcionando. Lejos de ahí, por las rocas esparcidas por las montañas, unos soldados patrullaban los bordes de su frontera, ya que muy a menudo últimamente los atacaban. El grupo se dividió, pero no tan alejados uno del otro.
El ambiente estaba oscuro por las nubes grises y la lluvia, pero podían ver bien. Uno de ellos ve algo parecido como una mano, bastante pequeña como para ser un adulto. Se acerca más y ve por detrás de la roca, y abre bien los ojos de la sorpresa. 
Era un niño, estaba inconsciente mojado completamente por la lluvia. 
El soldado se acerca y lo voltea para verle la cara. Sucia por la tierra y su cabeza sangrando /por el fuerte golpe del cristal/. Llama a sus compañeros y éstos vienen. Ven al niño y discuten entre si para ver si se lo llevarían. 
Al final todos concuerdan y el que lo encontró lo carga entre sus brazos y el grupo se devuelve al palacio, a ver que opinaba el rey.


 Bullet; Black Bullet; Black Bullet; Black 


Solo podía oír sus leves respiros. No podía ver nada todavía, todo estaba negro.
Sentía en su cabeza sus latidos, tratando de recordar que pasó.
Lo último que recuerda es el grito desesperado de Koujaku y los de él mismo. Se sentía como si le hubieran quitado una gran parte de su cerebro.
De pronto, una pequeña luz se proyecta frente suyo como una pequeña gota apenas. Con el tiempo, se vuelve más grande hasta poder percibir la luz del exterior a través de sus párpados cerrados. 
En su mente le vienen todo lo que ha vivido desde que tiene memoria, con sus 11 años de vida. Su madre sonriéndole antes de dormir, las peleas con las que se metía con los demás niños en el pueblo, el terrible ataque de esos mechas, la muerte de su madre, corriendo a ningún lugar determinado, Koujaku....
Todo lo que hizo con él lo recuerda muy bien. Lo escucha gritando su nombre, al principio como un leve susurro, pero iba aumentando el sonido hasta que sentía que le gritaba de verdad. Se despierta de golpe sentándose.
- KOUJAKU!! - Grita muy fuerte al despertar. Sudaba por su cabeza y las gotas caen por su frente y sienes. Jadea temblando un poco. Mira abajo y repara en donde estaba. No sabía donde exactamente, pero en algún lugar completamente diferente al desierto, lo sentía así. Se mira el cuerpo y tenía ropa que no era la suya, la que tenía era parecido a una pijama blanca con los bordes dorados y verdes. Frunce el ceño, ¿Dónde demonios estaba? ¿Donde está Koujaku? ¿Qué pasó realmente?
Se tomó el tiempo de ver la misteriosa habitación donde yacía. La cama donde estaba era muy grande, con sábanas verdes y dorado, toca la tela, era suave, se podría comparar con la seda. Las paredes blancas, decoradas por unos símbolos peculiares que había visto por ahí. Muebles decorados por esos mismos símbolos. y a su izquierda un poco más al frente, daba acceso a un balcón. Ve que su ropa estaba bien doblada en una mesa con su cadena de pseudos conejos que él mismo había construido cuando estaba con Koujaku....Recordar de él le hacía bajar la cabeza. Estaba muuy lejos del desierto, tal vez nunca lo volvería a ver y para Noiz, además de su madre, era la persona que le había dado su confianza, hasta tal punto que le contó cómo terminó así la primera noche que se conocieron. 
Sacude la cabeza alejando esos pensamientos y se levanta. Tenía que salir de ahí y encontrar una forma de volver al desierto y buscar a Koujaku, que conociéndolo, se habría deprimido o desanimado bastante por su pérdida. La luz del día iluminaba todo el cuarto, sale al balcón y apoya los brazos en las barandillas. Una ráfaga de viento de una nave pasa cerca de él y  despeina su pelo. Noiz abre bien los ojos al ver bien donde en realidad estaba. 
Una ciudad gigantesca combinada con la gran madre naturaleza de las montañas, además de ser todo tecnológico; se veía genial así. Se asoma abajo, estaba tan alto que le hizo retroceder sintiendo el vértigo al....No lo recuerda, pero sabía que se había caído dentro de algo.
Desde allá arriba se podía ver un poco las personas que caminaban por las calles...Lo que sean que sean, era cosa suya o en verdad tenían un tamaño mucho más grande que el de un humano normal. Se restriega los ojos, no era cosa suya. Sean lo que sean, no eran humanos, pero bastante parecidos al físico. El viento ondula suavemente su pelo y la ropa, con una cara de confusión. 
Sin darse cuenta, alguien, muy grande en tamaño, con armadura dorada y negra, en los hombros pinchos con calaveras, pelo café y una barba terminada en punta, entra al cuarto y ve a Noiz en el balcón. Se acerca cautelosamente, sin hacer ruido incluso con su gran armadura. Se pone detrás de él esbozando una sonrisa con las manos en el aire, para después ponerlas en sus hombros de golpe y gritando para darle un susto de muerte. Noiz pega un grito de sorpresa sobresaltandose, gira bruscamente y lo mira. Se tambalea hacia atrás y casi se cae por las barandas de no ser por el tipo, que le agarraba del pie.
  - Uy uy uy! Cuidado, JOJO! - Dice el tipo riendose
  - Aaaah!! Bájame, bájame ahora!! - Noiz grita aterrado mirando boca arriba el vacío del edificio, cuanta altura....
  - Jejeje,  muy bien, muy bien. Ya va - Con su gran mano rodea la espalda de Noiz y lo tira para delante en el balcón. El chico trata de quitarse de él, hasta que lo consigue y cae al piso. Respiraba agitado, mirando al gran tipo con una expresión mezclada de furia y sorpresa.
  - Q-quien...eres..? - Consigue decir.
  - Yo? Ah si. - Se cruza de brazos mirando a Noiz sonriendo seguro. - Mi nombre es Metallius del Titanium. - Pasa una mano recorriendo la ciudad. - Rey de la ciudad Zero - 
Noiz cambia su expresión a una muy confundida.
  - Q-que? - 
  - No me oíste? Soy Metallius del T- - 
El chico no le dejó terminar. 
  - Si, entendí eso. Pero es que sigo muy confundido...¿Cómo llegué aquí? Estamos lejos del desierto... - Noiz baja la mirada. Metallius se rasca la barba.
  - Si, ten eso por seguro. - Dice el rey. - MUY lejos, es más. La parte sur de la isla de Japón. - 
Noiz siente que el alma se le cae a los pies.
  - Al...sur? - Tardaría semanas en volver al desierto, quizá un mes entero. 
  - Porqué? Tienes que ir al desierto? - Metallius lo mira. El chico asiente.
  - Tengo a alguien importante ahí que quiero volver a ver. -
  - Quien es? - 
Noiz aparta la mirada.
  - Es algo personal, si no te importa. Además, te acabo de conocer, que te voy a decir de mi vida. - Dice frío. El rey asiente. 
  - Cierto, cierto. Guardate lo que quieras. Pero antes de que te vayas, quieres ver cómo funcionan las cosas por aquí? No tenemos muchas visitas por nuestra ubicación, pero vale la pena dar una vuelta por Zero. - Mira a Noiz tendiendole la mano para ayudarlo a levantarse. El chico lo mira algo desconfiado, principalmente por ese susto que casi muere por caerse del balcón. Aun así, le da la mano y se levanta. Ambos se miran por un rato, sentía algo especial en ese tío raro, solo, lo sentía. 
  - Eres...muy alto... - Para mirarlo a la cara, Noiz tenía que subir la cabeza y ponerse un poco para atrás. 
  - Aah si, jeje. Mi raza y yo no somos humanos, como podrás ver. Somos los conocidos Titanes de la luna de Saturno Hypateus. - 
Noiz lo mira extrañado, esto parecía en verdad un cuento de fantasía. Además, no es porque quería, pero no sabía pelear. Y estaba más que seguro que le atacarían si viajaba ahora. Mira las paredes, llenas de runas. No tenía la menor idea de como lo hacía, pero entendía lo que decía con apenas leerlo. Se acerca a leerlas más de cerca y pasa sus dedos por ellas, no podía parar de leer, es como si estuviera en un especie de trance. Metallius lo mira extrañado.
  - Qué haces? Acaso puedes leer rúnico antiguo? -  
El chico seguía diciendo esas cosas, de pronto en un lenguaje completamente diferente. Se mece de un lado a otro, mientras que mientras leía en voz alta, las runas se iban iluminando de color verde. Metallius se puso nervioso y lo sacude de los hombros, haciendo que Noiz vuelva en sí y las luces desaparecieran. El chico se tambalea hacia atrás, pero el rey lo sostiene para que no se caiga con sus grandes manos.
  - Que...que fue eso, chico? - Lo mira sorprendido.
  - N-no lo sé...pero no me siento bien ahora... - Consigue decir Noiz con una mano sobre la cabeza.
  - .....Aun así, te gustaría seguir con el plan? - 
El chico asiente débilmente, se mantiene de pie y va donde su ropa estaba. Mira a Metallius antes de quitarse esa extraña ropa. - Te importaría...? - 
  - Oh si, si claro. - Metallius se va al balcón y mira la panorámica dándole la espalda. Noiz todavía desconfiado, abre una puerta del gran clóset cubriéndolo todo y ahora si se empieza a quitar la ropa hasta quedar solo en sus bóxer. Dobla la pijama y la deja en un estante del clóset, y se pone la suya. La antigua gabardina que antes de sobraba un montón ahora le quedaba un poco mejor. Se conecta la cadena de sus pseudos conejos al cinturón y cierra la puerta.
  - Ya está. - Metallius se voltea y lo mira. 
  - Je, justo como te encontramos. - 
Noiz sacude la cabeza y lo mira con los ojos abiertos. - Que dijiste? Como estuve aquí por cierto? - 
  - Una patrulla de soldados que vigilaban las fronteras de la ciudad, te encontró tirado a lado de una roca, mojado, sucio e inconsciente. Pobre, te llevaron ante mí para ver que hacíamos y decidí dejarte en el palacio mientras te recuperabas. Ya era hora, este era tu 5 día inconsciente. - 
Al chico se le cayó el alma a los pies. 
  - 5...días? Eso es demasiado... - Dice mirando al piso. 
Metallius asiente. - Por cierto, jamás me dijiste tu nombre, ¿Como te llamas? - 
Noiz siente una punzada de tristeza al escuchar esas palabras. Las mismas que le había dicho Koujaku al preguntar por su nombre. 
  - Noiz...me llamo Noiz. - Lo mira con su expresión indiferente.
  - Bien, Noiz. Ya que estás listo, ven conmigo - Le tiende su gran mano al chico. Este lo mira por un momento, antes de darle la mano y salir juntos del cuarto a ver la ciudad de Zero. 


Cada aspecto de la enorme Metrópolis le impresionaba. Naturaleza verde por todos lados, combinado con lo tecnológica que era la ciudad se veía perfecto.
Metallius caminaba a su lado con una gran sonrisa segura. Noiz lo mira de reojo, con sus manos en el bolsillo. Ve al frente y siente todas las miradas de los habitantes. Pero no eran miradas de incomodidad o enojo, eran de sorpresa y algunas de felicidad y le saludaban con la mano. Eso le hizo sentir menos mal de lo que sentía, y sonreír levemente. 
El rey le enseñó todos los lugares de la ciudad hasta tal punto que aunque Noiz no lo sentía sus pies no podían más del caminar. Llegaron de vuelta al palacio y Metallius se puso en frente del chico.
  - Necesito que vengas conmigo por un momento, porfavor. - 
Noiz lo mira algo extrañado.
  - Porque? Pasa algo? - 
  - Solo quiero confirmar algo. Tiene que ver tu extraño caso en la habitación. - Lo mira serio. El chico baja la cabeza por un momento antes de contestar y suspira.
  - Bien...iré. Pero como hagas algo pedófilo conmigo... - Advierte, el rey se pone a reír. 
  - Jajaja! yo no soy de esos, Noiz, puedes estar tranquilo - Con una mano lo guía por los gigantescos pasillos blancos con verde hacia una sala. Mientras, Noiz se tomó el tiempo de ver lo demás. Los marcos de las puertas de las habitaciones eran de oro y de cristal pulido,  con obvio, varios Triskell más. Seguía sin creer que estaba en ese lugar, con este tío bastante raro pero a la vez agradable, en ese lugar que parecía sacado de un cuento de hadas que le cuentan sus madres a sus hijas. 
Metallius le conduce a una pasillo más alejado de los demás y se volvía más oscuro. Noiz mira inquieto al frente. 
  - A donde me llevas? - 
  - A la sala de los Antiguos. Una que solo yo puedo entrar, ni siquiera los guardias pueden. - Eso hizo que el chico alzara las cejas.
Metallius llegó a una gigantesca puerta toda de oro y los bordes verdes esmeralda, de verdad. El rey titán dibujó una, lo que para Noiz parecería una runa en el centro de la gran puerta. Al terminar, esa runa brilló en blanco y se divide en dos cuando la puerta se abre par en par. Noiz se esperaba algo parecido a un salón lleno de muebles que expusieran alguna clase de reliquia o todo dorado pero no. Era completamente negro de la oscuridad que no se podía ver nada. Metallius le instó a entrar, algo que inconscientemente hizo, porque a pesar que quería irse de ahí corriendo y volver con Koujaku, sus piernas obedecieron al rey como si él las hubiera mandado directamente. Le incomodaba la oscuridad perpetua, le recordaba a su estado cuando estaba inconsciente, en ese cuarto. Metallius cerró la puerta, pero cuando entró. Se cruzó de brazos quedándose donde estaba sin moverse.
  - Justo en el centro de la habitación hay una lanza de hoja ondulada bastante grande como para considerarse una simple lanza. Era la empuñadura de los guerreros antiguos. Trata de cogerla, todos pueden, pero nadie ha sabido como sacar a la luz su verdadero poder. - Explicó el rey titán. su voz resonaba como eco en la habitación. Los ojos del chico se acostumbraron a la oscuridad del lugar y efectivamente, en el centro había un arma exactamente igual a como le describió Metallius. Traga saliva antes de llegar y coger la larga empuñadura y sostenerla en sus manos. Era algo pesada para él, pero lo demás estaba bien. El largo mango, el de una lanza, roja y la hoja larga y ondulada hasta acabar en una punta bien afilada. En el centro una línea roja con la misma forma que la hoja. 
  - Qué se supone que tengo que hacer con esto? - Dice volteandose para ver a Metallius.
  - Esta mañana empezaste a recitar algo mientras leías esas runas, en el lenguaje antiguo más encima. Concéntrate y deja que las palabras fluyan. - 
Noiz suspira y cierra los ojos. Pensando en nada, siente leves susurros en el aire, hablándole parece ser y empieza a manejar el arma a giros y tajos en el aire, mientras murmura cosas en Nórdico antiguo. Metallius le mira con los ojos como platos cruzado de brazos sin moverse donde estaba. El chico daba saltos grandes y volteretas en el aire, simplemente por la fluidez de las runas que le rodeaban y volvía a caer manejando el arma como un profesional, mientras murmura y mueve la hoja, todos los símbolos en las paredes se empezaron a iluminar de verde hasta hacer brillar toda el cuarto. Noiz seguía con los ojos cerrados y haciendo esas cosas, en el suelo brillando de verde se forma un Triskell que gira. El rey no se podía creer lo que estaba pasando. El chico de pronto, abre los ojos y hace un tajo giratorio de 360 grados provocando un círculo de fuego verde por toda la habitación, que hasta Metallius tuvo que agacharse para no ser quemado. Al levantarse y ver a Noiz, éste tenía ropas completamente diferentes a las que tenía: Una túnica parecida a un kimono verde oscuro con decoraciones pequeñas de Triskells verde más claro, amarrado a una cinta dorada terminada en sus dos extremos, otra sí más grande desde el hombro hasta la cadera verticalmente, Los extremos del kimono/túnica estaban cortados en pedazos grandes y terminaban dorados. La línea que cruzaba por el centro de la hoja era verde resplandeciente y se movía constantemente. 
Sus ojos parecían dos fuegos fatuos verdes. No parecía un niño, más bien un digno guerrero. Se incorpora, mirando con una mirada severa a Metallius. Este seguía pasmado, traga saliva. 
  - Co...como lo hiciste....? - 
  - No lo sé. Quizá fue por tus palabras de dejar fluir la energía de esta habitación. - Dice viendo la hoja. 
  - Dios mio....Es como en las leyendas!! Solo una persona en este mundo puede desatar el verdadero poder de la arma! - Sonríe radiante. - Todos en el pueblo le encantará la noticia! - 
Noiz lo mira algo desconcertado. 
  - No lo sé, Metallius...yo... - 
Pero el rey no le dejó terminar, lo cargó y puso en su gran hombro, mientras sale del cuarto cerrando las puertas y se dirige a la salida del palacio. Noiz tenía la cabeza hecha un revoltijo, aquí tenía la seguridad de Metallius y de una ciudad entera y que probablemente le querrían, o salir de ahí completamente vulnerable a ataques buscando a Koujaku por un desierto de más de 100 kilómetros. Metallius llegó a la salida al pie de las escaleras, y miró que la mayoría de los habitantes miraban sorprendidos a Noiz.
  - Les traigo, al elegido de las leyendas. El último heredero de los Antiguos!!!! - Grita alzando el puño al cielo. Los demás hacen lo mismo lanzando vítores y gritos que se oía por todos lados. Aplaudían y le gritan alabanzas. Noiz se sentía...No podía describirlo. Asume que bien, ellos le quieren como es, no solamente esa noche, sino que se había divertido con muchos cuando Metallius le había llevado a ver la ciudad de Zero. Sonríe levemente. Se baja del hombro del rey titán y la multitud lo alza y lanza al aire y lo atrapan. Una gran alegría siente en su interior, da un grito de victoria alzando el arma al cielo y los demás se le unen.
No dejaría atrás su propósito de ir a buscar a Koujaku, pero su vida no dependía de él.
Tenía que hacerla grande y digna, se quedaría con ellos hasta el día que pueda irse. 
Y eso sería 4 años después....


Bullet; Black Bullet; Black Bullet; Black 


El entrenamiento no fue nada fácil, Noiz era el más joven entre los reclutas, pero aun así, sin usar sus extraños poderes con su arma, era bastante fuerte. La noche que decidió quedarse con ellos, empezó por la noche, Metallius como su mentor. Le enseñó todas las técnicas que tenía y el chico las dominaba rápidamente, tanto pelea cuerpo a cuerpo, como de puntería, y usando su arma. Era como un padre orgulloso de su hijo. 
Durante esos 4 años, ellos dos se habían considerado famlia, padrastro e hijastro pero bueno. Casi todo el tiempo llevaba esa extraña ropa que "mágicamente" adquirió después de recitar esas palabras en esa sala, cada vez que caminaba por la ciudad (que ya se la había aprendido de memoria), todos le saludaban con la mano o más respetuoso, con una breve reverencia. Le habían construido una funda para su arma cuando no la necesitaba usar. A veces salía con Metallius por las Tierras Altas, fuera de la ciudad, pero no yendo tan lejos. De ser un adolescente de 15 años era muy testarudo, y pocas veces se oponía a las órdenes del rey.
Cuando había una pelea, él siempre estaba a la cabeza de las tropas, junto con los comandantes.
Ese día con esas raras ropas que Noiz aun consideraba así, estaba en ese cuarto haciendo lo mismo que la otra vez, mientras paseaba por el lugar manejando el arma magistralmente. Las runas de las paredes empezaron a brillar de verde como siempre y las auras verdes bailaban por la habitación en todas las direcciones. Las pisadas del rey titán resonaban por su pesada amradura dorada que iba en dirección a donde estaba el joven. Llega y abre la gran puerta.
  - Noiz! - Dice en un tono alto para que escuche
El chico abrió los ojos de golpe y se cae desvaneciendo las luces y su concentración. Se sentía muy mal cuando alguien le interrumpía así y no haber terminado la visión. Con el arma, se levanta a duras penas y sale con Metallius, éste cerrando la puerta. Ambos caminan por el pasillo a lado de un bonito panorama nocturno.
  -  Te dije que no me hagas eso cuando estoy concentrado, padre. Me hace sentir mal - Replicó el chico, ellos dos se habían acostumbrado a llamarse así. 
  - Jojo, lo siento, Noiz! Es que quería hablar contigo. - 
  - De qué? - 
  - Bueno, todos aquí te respetan tanto como a mí, tomas buenas decisiones como yo, cuando llegue ese día...Apuesto a que serás un gran rey para ellos, a pesar de no ser titán, pero no hay comparación ante el poder de una leyenda! - Dice dándole un suave golpe en la espalda, pero para Noiz fue muy duro. 
  - Jeje... - Su sonrisa desaparece del rostro del chico. - Eso quiere decir que... - Noiz fue interrumpido por una gran explosión para nada normal de los cañones de entrenamiento de las naves. 
Los estaban atacando de verdad. 
Metallius y Noiz salieron corriendo del palacio al pie de las escaleras para contemplar la escena. Naves pequeñas y grandes de guerra se acercaban a gran velocidad a
la ciudad y empezar a lanzar bombas y rayos de energía a las calles y edificios. Por las calles además de ver a la gente corriendo por refugio habían soldados, o eso parecían que le disparaban a los ciudadanos. La mayoría se defendía bien, pero otros morían en combate. El rey no esperó más y corrió a abalanzarse sobre los atacantes y los mandaba a volar con sus enormes puños de metal de la armadura. Noiz tampoco se hizo esperar y empezó a atacar a los soldados con su arma. Eran tajos limpios y perfectos, que hasta ni la hoja se manchaba de sangre. Para ser un jovenzuelo, lo hacía como si fuera un guerrero, es que lo es. En un ataque giratorio desató un círculo de fuego verde que mató al instante todos los que le atacaban. Pero de repente, alguien le disparó en el hombro y Noiz cayó hacia atrás, pero sin soltar el arma. Cerraba los ojos con fuerza, aunque no lo dolía. Jamás le contó de eso a Metallius, solamente a Koujaku.....
Sintió el brazo de Metallius rodearle el abdomen y cargarlo corriendo a un lugar seguro. Lo deja apoyado contra una pared y el chico se sienta jadeando tapando la herida para que no sangre. El rey lo mira horrorizado y le da un abrazo. Cuando se separa lo mira fijamente.
  - Tienes que irte de aquí. - 
Noiz abre la boca para protestar, pero Metallius lo vuelve a cargar y va a un costado del palacio donde no los vean nadie mientras bombas explotaban en las calles. Le cura la herida con un liquido transparente morado que cerró el agujero del disparo y quedó como si nada hubiera pasado. Coje el arma de Noiz y da un tajo al aire y donde le dio, aparece un portal.
  - Hijo, más ataques vendrán a por nosotros. No voy a arriesgarme a que te maten no solo porque eres el elegido de los Antiguos...sino porque... - Lo vuelve a abrazar. - Porque te amo como familia. - 
A Noiz le dio un vuelco en el corazón. No quería volver a perder a alguien querido. No otra vez.
  - T-tiene que haber una forma! No me dejes...porfavor... - Dice el chico con ojos suplicantes, el rey niega con la cabeza y le sonríe.
  - No tenías una búsqueda que hacer para encontrar a tu amigo Koujaku? Si lo encuentras....Mándale saludos de tu padrastro - Sin más, lanza el arma al portal junto con Noiz y éste se cierra al instante. 
  - METALLIUS!! NOOOO!! - Grita mientras es traído de vuelta al enorme desierto del Norte. 


Bullet; Black Bullet; Black Bullet; Black 


Cayó rodando sobre una montaña de arena, ya en el suelo, se quedó ahí unos segundos antes de sacudir la cabeza que la tenía llena de arena y ponerse de rodillas, con las manos se sacudió bien el pelo por la arena y los ojos. Se quejó porque había entrado un poco en su boca y empezó a escupirla mientras se levantaba con ayuda de su arma. Como un gato, se pasó la mano por la lengua tratando de quitar la arena que había en ella, pero al mirar el cielo se detuvo y lo contempló por unos instantes. Era un mar de estrellas innumerable acompañado de una hermosa aurora que se movía lentamente. Esa noche era calurosa, como la mayoría y estaban las calaveras gigantes de animales desconocidos esparcidas por ahí, tal y como recuerda que era el desierto. 
Empezó a caminar, duró por un par de horas, como 2, cuando bajó por una colina deslizándose por la arena, vio algo que le hizo fruncir el ceño. Se acercó y se agachó para ver mejor. ¿Pasto? ¿En el desierto? Eso jamás lo había visto antes. Se levanta y ve que en frente suyo había pasto mucho más alto conforme uno avanzaba más allá. Se atreve a ir, todavía extrañado que algo como esto esté en un desierto. El pasto llegaba hasta su hombro, caminó por un buen rato teniendo ni la menor idea a donde iba. Se detiene en seco agarrando su arma en una posición de ataque. Oía pasos que estaban cerca de él, mira a todos lados, esperando el ataque primero. Por atrás. Golpea al primero con el mango en el estómago y cae al suelo, otro le golpea en la cara, pero Noiz solo se limita a sacudir la cabeza, lo rodea rápidamente y le golpea en la nuca. Otro que salía en frente de él le da una patada en la cara y cae al suelo con sus compañeros. Los 3 se levantan a duras penas viéndolo con ojos asesinos. El los miraba con su típica expresión indiferente, cuando lo tomó desprevenido otro tipo, que cuando Noiz le iba a atacar, supo lo que iba a hacer y con un movimiento rápido, le quita el arma de las manos mandandola al suelo y se lanza contra el chico. Lo inmoviliza pegando su rodilla y todo su peso sobre su cabeza, su cara se mojaba con un charco de agua y miraba al tipo furibundo. Le agarraba los brazos hacia arriba y detrás de la espalda,y los otros le apuntaban con sus armas. 
  - Eres un mocoso de menos de 17 años por lo que deduzco, que se internó en nuestro territorio como si fuera nada, y derribaste a 3 de mis hombres. - Dice el que lo tenía inmovilizado. Noiz solo se limita a verlo con un ojo. Ese tío le transmitía una energía segura, con una mirada penetrante que intimidaría al matón más rudo de una escuela secundaria. 
  - No está mal, niño. - Dice por fin, sin dejar de mirarlo. Lo hace levantarse y manda a un hombre a recoger el arma y se la entrega. Mira la hoja detalladamente. - De donde sacaste esto? Tiene una hoja hermosa... - 
  - Eso no te incumbe. - Contesta fríamente Noiz. Le golpean en el estómago y escupe sangre. - Devuélvemela - 
  - Nope. Me la quedo. Escoltalo lejos del claro inconsciente. - Dice, el que parecía el líder mirando la hoja volteandose para irse. Noiz no podía dejar que lo derrotaran así con el duro entrenamiento que hizo, y menos si se llevaban lo único que tenía de Metallius. Le da un cabezazo al que tenía detrás y va golpeando a los otros dos hasta dejarlos en el piso de nuevamente y corre hacia el líder a por su arma. Tas una pelea, Noiz la tiene de vuelta, la hoja rozando el cuello del líder, pero éste le está apuntando con 2 pistolas a la cabeza. Ninguno de los dos movía un músculo, si lo hacían, quizá ambos acabarán muertos. 
  - Increíble. Para ser un niñato, peleas como un auténtico guerrero.  -
  - Es que lo soy, canalla. - Dice severamente Noiz.
  - Entonces, porqué no te nos unes? - 
Llevaron un tiempo discutiendo sin mover un músculo, hasta que Noiz finalmente accedió. Ambos bajaron sus armas y se miraron sin hacer nada. Los otros 3 salieron entre la hierba mirando a Noiz furibundos, el líder les dio la noticia, haciendo que tengan ojos como platos. Le dejaron al chico tener su arma, porque sabían que pasaría si no. Fue presentado ante toda la base rebelde y aunque no lo aceptaron al principio, obvio, con el tiempo se fue convirtiendo en un buen miembro del grupo, hasta que tan solo meses después fue nombrado lugarteniente. Sus ropas cambiaron a unas más adaptadas del lugar hasta las que usa normalmente. Ya en ese honorable puesto, se unió un chico de su misma edad a la base. Le llamó algo de atención, tenía la piel algo morena y el pelo oscuro con las puntas verdes. Tenía una gran perseverancia y determinación en ser un buen soldado. Se llamaba Neik, el primer amigo de Noiz en la base. 
En ese mismo año el respetado líder de la base murió por un ataque en una ciudad donde Noiz y Neik estaban con él. Esa noche el joven fue nombrado finalmente el líder de su nuevo grupo rebelde, que le dio un mismo nombre, Ruff Rabbit, teniendo a su amigo como lugarteniente, por todos esos años, construyendo la nave/base espacial Asylum y agrandando más la construcción de la base a como es actualmente. Esa tarde estaba en el borde de un pequeño acantilado que bajaba en forma de media luna hacia el gran claro del lago, parado viendo como se ocultaba el sol con cada movimiento. Desde que se unió al grupo había dejado de usar su arma, teniendo su rifle de francotirador en lugar de eso. 
Su promesa de encontrar a Koujaku no la había dejado atrás, pero disfrutaba SU vida como es. 
La mayoría del tiempo se encontraba muy cansado, no solo por ocuparse de su grupo día a día, sino porque había afrontado demasiados problemas ya...
La separación de Koujaku, la de Metallius, la muerte del líder y su vida actualmente....
Solo, por un momento, quería dormir en paz, pero sabía bien que esto acababa de empezar....


Bullet; Black Bullet; Black Bullet; Black


 Aoba tenía los brazos cruzados mirando abajo nervioso moviendo el pie para delante y atrás. El juicio empezaría pronto y estar ante millones de personas y un poderoso jurado le ponía incómodo, pero por ahora era la única forma de obtener ayuda para conseguir averiguar de donde venían esos cubos y la enorme ciudad que estaban construyendo sobre Midorijima. Clear estaba con él y Koujaku, esperando en un pasillo grande detrás de unas grandes ventanas que daban acceso a un panorama de la ciudad del palacio judicial, que tenía una estructura triangular dorada, que pasaban luces con un diseño tecnológico por él. 
Koujaku encara a Aoba. 
  - Alguien más va a venir para arreglar este asunto? - 
  - Claro, el que tuvo esta idea. Aunque te sigo agradeciendo infinitamente por salvar a mi abuela. En serio, Koujaku... - Mira por un lado y su rostro se ilumina. - Es        él!- 
Los pasos del grupo caminando en formación militar se oían por todo el pasillo como si fuera uno. Pero más resonaban los tacones de metal de sus botas, quien iba a la cabeza con su ropa normal y el rifle al hombro. Noiz miraba al frente severamente caminando como el gran líder que era. Koujaku lo mira y siente que casi le da un infarto. ¿Podría ser....? No puede ser....!!! (Noiz?!) Pensó mirándolo sorprendido. Reconocería esos ojos esmeralda y esa mirada en cualquier parte. Una parte de él le decía que no era él, pero era ridículo...Ese era el pequeño niño que conoció 8 años antes y había crecido bastante. No pudo evitar sentir una gran alegría en todo su cuerpo, años buscándolo y al fin lo había encontrado de nuevo!
Quería correr a abrazarlo, pero conocía muuy bien el carácter del joven, lo empujaría y regañaría por hacerle quedar como un zapato en frente de sus hombres, así que solo le dejó pasar. Noiz gira la cabeza y ve que Aoba y Clear le saludan, pero abre un poco más los ojos al ver a Koujaku. Reconocía ese kimono como si fuera la palma de su mano, a decir verdad, el viejo no había cambiado en nada. Una punzada de...se podría decir alegría recorrió su cuerpo al verlo de nuevo, después de tantos años, pero su mirada no reflejaba nada de eso, solo sorpresa. Los pasó y miró al pelinegro por una vez más por encima del hombro antes de volver a mirar adelante y continuar su camino seguido de sus hombres. Koujaku lo sigue mirando asombrado hasta que se pierden de vista. Como si fuera despertado de un sueño, sacude la cabeza. 
  - Noiz?! - 
Aoba y Clear lo miran.
  - Conoces a Noiz? Eso no nos lo habías contado, Koujaku. - 
  - Si, lo siento. Pero era algo personal, entiendan. Igualmente, a donde van? - 
Antes de que pudieran responder, unas ruidosas campanadas se oyeron probablemente por toda la ciudad. La expresión de Aoba se endurece.
  - El juicio, o mejor dicho, el concilio está por empezar. Vamos. - 


El poderoso jurado ya estaba en su gran mesa en el centro de dos grandes gradas donde se sentaban los demás. Cuando Koujaku, Clear y Aoba habían entrado a la sala, todos los miraron, Noiz y sus hombres estaban en el centro encarando a los jueces. Ellos 3 se sentaron en una mesa cercana al pequeño grupo. El juez supremo, el que estaba en el centro de todos, golpeó la mesa con el martillo. 
  - Concilio número 548, organizado por el Palacio Judicial y las siguientes personas: Aoba Seregaki, Koujaku, Clear, y Noiz... - Le parecía nombres muy raros, pero carraspeó y siguió hablando. - Pueden empezar, a ver si llegamos a un acuerdo. -  
Noiz dio un paso adelante. 
  - Primero que todo, agradezco que accedan a este encuentro para poder organizar un plan y restaurar las condiciones en las que está la ciudad de Midorijima. - Hace una corta reverencia, los demás solo se limitaban a mirarlo con atención. Se incorpora y los vuelve a encarar.  - Esta ciudad ha sido atacada por una fuerza increíblemente resistente a mis ataques por salvar a los habitantes. Lamentablemente, mis computadoras calculan que un 98% de la población allá ha desaparecido. - 
Varios murmullos de inquietud cunden en la sala. Aoba no pudo evitar sentir pena por Virus, quien fue una de las víctimas. Koujaku solo miraba a Noiz todo el tiempo, obvio le preocupaba el tema, pero la mayoría de él quería que terminara esa reunión e ir a abrazarlo. La última vez que lo hizo, fue cuando eran jóvenes y estaba volviendo a llover, pero sin ninguna inundación, el chico dormía profundamente acostado sobre su pecho, mientras que él lo rodeaba cálidamente con los brazos mirando al cielo. Retomando, la expresión de Noiz jamás cambiaba, solo miraba a los jueces murmurar entre ellos, con los brazos detrás de la espalda. El juez supremo se inclinó hacia delante con los dedos entrelazados mostrando interés. 
  - Sabe cómo desaparecieron? - 
  - Si señor. En verdad, no se podría decir desaparecido. Mejor secuestrado. Se los han llevado un anillo de tamaño descomunal, y según lo que dicen los satélites ahora, está encima del polo sur atravesando la atmósfera. Todavía no sabemos quien anda detrás de todo esto, pero lograremos dar con ello. - 
  - Y que insinúa que hagamos? - 
  - Proporcionarnos ayuda en otro ataque a la ciudad y además en conseguir información de nuestro enemigo, señor. Tengo testigos aquí presentes, que afirman todo lo que les acabo de decir. - Chasquea los dedos y Aoba se levantó de su asiento, viendo a los jueces severamente. 
  - Aoba Seregaki, señores. Lo que dice Noiz es completamente cierto, porque yo y mi familia fuimos testigos de este atroz ataque. Incluso le puedo confirmar al 100% que uno de los líderes de Morphine, Virus... - Hizo una pausa. Se sentía horrible hablar de él, es como hablar de un reciente perdido ser querido. - Desapareció en píxeles en frente de mis ojos y del otro, Trip. -
El jurado puso ojos de sorpresa y empezaron a murmurar entre ellos con cierta inquietud. El juez supremo volvió a tomar la palabra con su severa mirada.
  - Como eran los atacantes? Y como es que desapareció en píxeles, a donde fue? - 
El joven tragó saliva antes de hablar.
  - Después de desaparecer, esos píxeles subieron directamente hacia el anillo como si fueran atraídos por un imán, junto con todos los demás que desaparecieron. - 
Noiz tomó la palabra esta vez. 
  - Los atacantes tienen forma de cubo irregular, que constantemente cambia de forma irradiando una luz blanca. Son pequeños, pero con una increíble fuerza, de sus cabezas sale un rayo y si toca algo, ese algo se disuelve en píxeles que van hacia el anillo, como dijo Aoba. - 
  - Y las naves de ataque y defensa de la ciudad? - 
Esta vez, Clear se levantó.
  - Mi señoría, yo también presencié el ataque, y vi justo a tiempo como un enjambre de naves pelearon fuertemente por destruir los cubos. Desafortunadamente, terminaron como todo que fue hacia el anillo. He visto que los cubos poseen una habilidad de regeneración en cuestión de segundos. - 
Más murmullos en la sala,  el juez supremo seguía sin inmutarse. 
  - Es cierto todo lo que me han contado hasta el momento, requieren la ayuda militar del Estado para pelear contra este "gran" enemigo que suponen? - 
  - Así es, señor. - Contesta Noiz. 
Todos miran expectantes al juez. El después de un rato en silencio, estalla en carcajadas que resuenan por toda la sala. Todos lo miran con los ojos como platos, Koujaku se levanta incrédulo a lo que estaba presenciando, Noiz mostraba sorpresa en sus ojos con los brazos cruzados. Duró así unos minutos cuando ya se calma de su gran risa, se seca una lágrima y los encara.
  - Eso, ha sido la historia extraterrestre más RIDÍCULA que he oído hasta ahora. - Estalla en risa de nuevo - Cubos...JAJAJA!! No me lo puedo creer!!! - 
  - Usted es..!!!! - Le grita Aoba enojado, Clear lo tranquiliza. 
  - En serio creen que me voy a creer esa mierda? Es solo un estúpido intento de robarnos dinero. No vamos a ir allá a comprobarlo, porque no hay necesidad. No soy estúpido, Noiz, líder de Ruff Rabbit. Se muy bien quien eres y en serio tienes agallas para venir aquí ante tu mayor enemigo, la Ley. Eres buscado en todos los pueblos y ciudades del exterior de toda la isla, o al menos en el desierto. No pienso darte ni un pedazo de nave del Estado a ayudarte ni a tus cómplices. No eres más que una rata, el líder de las ratas que con su horripilante plaga arruina Japón. - 
  - No te atrevas a decirle algo así, me oyes?!?! - Le grita Koujaku con una mano en el mango de su espada. Noiz apretaba los puños, pero su expresión seguía igual.
  - Oh vaya. Al parecer tu plaga te respeta mucho, y defiende, tierno pero a la vez asqueroso. Te doy 30 minutos para que salgas de esta ciudad o te cortaremos la cabeza,que en todas partes, valdría ORO!!! - 
Los hombre de Noiz empezaron a soltar groserías al jurado, igual que Koujaku, Clear y Aoba que solo los miraban con ojos asesinos. Noiz siguiendo con su expresión, esta vez frunciendo el ceño enojado, les muestra el dedo del medio y la mayoría ahoga un grito ofendidos. 
  - Púdrete, por recordármelo. Nos vamos!! - Baja la mano mientras da media vuelta y abre la puerta, saliendo seguido de sus hombre y los 3. 
Todos estaban haciendo sus deberes en la base espacial Asylum para despegar, Noiz mandaba órdenes aquí y allá evidentemente enojado por lo que pasó en la sala. Minutos después, la enorme nave despega y se aleja de esa ciudad, que de ningún modo regresaría. El joven estaba en su silla de comando en el centro de la sala mirando la gran ventana al frente de los comandos en los que trabajaban los demás. Aoba y Koujaku se le acercan con miradas de pesar y el último le pone una mano en el hombro. 
  - Lamento mucho lo que te dijeron esos malditos allá, Noiz. Debieron doler esas palabras - 
  - La verdad no tanto. Ya me habían insultado de esa manera antes. - 
Aoba lo mira incrédulo. - Y te dejas insultar así?! - 
  - Como ya dije en varias ocasiones, me importa un pío lo que digan de mí. - 
Los dos chicos intercambian miradas  inquietas. Noiz se levanta y los mira.  - Pero no pasa nada. A decir verdad, me da igual si no nos quieren ayudar o no, podemos con esto. Solo quería intentar a ver. Será mejor irnos a dormir, porque mañana será un día de pelea. - Camina por los pasillos a su cuarto, Aoba y Koujaku iban a cada lado suyo.
  - Y de que es ese plan? - Pregunta el pelinegro.
  - Nos vamos a Platinium Jail. Ahí tengo un gran aliado que nos podría servir de mucha ayuda. Pero para ir allá, hay que atravesar Midorijima, y bueno...ya saben que pasará con eso. - 
  - Ooh! pelea! Hace tiempo no uso mi mecha para una pelea. - Dice Aoba sonriendo seguro. 
  - Si, así es. Ahora, a sus cuartos, que mañana habrá batalla en el cielo. - 


Bullet; Black Bullet; Black Bullet; Black  


Era una buena noche en el desierto con la Asylum paseando por las nubes. Ellos solo tenían sus bóxer puestos, sus cuerpos pegados y sumidos en un apasionado y lento beso. El cuarto estaba iluminado por leves luces neón rojas, se separan unos centímetros por aire jadeando y levemente sonrojados. Ambos se miran fojamente sin decir nada. Noiz rompe el silencio.
  - Je, años sin vernos. No has cambiado nada, Koujaku. - 
  - Lo sé. Pero tú...sigues teniendo esos hermosos ojos esmeralda...y ese cuerpo... - Pasa su mano por su abdomen, haciendo que Noiz se estremeciera. (si yo tengo 19 ahora, este tío tendrá...) 
  - Estás hecho un viejo. - 
Koujaku gruñe levemente. - Tampoco es para que me llames así, niño. - 
  - Igualmente, te llamaré así de vez en cuando. - 
El pelinegro se le quedó mirando por un largo rato. Después de tantos años, sus sentimientos por él no habían cambiado, mas habían cambiado de perspectiva. 
  - Estoy impresionado de cuanto has crecido, Noiz. No tienes idea de cuanto tiempo te he estado buscando, y por fin, te he encontrado. Aunque obvio he hecho de mi vida. - 
  - Yo...digo lo mismo. - 
Koujaku alza las cejas sorprendido. - En serio? - 
  - Solo lo último. - 
  - ......Ah... - Sintió algo de decepción, pero aun así lo siguiente lo hizo alegrarle.
  - Aunque debo decir que, también he estado buscándote. Me....alegro verte de nuevo. - 
Koujaku sonríe y lo vuelve a besar, Noiz corresponde poniendo una mano en su mejilla, y se volvieron a sumir en el beso, en su cuarto en la Asylum bajo el mar de estrellas de la noche. 

A la mañana siguiente, la luz entraba por las ventanas e iluminaba toda la habitación, Koujaku se remueve en la cama y abre los ojos lentamente. Después se sobresalta sentándose. Miraba abajo con una mirada incrédula y sorprendida.(No puedo creerlo....En serio, en la primera noche que nos reencontramos lo....Todavía recuerdo sus gemidos....Eres un sucio, Koujaku!!) Sus pensamientos se interrumpen con la entrada de Noiz al cuarto, ya vestido y todo.
  - Buenos días, bello durmiente. Eres de los últimos en despertar aquí. Cámbiate, que te esperamos en la sala de comando. - 
  - Si, pero Noiz...! - Se levanta y se acerca a él hasta quedar a unos centímetros. - Tengo que decirte que...!! - 
Noiz le chita con un dedo sobre sus labios. 
  - Me puedes decir todo eso cuando al menos... - Lo mira bien. - Tengas ropa puesta. Al menos de la cintura para abajo, sí? - 
A Koujaku le tomó unos segundos en reparar en que no tenía nada encima y se sonroja como un tomate hasta las orejas, Noiz sonríe y ríe entre dientes, ver eso le hizo sentir....
  - Solo cámbiate. - Dice riendo y se va por el pasillo.
El pelinegro cierra la puerta, avergonzado y sonrojado. Se empieza a poner su ropa solo recordando la risa del joven, algo que jamás había oído en años. 


Bullet; Black Bullet; Black Bullet; Black 


La sala de comando era bien grande con todos sus monitores donde trabajaban los miembros en sus pantallas y monitoreando botones frente a una enorme ventana donde se veía todo el panorama del exterior. En el segundo piso estaba Noiz con los tres y Neik a su lado, frente a una ,esa de un solo monitor que se extendía hasta el borde de la baranda a lado de las escaleras. Cruzado de brazos mira al frente severamente, después retrocede unos pasos y en los comandos del monitor proyecta un mapa holográfico de la ciudad de Midorijima, en su estado actual. 
  - Este es Midorijima en su estado actual, los movimientos están siendo captados a tiempo real. Esa fortaleza que están construyendo la está cubriendo poco a poco, no planeo hacer un plan de ataque hacia ella, porque sé bien que esas cosas, a pesar de que las podemos destruir se regeneran rápidamente. Nuestro plan sigue siendo ir a Platinium Jail a reunirme con un gran aliado (familiar) mío y pedirle ayuda, se bien que nos ayudará. - 
Koujaku lo mira entornando los ojos.
  - Y como sabes con exactitud que nos ayudará y no nos traicionará como en la corte? - 
  - Nos ayudará. El me ama. Como yo a él. - 
Eso fue como una puñalada directamente al corazón para el pelinegro. Todas esas palabras de las que se dijeron anoche....Habrían sido para nada?
  - Es un familiar mío, para que no te pongas celoso como novia, idiota - 
  - Aaah, ok...Perdona. - 
Noiz sacude la cabeza y vuelve a centrarse en el mapa. 
  - La única forma de ir a Platinium Jail es cruzando por Midorijima. Varias naves y mechas rodearán a la Asylum e ir destruyendo edificios y esas cosas para abrirle paso mientras avanza. Si esos cubos, un gran número los ataca, procuren alejarlos de la base y abrir fuego hacia ellos. Y si es demasiado extremo, que la Asylum abra su arsenal de combate para defenderse. Yo estaré afuera con Koujaku y Aoba en nuestros mechas, Clear y Neik estarán a cargo de la base mientras,entienden todos?-
Los que estaban presentes con él asienten serios.
  - Pareces un líder de guerra, Noiz. - 
  - Es que Aoba, esto es una guerra. -  

El viento golpeaba sus caras pero sin la característica arena del enorme desierto. Encima de sus mechas, encima de la Asylum volando a gran velocidad sobre las montañas, Noiz pudo divisar a Midorijima a lo lejos, esa fortaleza crecía a una velocidad rápida, no podía imaginarse qué pasaría si terminaran el trabajo, pero no quería saberlo tampoco. Koujaku y Aoba estaban sentados en las cabezas de los suyos a cada lado. Aoba sentía muchas emociones a la vez. Miedo, por fracasar en la misión en la ciudad de al frente. Emoción por ser la primera batalla de verdad con su lobo, Anubis. Ren, que estaba ya metido dentro del mecha, sintió una punzada de incomodidad con la idea de atacar a los cubos de la ciudad. Pero su lealtad estaba muy dividida, con Aoba o el dueño de esos cubos....No quería arriesgarse a despertar su furia, porque sabía muy bien lo que EL podía hacer (Hallyfax...) Pensó para sí.  Cuando ya estaban lo suficientemente cerca, Noiz les dio la señal y los 3 se montaron en sus mechas, junto que varios más y empezaron a volar cerca de la Asylum. El lìder sujetaba fuertemente los comandos de Horus. 
  - Los más grandes quédense con la base, los demás, ataquemos de una vez. - 
Empezaron a aumentar la velocidad los otros, el Horus salta del borde de la base y Noiz activa las turbinas dejando una cola de fuego tras de sí e ir a la cabeza del grupo. Koujaku y Aoba le siguieron, éste último convirtiendo a Anubis en su aspecto "humanoide". Noiz respira hondo y mira al frente severamente. 
  - Abran fuego. - Y salió disparado hacia delante, perdiéndose en los edificios para no estar en el blanco, ellos dos hicieron lo mismo siguiéndolo a una velocidad impresionante. No sabía lo que pensaba hacer Noiz, pero Koujaku tenía la confianza de que haría lo correcto. 
  - Noiz, que planeas hacer exactamente? -  Su cara apareció en un hexágono comunicador a un costado de la cabina del Horus.
  - Tenemos la misma función de ellos, solo que nosotros....Atacaremos. - Sin dar más orden, del antebrazo del Horus sale un cañón y dispara a una base de un edificio, que se empieza a inclinar de un lado a otro, mientras que los cubos que trabajaban ahí, lo empiezan a perseguir, así que va zigzagueando por los edificios. Koujaku sonríe seguro, y hace lo mismo a la misma construcción, que con cada disparo se iba cayendo; por la forma, Red Toxic era el más rápido y dejaba atrás a los cubos que iban detrás de él. Aoba, además de disparar rayos Gamma 10, unas de las armas más potentes que puede haber en un mecha, convertía a Anubis en su apariencia normal, la de lobo y en el suelo empezaba a atacar violentamente a los cubos. Lo que le impulsaba a hacer todo eso, es la simple idea de que destruyeron su ciudad natal y se llevaron a buenos amigos suyos. 
Los que estaban con la base hacían explotar un espectáculo de rayos dirigidos a los edificios, que iban cayendo en un gran estruendo y la Asylum pasaba por ellos. Los cubos no se dejaron atrás y empezaron a atacar a la base directamente, pero por eso estaba preparada con sus enormes cañones y su escudo protector y los demás mechas que la protegían. 
Casi de rápido como la velocidad de la luz, con Koujaku manejandolo, el gran águila roja plateada esquivaba con mucha facilidad los ataques de los cubos, que le seguían casi pisándole los talones. A veces para hacerlos destruirse a ellos mismos, le tocaba dar violentas curvas con giros alrededor de los edificios, que algunos cubos chocaban contra éstos y se caían, dando paso a la Asylum, o dar bajadas en picada casi como para morirse del vértigo que superaría cualquier montaña rusa. Le sudaban las manos sobre los comandos y tenía el corazón a 1000. Ese era el arsenal principal de Red Toxic, iba tan rápido, que no podían igualarlo y chocaban contra construcciones. Clear gritaba órdenes a los demás con que tocaba atacar con el arsenal de la base junto con Neik.
Aoba, destruyendo otro edificio (le hacía sentir horrible, pero tocaba) vio a lo lejos junto con otro conjunto, un gigante luz verde y blanca que alumbraba hasta la más mínima señal de oscuridad en Midorijima. Por lo cegadora que era no pudo acercarse más, solo apartar la vista de Anubis de ahí, Koujaku aterriza cerca de él, clavando las enormes garras de águila en el techo del edificio. 
  - Pero qué es eso?! - 
  - !!!!! ¿¡Donde está Noiz!? - 

Noiz encima de la cabeza del Horus, con la antigua arma de Metallius y sus extraños poderes que todavía no entendía emitía esa luz, que además por el increíble calor, hacía desaparecer a los cubos que se acercaban y desaparecían envueltos en píxeles llevados por el viento. Eso solo era la concentración de poder para crear una explosión que solo perjudicaba a los cubos. En un movimiento rápido de la hoja, hizo estallar el poder destruyendo todo lo de los cubos y la construcción a su paso, que casi completa Midorijima entera. Jadea sudando, aun así no estaba cansado. Tarde o temprano, esos desgraciados volverán a regenerarse y reconstruir la fortaleza. Volvió a sentarse en la cabina y salir de ahí volando a donde estaban los demás. Sentía que en cualquier momento, se le iba a salir el corazón del pecho por lo fuerte que latía, sus manos agarraban los comandos con una debilidad que no era de él. Hacer eso le dejó tan cansado que apenas podía comandar al Horus. Ve a Aoba y Koujaku sobre un edificio y aterriza junto a ellos. No se saludaron ni nada como un domingo por la mañana, solo ordenó lo siguiente:
  - Ustedes dos, vayan adelante a destruir más edificios para dar paso a la base. Yo ayudaré allá atrás. Ya casi salimos de aquí. - Sin decir más vuela hasta donde estaba su grupo. Koujaku y Aoba se quedaron pasmados mirándolo como se alejaba. Intercambiaron miradas e hicieron lo que el líder les dijo. 
Al poco rato, la enorme base de 121 metros de largo, cruzaba a una buena velocidad Midorijima imponente. Los dos chicos esperaban a los demás en sus mechas descansando sobre las montañas de arena que daban señal de que ahí era la frontera de la ciudad con el desierto. Ya no estaban los demás mechas porque ya habían
entrado a la base cuando se iban derrumbando los últimos edificios. Horus estaba en el borde de la cabeza de la base mirando al frente, antes de entrar, Noiz vigilaba los alrededores por si acaso volvían a atacar los cubos. Pero no pasó nada, al parecer su explosión ralentizó demasiado la regeneración de esos seres, así que da una señal a Aoba y Koujaku que entraran con él. Al estar dentro de la base, los tres se bajaron dando saltos en los pedazos de metal. Noiz al saltar al piso del último pedazo cayó en 4. El pelinegro lo ayudó a levantarse y lo apoyó contra él. 
  - Noiz...¿Estás bien? - 
  - Ungh....solo necesito descansar, eso es todo. Esa batalla (la explosión) -Pensó para sí. - Me dejó sin energía.... - 
  - .....en serio? y tu que eres el más fuerte aquí y estás más cansado que yo. - Replicó Aoba, aunque lo miraba preocupado igual que Koujaku.  Noiz se aparta de él fríamente.
  - Solo dejenme..... - Camina cabizbajo arrastrando los pies hacia la sala de comando. Ellos dos le siguen para ayudarle si se caía del cansancio o algo. Al final llega y cuando lo hace, todos voltean a verlo. Al cabo de unos segundos le aplauden y chiflan, el plan había funcionado y habían cruzado Midorijima hacia Platinium Jail. Neik y Clear se reunieron con ellos y mientras éste abrazaba a Koujaku, Aoba y Noiz, Neik se limitaba a entrechocar manos y felicitandolos.
  - Tu plan funcionó, Noiz. Nadie tiene la menor duda de que eres un líder ejemplar. - 
  - Demasiados halagos, Neik. Además, Aoba y Koujaku ayudaron bastante. Me alegro que haya funcionado y vamos en camino a Platinium Jail.... - 
Su voz fue interrumpida por una alarma en la pantalla que se proyectó en el ventanal principal de la sala. Completamente blanca, decía solo unas palabras. Un miembro se volteó hacia ellos después de leer en su pantalla holográfica.
  - Noiz, alguien está tratando de establecer contacto, especialmente contigo... - 
  - Abre la conversación. - 
El hombre obedeció y abre la pantalla del mensaje. Todos quedaron boquiabiertos con ojos incrédulos y algunos, asustados. Ren, que estaba viendo también asomando medio cuerpo de la maleta de Aoba, si fuera humano habría palidecido muchísimo y siente el alma caerle a las patas. Noiz mira con ojos impresionados y siente un vuelco en el corazón....

                                                        DE: HALLYFAX
                                                          PARA: NOIZ 
                                                                       SI IMPIDES MI TRABAJO, TE DESTRUIRÉ Y A TODA TU ARMADA CONTIGO.


 
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